Redeia enfrenta su segunda rebaja de recomendación tras la presentación de resultados financieros

Redeia enfrenta su segunda rebaja de recomendación tras la presentación de resultados financieros

Las recientes cifras de Redeia han generado inquietud en el mercado. Desde que la compañía presentó sus resultados el 29 de octubre, que reflejan una caída en sus ganancias, ha sufrido dos rebajas de recomendación. Mediobanca y RBC fueron las entidades que, en un giro significativo, cambiaron sus recomendaciones de «comprar» a «mantener». Este cambio se alinea con el análisis de 25 firmas evaluadas por Bloomberg, donde 14 sugieren mantener las acciones, siete recomiendan comprar y cuatro sugieren vender.

Un pronóstico a la baja para las acciones de Redeia

RBC ha ajustado drásticamente su precio objetivo para las acciones de Redeia, llevándolo a 15,60 euros, casi un 25% menos de lo que consideraban anteriormente. Al cierre de la última sesión, las acciones se cotizaban a 15,45 euros, lo que indica que, según RBC, no se espera una revalorización en el próximo año. La reacción del mercado ha sido de precaución, reflejada en una caída del 0,9% en el valor de las acciones ese mismo día.

Inversiones y rentabilidad en descenso

Uno de los puntos que generar preocupación entre los analistas de RBC es la disminución de la rentabilidad de Redeia. En los primeros nueve meses de 2025, el beneficio neto de la compañía se redujo en un 4,5%, alcanzando los 390 millones de euros, un dato revelado en sus informes a la CNMV. Esta caída se debe, en gran medida, al incremento de las inversiones en infraestructuras, impulsadas por la transición energética. Los analistas advierten que «La salud financiera de Redeia se deteriorará a partir de 2026».

Aumento de la deuda y riesgos financieros

La situación se complica aún más con el aumento de la deuda. A finales de septiembre, los pasivos financieros netos de Redeia se acercaban a los 6.085 millones de euros, lo que representa un aumento del 13% en comparación con diciembre de 2024. RBC prevé que la relación entre el flujo de caja operativo y la deuda caerá a niveles críticos a partir de 2026, poniendo en riesgo la calificación crediticia actual de la empresa.

Desde Jeffries, se alerta sobre el impacto que las posibles multas por el apagón reciente podrían tener en las cuentas de Redeia, estimando un costo potencial de unos 60 millones de euros. Está programado un informe de la CNMC que podría detallar las responsabilidades relacionadas con el apagón, y los analistas mencionan que una vez se fijen las responsabilidades, las reclamaciones de indemnización podrían comenzar a surgir, con riesgos que podrían materializarse a partir de 2026.

Aunque las multas podrían ser objeto de prolongados procesos judiciales, como ocurrió tras el apagón de 2007 en Barcelona, la situación actual exige atención. En aquel entonces, el Tribunal Supremo tardó más de siete años en condenar a Redeia y a Endesa.

Con un panorama tan complejo, el futuro de Redeia depende de una serie de factores que, a medida que se despliegan, continúan generando incertidumbre en el mercado.