Explorando las Líneas Rojas de la Inteligencia Artificial en Eventos Extra

Explorando las Líneas Rojas de la Inteligencia Artificial en Eventos Extra

Es un jueves soleado en Barcelona, en el bullicioso corazón de L’Eixample, donde el innovador estudio Toresky se ha convertido en el centro de atención. Hoy, la conversación gira en torno a la inteligencia artificial (IA) y su ética, un tema crucial en este tiempo de rápidos avances tecnológicos. Pero antes de sumergirnos en cifras y teorías complejas, reflexionemos sobre un hecho asombroso: hay 10,000 billones de planetas y estrellas en el universo. Ante tal inmensidad, ¿qué probabilidades tenemos de compartir un rincón en el cosmos con un planeta habitado como el nuestro? Las respuestas a estas preguntas, aunque quizás elusivas, podrían ofrecer indicios sobre el sentido de la vida misma.

INTELIGENCIA ARTIFICIAL Y ÉTICA: UNA OPORTUNIDAD DE NEGOCIO

En este contexto de reflexión, se plantea una cuestión intrigante: ¿puede la creación de una IA responsable no solo ser un bien común, sino también una ventaja competitiva para las empresas? Este fue el eje del evento organizado por Retina en colaboración con Santander y Google, que reunió a expertos para discutir sobre el futuro de la IA, la ética y su impacto en la sociedad.

Michael Donaldson, director general de BIT Habitat del Ayuntamiento de Barcelona, se enfrenta a desafíos que nunca antes se habían planteado. Con la crisis del cambio climático, la brecha digital y la movilidad sostenible en el horizonte, es crucial encontrar soluciones innovadoras. “La humanidad tiene un don para resolver problemas complejos. La clave es abordar estos retos de manera responsable», asegura Donaldson.

  • Los Desafíos de las Ciudades Modernas
    • Cambio climático.
    • Brecha digital.
    • Movilidad sostenible.
    • Soberanía tecnológica.

UNA VISIÓN DEL FUTURO

Retomando el tema de la ética, Donaldson enfatiza que aunque el Ayuntamiento no sea experto en tecnologías de vanguardia, el conocimiento adquirido debe ser accesible para los ciudadanos. La ética, como principio rector, debe incluir conceptos innegociables como la no discriminación, la privacidad de los datos y los derechos humanos.

La IA tiene el potencial de transformar nuestras ciudades en espacios más humanos. Durante la pandemia, por ejemplo, drones fueron utilizados para monitorear aglomeraciones en playas, asegurando el distanciamiento social sin comprometer la privacidad. Ahora, el enfoque se desplaza hacia la mejora de sistemas de transporte público y la automatización de procesos administrativos.

INNOVACIÓN Y CULTURA: UN ENCUENTRO CREATIVO

Un aspecto innovador que se presentará en Barcelona es una instalación que fusionará música e IA, creando melodías a partir de los patrones de movimiento de los ciudadanos. “La IA no es exclusiva de unos pocos; es parte de nuestras vidas cotidianas”, afirma Donaldson, resaltando la importancia de conectar a las personas con estas nuevas tecnologías.

A medida que reflexionamos sobre el futuro, la interacción entre ética y tecnología se vuelve cada vez más relevante. Jaime García Cantero, director de Retina, plantea la pregunta central: “¿Cómo se entiende la relación entre ética e inteligencia artificial?”. Para Irene Unceta, profesora en ESADE, la ética es una cualidad humana intrínseca, y debe integrarse en cada etapa del desarrollo de la IA.

LA AUTONOMÍA Y SUS IMPLICACIONES

La autonomía es un concepto clave que debe ser considerado. Unceta advierte que la IA no debe restringir nuestras decisiones, sino alinearse con nuestros principios y valores. La capacidad de diseñar tecnologías que respeten la privacidad y fomenten la autenticidad es esencial en este contexto.

UN FUTURO CONSCIENTE Y ACCESIBLE

Jaume Miralles, director general de Inteligencia Artificial, Eficiencia y Datos en la Generalitat de Catalunya, subraya que la IA no debería tomar decisiones, sino que dichas decisiones deben ser humanas. La colaboración entre sectores público y privado es vital para garantizar una IA responsable y accesible, que pueda servir a toda la ciudadanía, incluyendo a las minorías más vulnerables.

Así, el desafío de construir un futuro donde la inteligencia artificial y la ética coexistaan de manera armónica se enfrenta a un camino lleno de oportunidades y responsabilidades. La ciudad, el espacio que habitamos, se levanta ante nosotros como un lienzo en blanco: un lugar para innovar, soñar, y, sobre todo, vivir. La ecuación entre tecnología y humanidad sigue en construcción, y depende de nosotros dar forma a ese nuevo horizonte.