Gloria Mark, maestra de la Universidad de California, Irvine, lleva más de veinte años centrada en la investigación de la atención humana. Prácticamente inauguró la disciplina, por el hecho de que absolutamente nadie se había preocupado de mirar qué ocurría con nuestra concentración ya antes de internet. Ahora resume sus investigaciones en el libro Capacidad de atención. Una forma nueva de restaurar el equilibrio, la dicha y la productividad.

En la obra hay un montón de detalles interesantes, mas Mark, natural de Chicago, saca ciertas grandes conclusiones. Por ejemplo, que si bien las grandes empresas tecnológicas aprovechan nuestra falta de control con la atención para monetizarla, la era digital no tiene vuelta atrás. Además, no debemos mortificarnos si empleamos nuestros móviles para relajar la cabeza con TikTok o un juego, por el hecho de que puede asistir a concentrarnos nuevamente. Y 3, debemos observar ya qué hacemos con nuestra atención, mas solo estamos al comienzo de una nueva era.

Aunque no haya que desesperar por nuestro falta de atención hoy, asimismo hay que saber que estar concentrados un buen rato es indispensable: el equilibrio entre productividad y bienestar ha de ser la meta. En esta charla con EL PAÍS por videoconferencia desde el sur de California, la asimismo estudiosa de Microsoft Research explica ciertas claves de su libro.

Pregunta. ¿Distraernos es culpa nuestra?

Respuesta. No solo es culpa nuestra, hay otras influencias que no podemos ignorar. No deberíamos sentirnos horriblemente culpables si no podemos prestar atención: hay otras muchas fuerzas que compiten por ella.

P. ¿Siempre ha habido tantas interrupciones?

R. No lo sabemos por el hecho de que absolutamente nadie lo ha estudiado. Claro que internet ha traído muchas interrupciones nuevas. Pero soy científica y no puedo decir de qué forma era la vida ya antes de internet, si bien viví esa temporada. La gente se distraía con otras cosas, llamadas, otras personas, siempre y en todo momento ha habido distracciones.

P. Pero ahora es diferente.

R. Claro que lo es. Hay tantas fuerzas que nos llevan a sentarnos ante nuestros ordenadores y teléfonos. Y una vez estamos allá, es como estar frente a la tienda de chucherías más grande del planeta. Es bastante difícil supervisarnos. Un pensamiento cruza tu psique y en milisegundos puedes procurarlo, y nos habituamos. Sabemos que podemos hacerlo y evidentemente lo hacemos, lo que se fortalece el hecho de que, «https://emprendimientohoy.com/wp-content/uploads/2023/04/Gloria-Mark-experta-en-atencion-Nuestro-movil-es-la-tienda.jpg». Y puedo procurarlo.

También tenemos libre arbitrio, de tal modo que con determinado esmero podemos eludir o apagar las notificaciones

P. El origen de Internet se fundamenta en las asociaciones de ideas que nuestra psique hace de forma natural.

R. Internet fue desarrollado para distraernos. No aposta, mas fue desarrollado para imitar nuestras psiques y por eso distrae tanto.

P. No hay vuelta atrás.

P. Las notificaciones que recibimos sin parar forman parte ineludible de ese planeta.

R. Aunque ocurran, debo dejar en claro que estoy contra explotar comercialmente nuestra atención y contra la idea de que las huellas digitales que dejamos en la web se usen en contra nuestra.

P. Pero las notificaciones se nos imponen siempre y en todo momento.

R. Si eso fuera lo único o aun lo primordial, querría decir que los humanos no tienen libre arbitrio. Seríamos peones, como vivir en una máquina de pinball y rebotar de un algoritmo a otro, de un anuncio a otro. No creo que los humanos funcionen así. También tenemos agencia y libre arbitrio, de tal modo que con determinado esmero podemos eludir o apagar las notificaciones.

P. Pero con frecuencia miramos las notificaciones sin ser conscientes.

R. Sí, por la atención automática. Probablemente se desarrolló como un hábito esta idea de comprobarlo por el hecho de que conseguimos recompensas, como cuando examinamos el e-mail. ¿Entonces mirarlas es libre arbitrio o no? Cuando solo reaccionamos sin meditar, no es nuestro libre arbitrio. Es la parte inconsciente de nosotros que se hace cargo. Pero si diésemos un paso atrás y tomáramos conciencia de lo que hacemos son acciones inconscientes. Hay que llevárnoslas a nuestra conciencia y entonces vamos a poder hacer algo y ejercer el libre arbitrio.

La gente estaba preocupada por la imprenta, por la TV, cuando empezó internet y ahora por ChatGPT

P. La gente teme consecuencias horribles de esa parte inconsciente.

R. Quizá por el hecho de que he sido una parte de internet desde el momento en que comenzó y he visto su progresión y he escuchado a personas lamentarse, expresar miedos sobre internet desde el comienzo, no me preocupo tanto. Soy optimista por el hecho de que siempre y en todo momento veo que las personas hacen correcciones de rumbo. La gente estaba preocupada por la imprenta, por la TV, cuando empezó internet y ahora la gente está preocupada por ChatGPT.

P. Es interesante su idea de que tenemos un depósito de atención que se vacía.

R. Tenemos un tiempo de atención limitado. Esa es la metáfora que uso: este tiempo limitado es un depósito. Hay cosas que hacemos que nos agotan: cambiar el foco de nuestra atención con multitasking es una de ellas, otra es largos periodos de foco sostenido. Hace poco procuraba en la red de redes para dar una charla sobre este punto. Encontré todas y cada una estas narrativas por ahí sobre ‘cómo podemos enseñarte a concentrarte durante 10 horas’, ‘podemos enseñarte a tener una concentración ininterrumpida’, ‘un libro que te enseña a concentrarte todo el día’. Nada de eso es humanamente posible, es que no podemos hacer eso. Hay ciertas investigaciones nuevas en neurociencia que muestran que hay una base física por la que no podemos concentrarnos a lo largo de periodos prolongados: hay un neurotransmisor que lleva por nombre glutamato y se amontona en nuestros cerebros y nos manda una señal que afirma que estás agotado. No siempre y en todo momento escuchamos esa señal, mas tenemos fatiga cognitiva real y auténtica. Y se puede medir mediante resonancias. Así que no podemos hacer diez horas de concentración ininterrumpida, ni tan siquiera 5.

P. ¿Y Candy Crush y juegos afines son un modo de rellenar ese depósito?

R. Es una forma de restituirse. ¿Por qué? Porque hace feliz a la gente, nos calma. Así que está bien utilizarlo, mas hay que ser estratégicos. Si eres una persona que puede acabar jugando a lo largo de horas, debes organizarte a fin de que solo estés jugando a lo largo de cinco o diez minutos. Configura un temporizador, usa un gancho que te saque [juega por ejemplo diez minutos antes de una reunión, que te obliga a dejarlo], organiza tu ambiente de tal modo que no se quede atrapado en ese pozo.

Configura un temporizador, usa un gancho que te saque, organiza tu ambiente de tal modo que no se quede atrapado en ese pozo

P. ¿De qué manera controla sus interrupciones?

R. Hay que desarrollar un nuevo hábito. Yo tengo este juego de anagramas que me chifla. Pero solo lo juego cuando estoy aguardando a que hierva el té. Es muy, muy poco. Es un buen plazo para mí. Es un hábito que desarrollé. Cada persona debe concebir los suyos.

P. Pero en suma no debemos desesperarnos si empleamos estas interrupciones para relajarnos.

R. Una persona puede estar considerablemente más apacible con lo que hace. Pero si eres una persona que tiende a quedarse atrapada en pozos y después te sientes culpable y no te sientes positivo, debes limitarte. He hablado con tanta gente que afirma sentirse fatal por el hecho de que pasó tanto tiempo en redes o con un juego. ¿Adónde se fue el tiempo? Si eres una persona así, no vas a poder dejarte tiempo un ilimitado en redes sociales.

P. ¿Qué sabemos del tedio?

R. Lo que sabemos sobre el tedio es bastante consistente: lleva a un estado anímico negativo, no somos felices cuando estamos hastiadas. ¿Es el yoga hastiado? No, seguramente no, por el hecho de que a las personas les interesa el yoga. ¿Es la meditación tedio? Diría que no por el hecho de que tu psique hace algo mientras que meditas. Uno debe examinarse a sí mismo para intentar ser siendo consciente de lo que hacer y después parara si no le aporta valor y no es interesante.

P. Su investigación ha encontrado que estamos cuarenta segundos en todos y cada pantalla ya antes de mudar.

R. Ese es el tiempo promedio que una persona pasa en cualquier pantalla ya antes de mudar. Todo está medido. Así, la gente está menos de un minuto en TikTok, entonces en el e-mail y después en Instagram. Es un promedio. La mediana de las observaciones que hicimos fue de cuarenta segundos y el punto medio quiere decir que la mitad de todas y cada una nuestras observaciones fueron inferiores a cuarenta segundos. Supongo que no nos damos cuenta de de qué forma de veloz cambiamos de pantalla.

Nuestra atención está cuarenta segundos de media en todos y cada pantalla ya antes de mudar. Y para todas y cada una de las edades es igual

P. Es curioso que en todas y cada una de las edades sea igual.

R. No hemos encontrado diferencias por edades, si bien no hemos medido a personas muy mayores. La mayoría de las personas que hemos medido son personas en trabajos del conocimiento y muchos tienen entre veinticinco y cincuenta y cinco años.

P. ¿Y de qué forma va a ser en gente que trabaja sin PC?

R. No hemos mirado profesiones donde las personas se mueven mucho, como médicos o negocios. Mi intuición sería que una persona que por servirnos de un ejemplo trabaja en una tienda va a tener una capacidad de atención más corta por el hecho de que usa primordialmente su móvil y se amolda mientras que espera a clientes del servicio.

P. Y solo estamos al comienzo.

R. La era digital es muy joven desde una perspectiva histórica. Internet no empezó a emplearse extensamente hasta mediados de la década de mil novecientos noventa. En otras unas partes del planeta, fue mucho después. Solo han pasado unos veinticinco años desde el momento en que tenemos la World Wide Web. Frecuentemente hago este ejercicio: ¿de qué forma va a ser en cincuenta años? Será muy, muy, muy diferente, considerablemente más integrado en nuestro ambiente. Hubo un científico computacional llamado Mark Weiser que charló sobre una visión llamada computación omnipresente. Estamos comenzando a verlo. Los teléfonos son el paso inicial, mas aún tenemos un objeto que empleamos para acceder a internet; imagina cuando esté integrado en las paredes de casa. Estás en un centro comercial y podría haber pantallas en todas y cada una partes o tal vez sin pantallas, considerablemente más omnipresente. La inteligencia artificial es una nueva frontera, estamos en el Salvaje Oeste. Pero hay otra razón para mi comentario del Salvaje Oeste: no proseguían las leyes, era bastante desquiciado. Hoy tampoco tenemos regulaciones. No comprendemos de qué forma integrar los ordenadores en nuestras vidas sin extenuarnos. Los equipos de diseño no son suficientemente complejos para descubrir de qué forma diseñar computadoras a fin de que las personas puedan emplearlas sin agobiarse.

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