InstitutoNegociosTras el trastazo de la pandemia, el tejido empresarial debió tirar de las ayudas públicas para subsistir a una crisis económica sin precedentes. Entre las medidas desplegadas por el Gobierno se hallaban los créditos avalados por el Estado mediante la garantía del Instituto de Crédito Oficial (ICO). En total, en dos mil veinte se habían concedido algo más de ciento sesenta y cinco mil millones de euros. Desde entonces, merced al rebote económico, esa cartera del ICO ha bajado con fuerza: en dos mil veintiuno se amortizaron préstamos por cuarenta y nueve millones (-treinta%) y el ejercicio pasado, otros diecinueve millones (-dieciseis,4%). Así, hasta llegar a los noventa y siete y cien millones que prosiguen en vigor a treinta y uno de diciembre de dos mil veintidos, conforme publicó este jueves el Banco de España.
NegociosEsta cifra se divide en dos partes: cerca de ochenta y ocho y cien millones de préstamos con garantía pública en el contexto de la crisis del coronavirus y otros nueve mil millones de otros créditos con medidas de reestructuración o refinanciación (asimismo relacionados con la pandemia) que aún no han vencido. , explica el texto.
NegociosDe esta forma, hay más préstamos en apuros, si bien con matices. Ángel Estrada, directivo general de estabilidad financiera, regulación y resolución del organismo, explicó que la alteración del porcentaje de créditos impagados ha crecido más por las amortizaciones que ha habido. Es decir, como el total es inferior, a un mismo volumen de inciertos la tasa de morosidad va a ser mayor, lo que puede señalar un desarrollo superior del real. Pese a ello, este efecto no quita que asimismo haya crecido en volumen.
NegociosA cierre de dos mil veintidos, los préstamos ICO clasificados como inciertos se ubicaron en el siete con uno% (tres con seis puntos más). En caso de no haber disminuido el tamaño de la cartera (sin amortizaciones en el ejercicio pasado), la ratio de inciertos sería de un seis con tres%: medraría, mas no tanto. Por otro lado, los que están clasificados en vigilancia singular se ubicaron en el diecinueve con seis%, prácticamente un punto bajo la proporción de cierre del año precedente. Entre las dos métricas, algo más de una cuarta parte de los préstamos están bajo riesgo de impago: el volumen total de los créditos avalados por el Estado se reduce, si bien la parte bajo riesgo embarranca.
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