España se prepara para un año fiscal complicado: se espera que su gasto exceda lo acordado con Bruselas en el marco del ajuste fiscal. Aunque aún hay margen de maniobra, la Comisión Europea ha señalado que existe un riesgo de incumplimiento con respecto al crecimiento máximo del gasto recomendado para 2026. Hasta el momento, el Gobierno español no ha presentado su proyecto de presupuestos, el cual, según la vicepresidenta María Jesús Montero, se dará a conocer en febrero de 2024. Esta falta de información impide que la Comisión realice un análisis exhaustivo de las cuentas, a diferencia de otros 25 Estados miembros que ya han entregado sus planes presupuestarios.
El Examen Fiscal de la UE
El paquete fiscal de otoño que presenta la Unión Europea se asemeja a un examen anual para los países miembros, evaluando si sus cuentas cumplen con los requisitos establecidos. En esta ocasión, alrededor de 20 países, incluidos potencias como Francia y Alemania, han aprobado el examen, aunque ambos enfrentan desafíos económicos. Sin embargo, España se une a seis naciones, entre ellas Croacia y Lituania, que podrían no cumplir con los criterios establecidos. Para Países Bajos y Malta, el riesgo de incumplimiento ha sido calificado como «significativo».
La situación se complica por la excepción solicitada por 16 países para que el aumento del gasto en defensa no se contemple en el procedimiento de déficit excesivo. Esta medida fue impulsada por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, con el fin de incrementar el gasto en seguridad en un 1.5% del PIB, lo que representa aproximadamente 650,000 millones de euros.
Senda de Ajuste Fiscal y sus Desvíos
El año pasado, Bruselas y Madrid establecieron un camino de ajuste fiscal que España tiene que seguir durante siete años. Este plan se apoya en la evolución del gasto neto, el cual se analiza sin incluir factores cíclicos o desembolsos únicos. Para este año, España ha planificado un aumento del gasto neto del 3.7% y del 3.5% para 2026. Sin embargo, la nación está comenzando a desviarse de estos números, aunque dentro de lo aceptable. Se admite cierto margen de desviación que, según los cálculos, no parece que España supere.
Se prevé que el crecimiento del gasto neto en 2026 irá más allá del límite recomendado por el Consejo, aunque el excedente se estima en menos de 0.3% anual y 0.6% acumulado del PIB. A pesar de esto, la Comisión advierte sobre el potencial incumplimiento, lo que podría iniciar un procedimiento en contra del país si no se adoptan medidas para aumentar ingresos.
Riesgos y Costos del Aumento del Gasto
Las proyecciones indican que el gasto podría alcanzar los 30,000 millones de euros el año que viene, superando en 5,000 millones lo pactado. Este incremento podría relacionarse con dos factores principales: el gasto en defensa y las pensiones, las cuales están impulsadas por los precios y el envejecimiento de la población. España todavía no ha solicitado una cláusula de escape para evitar que este aumento de gasto se contabilice, una opción habilitada a raíz de la actual situación de seguridad geopolítica.
A pesar de las advertencias sobre el gasto, hay noticias alentadoras: la Comisión ha determinado que España está en condiciones de salir del programa de vigilancia financiera, iniciado tras el rescate del sector bancario en 2012. En diciembre, España prevé pagar 4,600 millones al Fondo de Rescate Europeo, habiendo amortizado ya 75% del crédito que se tramitó para estabilizar la banca. Una vez superado este nivel, España podría convertirse en el primer país que abandona este programa tras la crisis.
A lo largo de la crisis financiera, varias naciones solicitaron préstamos europeos, siendo España uno de los casos más específicos, ya que estaba centrado principalmente en salvar su sector bancario tras el colapso inmobiliario. Estos estados son analizados semestralmente por economistas de instituciones europeas, que evalúan su situación económica desde todas las perspectivas.
