EL PAÍS

Revelan el funcionamiento de la máquina del fango de Bartomeu: infiltraciones y un comando hacker

En septiembre de 2018, Josep Maria Bartomeu, entonces presidente del FC Barcelona, participó en un programa de Onda Cero llamado El Transistor. En Twitter, el programa lanzó una encuesta para que los oyentes opinaran sobre su gestión. Inicialmente, el 58% de los 1,819 votos eran negativos, mientras que solo un 16% la calificaba como “buena”. Sin embargo, a medida que avanzaba la noche, Bartomeu logró un espectacular giro, terminando con un 43% de votos a favor y un 39% en contra.

Lo que pareció ser un auténtico cambio de opinión fue, en realidad, un caso de manipulación. Documentos del análisis llevado a cabo por los Mossos d’Esquadra revelaron que Bartomeu había invertido 2.3 millones de euros en la empresa argentina Nicestream entre 2017 y 2020. Esta firma se encargaba de crear una imagen favorable para el presidente en las redes sociales, una situación que forma parte del escándalo conocido como el Caso Barçagate. Bartomeu ha solicitado declarar ante un juez al respecto.

### La manipulación detrás de la imagen

Un exempleado de Nicestream, que ha decidido mantener su anonimato, ha compartido detalles sobre el funcionamiento de esta empresa. Según él, las encuestas se gestionaban desde Buenos Aires, donde se programaban varios ordenadores para votar automáticamente. “Era un proceso simple para un equipo de informáticos bien capacitados”, explica. Utilizaban herramientas que podían simular múltiples votos desde distintos dispositivos, incluso eludiendo restricciones de IP a través de VPNs.

El extrabajador reconoce que esta manipulación no es difícil de ejecutar, ya que los medios suelen pasar por alto patrones sospechosos como picos inusuales de participación o la repetición de textos. Estas operaciones eran gestionadas por un grupo que él llama “comando hacker”, encargado de acciones más complejas como bloquear cuentas y manipular encuestas.

### Eyewatch: la herramienta clave

Cuando la encuesta se llevaba a cabo en Twitter, Nicestream empleaba una herramienta denominada Eyewatch. Esta aplicación otorgaba acceso a ciertos empleados para operar con bots diseñados para votar. “Bastaba con identificar la encuesta en Twitter y calcular la cantidad de votos necesarios para obtener el resultado deseado”, detalla el exempleado. Además de la votación, estas cuentas podían realizar otras acciones, lo que facilitaba la creación de una percepción favorable hacia Bartomeu.

No solo el Barça utilizaba los servicios de Nicestream. Previamente, la empresa había trabajado en campañas contra la independencia de Cataluña y manipulaba narrativas a su favor. Mientras que parte de su trabajo era legítimo, como monitorear redes y detectar debates relevantes, también se dedicaban a distorsionar la opinión pública.

### La sombra de las operaciones encubiertas

Las encuestas representan solo una faceta de las actividades irregulares del expresidente culé. Nicestream gestionó más de 200 bots que contrarrestaban críticas, mientras que los empleados también entretenían cuentas que respondían a comentarios en catalán, buscando siempre dar la impresión de ser una interacción auténtica. Aunque muchas de estas cuentas han sido suprimidas por Twitter, aún queda la interrogante sobre la efectividad real de estas maniobras.

Nicestream no solo se dedicaba a crear falsedades; también recopilaban datos importantes para entender las dinámicas de conversación en las redes. Con herramientas como Oráculo y Mugshot, podían analizar el impacto de diversas narrativas y recolectar información sobre figuras influyentes, ayudando a agrupar opiniones basadas en sentimientos.

A través de mapas creados con Gephi, Nicestream identificaba relaciones entre comunidades durante debates relevantes, demostrando que las cuentas no auténticas podían redirigir conversaciones enteras. Este tipo de tácticas plantea un desafío importante: la necesidad de pensamiento crítico ante la información presentada.

Las implicaciones de estas prácticas son amplias, y aunque no siempre son visibles, el caso de Nicestream podría ser un reflejo de estrategias utilizadas en otras esferas políticas, como el caso de Matteo Salvini en Italia. Esto subraya la importancia de concientizar al público sobre la manipulación de la opinión y la realidad en el contexto digital.