Durante enero de dos mil veintitres, la generación de energía eléctrica en Chile procedente de fuentes de energía renovable no usuales (ERNC) alcanzó el treinta y nueve con dos%, lo que representa un incremento de nueve con nueve% respecto al año precedente. Esto significa un enorme avance para el país que, solo a dos mil veinticinco, se había comprometido a una capacidad de generación instalada en las plantas de ERNC equivalente al veinte% del total de su matriz energética.
La cifra pertenece al último folleto de estadísticas de la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento (Acera). De pacto con este, a enero de dos mil veintitres, la capacidad ERNC y de Sistemas de Almacenamiento en construcción alcanza los cinco.653 MW. De este monto, el ochenta y cuatro% corresponde a proyectos solares fotovoltaicos seguido por un once% de proyectos eólicos.
Esto lo tuvo muy presente Zdeněk Sobotka, CEO y creador de Solek, cuando en el año dos mil catorce escogió a Chile como el país estratégico para su expansión de Europa a Latinoamérica. Ya había instalado en su país natal, República Checa, una pequeña central solar con una inversión de prácticamente cinco millones de dólares; entonces se expandiría a Eslovaquia y Rumania. Sin embargo, vino la crisis fotovoltaica en Europa y el apoyo del gobierno redujo.
“Hoy estoy seguro de que debía ocurrir pues era el empujón adecuado a fin de que saliésemos adelante. Para , no es solo una cuestión de dinero, sino más bien asimismo de opiniones. La fotovoltaica es el futuro” Zdeněk Sobotka, CEO y creador de Solek.
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Para Sobotka, la situación en Chile es diferente a la de Europa al no poder tener centrales de energía nuclear por el alto peligro de terremotos. “Son una potencia minera de cobre y tienen grandes reservas de litio. La desventaja es que no tienen ni lignito ni gas. Tienen que importar todo. Por otro lado, hay fuerte sol y viento, y bastante agua de Los Andes, si bien la oferta está reduciendo como consecuencia de la sequía. Esto quiere decir que Chile tiene condiciones ideales para las energías renovables. Su costo ha empezado a caer significativamente con el tiempo, y ya eran competitivos sin subsidios en torno a dos mil quince. Así que, como es lógico, jugaron esta carta y para dos mil treinta se espera que las energías renovables representen el setenta% de su producción de energía”, apunta el empresario en charla con Forbes Hispano.
Latinoamérica como un ejemplo para Europa
Solek contabiliza un total de treinta y dos proyectos fotovoltaicos instalados en Chile desde dos mil diez. Actualmente tiene diez proyectos más concebidos para el país. La meta, conforme con Sobotka, es tener más de seiscientos MW de centrales conectadas en Chile a fines de dos mil veinticinco. Y en el planeta tienen cincuenta proyectos fotovoltaicos con doscientos treinta y dos MW en capacidades conectadas.
De hecho, en Europa están mostrando la experiencia y receptividad que han tenido en Latinoamérica. “Estamos preparando proyectos solares con una capacidad total de 1 GW. Actualmente, somos la compañía con mayores avances en proyectos en Rumania y Grecia. Conectaremos allá las primeras instalaciones a inicios de 2024”, afirma Sobotka. Allí desean instalar, a lo largo de los próximos años, paneles solares en las azoteas por valor de hasta € doscientos millones, que podrían tener una capacidad de doscientos MW. Además de estas instalaciones, asimismo se van a centrar en el almacenaje de baterías.
Solek cuenta con oficinas en España, Francia, Chipre y en Praga, República Checa, donde está la sede central.
La guerra Rusia – Ucrania
Si bien muchas industrias se han visto perjudicadas tras el comienzo del enfrentamiento entre Rusia y Ucrania, la de energía solar quizá es de las pocas que ha tenido un repunte significativo después de la guerra.
“Creo que el temor es un enorme conductor. Es por eso que la energía renovable es un éxito tan grande en Japón. Es por el desastre de Fukushima. Y lo mismo ocurre con la guerra de Ucrania. La necesidad de independencia energética de Rusia es más apremiante que nunca”, asevera el asimismo apasionado a la astronomía que mandó a instalar un observatorio profesional en su casa, en Praga, y lugar desde el que observa el sol con atención.
En dos mil veintiuno, los ingresos de la compañía rondaron los US$ cincuenta y uno millones y la utilidad neta fue de US$ ocho millones, US$ cinco millones más que en dos mil veinte. Para dos mil veintidos aguardaban duplicar esta cantidad.
Próximos planes
“Estamos monitoreando múltiples mercados. La energía solar y eólica ya no dependen de los subsidios, lo que quiere decir que no necesariamente precisa subastas o un contrato con el Estado. Esto lo hace interesante, aun cuando carece de sentido a primer aspecto. Pero ahora se puede instalar energía fotovoltaica a nivel económico triunfante en cualquier una parte del planeta, salvo, quizá, en las zonas polares. El mejor sitio para hacerlo es en el cinturón solar, que está a unos cuarenta grados alrededor del Ecuador. Allí, va a ver un buen retorno de su inversión en diez años”, presagia el empresario.
Ahora tambié están en Colombia, donde ven una enorme ocasión e comenzarán la construcción de una planta de energía para dos mil veinticuatro. “Para , es el mercado número dos en Latinoamérica. En total, planeamos conectar dos GW en Europa y Latinoamérica para fines de 2025… Y tengo muchas ganas de cumplir este objetivo”, apostilla.
San Salvador (El Salvador), 1997. Desde pequeña ha sentido una gran pasión por la escritura y la investigación, lo que la llevó a especializarse en reportajes de impacto social. En su tiempo libre, disfruta de la lectura de novelas históricas y de misterio, y también es una gran amante de la música, especialmente del rock latinoamericano. Además, es una ávida viajera, y ha tenido la oportunidad de visitar algunos países de América Latina y Europa para conocer diferentes culturas y enriquecer su visión del mundo.