Las pérdidas de la Sareb o banco malo no cesan. La sociedad ha reconocido unas pérdidas de 1.506 millones de euros en dos mil veintidos. Una cifra pasmante que nos recuerda que la crisis financiera no es una historia del pasado. Las cuentas de la Sareb actúan como un testigo de cargo que un año tras otro ponen al descubierto el enorme costo de la crisis bancaria.
La Sareb se creó para adquirir los activos conflictivos (préstamos deudores, residencias no vendidas y en construcción y solares) de las entidades en crisis para facilitar su saneamiento. Los activos procedían de Bankia, Catalunya Caixa, Novacaixagalicia, Banco Gallego, Banco de Valencia, Caja España-Caja Duero, BMN, Liberbank, y Caja 3. Como se ve, no solo fueron cajas. Las compras ascendieron a cincuenta y setecientos ochenta y uno millones de euros, que se financiaron con deuda avalada por el Estado.
La estrategia no debía valer ni un euro a los impositores, como repitieron los responsables del Gobierno del Partido Popular. Además, se aseguró que la rentabilidad de la sociedad fluctuaría entre el catorce% y quince% anual. No obstante, en dos mil veinte, Eurostat puso al descubierto las auténticas cuentas que significaron unas elevadas pérdidas. Comportaron un incremento del déficit público en 9.891 millones de euros y un aumento de la deuda pública en treinta y cuatro y ciento cuarenta y cinco millones de euros. Sabemos lo ocurrido por el hecho de que estamos en la UE.
Como ha explicado el catedrático de Economía Antoni Garrido, “la operación de la Sareb fue una huida hacia adelante. Una manera de esconder el problema y pasarlo a futuro”. Una opinión compartida por el economista Carlos Sánchez Mato: “La creación de la Sareb fue una estrategia para retrasar el reconocimiento de las pérdidas de las entidades afectadas. Se traspasaron inmuebles y préstamos de los bancos quebrados a la Sareb con unos precios inflados en unos 17.000 millones de euros, según la Comisión Europea”.
Hay muchas anomalías. En contraste al banco malo irlandés, el NAMA, en la Sareb se admitieron préstamos personales sin garantía real. Los responsables del invento no han explicado jamás las razones de tantos quebrantos. Según Julio Rodríguez, expresidente del Banco Hipotecario, (*1*).
La opacidad prosigue. La economista Carme Trilla, presidente de la Fundació Hàbitat 3, insiste en que “no sabemos cuántos pisos se adjudicaron a la Sareb, cuál fue el precio y cómo se vendieron después a los fondos”. En España el mayor inconveniente de la residencia es el de falta de residencia social. Todas las residencias de la Sareb se adquirieron con dinero público y como semejantes se deberían dar a las autonomías y municipios para su administración como sociales. Sería una forma de mitigar los disparates que a lo largo de años proseguirán costando miles y miles de millones a los ciudadanos.
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Santander (España), 1985. Después de obtener su licenciatura en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, decidió enfocarse en el cine y se matriculó en un programa de posgrado en crítica cinematográfica.
Sin, embargo, su pasión por las criptomonedas le llevó a dedicarse al mundo de las finanzas. Le encanta ver películas en su tiempo libre y es un gran admirador del cine clásico. En cuanto a sus gustos personales, es un gran fanático del fútbol y es seguidor del Real Madrid. Además, ha sido voluntario en varias organizaciones benéficas que trabajan con niños.