Investigación por Corrupción en la Privatización de TAP en 2015 en Medio de Nuevos Planes de Venta

Investigación por Corrupción en la Privatización de TAP en 2015 en Medio de Nuevos Planes de Venta

La privatización de la aerolínea portuguesa TAP en 2015 se ha convertido en un escándalo que sigue resonando una década después. Tras 25 registros en las oficinas de la compañía y en diversos despachos de abogados, la investigación del Departamento Central de Investigación y Acción Penal ha puesto en el punto de mira posibles delitos de corrupción y fraude. Aunque no se han realizado detenciones, se han nombrado como «arguidos» a dos sociedades y a dos personas, entre las cuales se encuentran Humberto Pedrosa y su hijo David, del grupo Barraqueiro, según informes de la televisión Now.

Historia de la Privatización: Un Acuerdo Complicado

La unión entre Pedrosa y el empresario brasileño David Neeleman, bajo el consorcio Atlantic Gateway, fue elegida por el gobierno de Pedro Passos Coelho (Partido Social Democráta) para hacerse con el 61% de TAP, una aerolínea que enfrentaba problemas financieros. Sin embargo, la crisis provocada por la pandemia y un cambio en el gobierno, con la llegada de António Costa del Partido Socialista, llevaron a una renacionalización de TAP. El Estado tuvo que invertir 3.200 millones de euros en ayudas públicas para evitar que la aerolínea se declarara en quiebra.

La Auditoría que Destapó Anomalías

La nueva administración de TAP solicitó una auditoría sobre la privatización de 2015 y otros procedimientos irregulares. Un informe elaborado por la Inspección General de Hacienda reveló que los compradores habían implementado un complejo esquema financiero. Según los inspectores, “las aportaciones complementarias de capital de Atlantic Gateway a TAP provenían de fondos de Airbus, que TAP había acordado pagar posteriormente, en lugar de ser aportados directamente por los accionistas”.

El acuerdo inicial contemplaba una inyección de 338 millones de euros, sumando un primer aporte de 10 millones. Sin embargo, este capital se vio comprometido a través de un préstamo de 202 millones por parte de Airbus, derivado de la compra de 53 aviones y la cancelación de una petición de 12 A350.

Nuevas Revelaciones y el Futuro de TAP

La auditoría también identificó irregularidades fiscales y decisiones empresariales que causaron pérdidas significativas para la aerolínea, lo que llevó a la Fiscalía a reactivar su investigación en 2023. Dicha indagación ha coincidido con un nuevo proceso de privatización, bajo el liderazgo del actual gobierno de Luís Montenegro del PSD.

El plazo para la presentación de ofertas para adquirir un 44,9% de TAP está por cerrarse el próximo 22 de este mes. Grupos consolidados como Lufthansa, IAG y Air France-KLM ya han mostrado interés, siendo este último el primero en formalizar una propuesta. Además, se destinará un 5% de las acciones a los empleados, mientras que el 50,1% de la aerolínea permanecerá en manos del Estado.

Para garantizar que no se repitan los errores del pasado, el gobierno ha establecido que solo aceptará ofertas de aerolíneas con una “dimensión relevante”. Esto excluye a pequeños operadores, mientras que la compradora tendrá plena capacidad para la gestión diaria, aunque las decisiones estratégicas sobre rutas y el hub de Lisboa requerirán una mayoría de votos. IAG podría estar en desventaja debido a las preocupaciones sobre la influencia de Madrid en el mercado portugués, dado que Iberia tiene su sede en la capital española.