Imagen de gráficos financieros

Las previsiones de crecimiento económico mundial mantienen estabilidad en los grandes bloques económicos, con cifras como el 7% para la India, 4,5% para China, 2,5% en Estados Unidos y un modesto 0,5% para la zona euro. Sin embargo, la evolución de los mercados financieros sigue estando condicionada principalmente por la inflación en Estados Unidos, junto con la creciente aversión al riesgo por parte de los inversores, relacionada con la situación geopolítica actual.

Eventos recientes, como el lanzamiento de misiles entre Israel e Irán y la posibilidad de elecciones legislativas anticipadas en Francia, han generado incertidumbre. En particular, una posible victoria de Marine Le Pen en Francia podría implicar retrocesos en la consolidación de la Unión Europea, lo que ha llevado a un aumento de los diferenciales de la deuda pública en la zona euro respecto a Alemania, incluyendo países como España y Francia.

En este contexto, se espera que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos reduzca sus tipos de interés en respuesta a la moderación de la inflación en mayo, que se situó en un 3,3% interanual. Este proceso de moderación busca alcanzar un nivel de inflación del 2% para el año 2025, aunque las previsiones y expectativas actuales sugieren que lograr esta meta puede ser un desafío.

Con tipos de interés actualmente en un 5,5%, se espera que la Fed comience a recortar las tasas, impulsando los mercados financieros. Este movimiento tendrá un impacto significativo en la zona euro, ya que se espera que el Banco Central Europeo (BCE) siga la misma estrategia de reducción de tipos tras la acción de la Fed.

Un elemento clave a monitorear en este escenario es la evolución del tipo de cambio entre el euro y el dólar. La reciente depreciación del euro, en línea con el aumento de primas por riesgo en la zona euro, podría representar un riesgo adicional para la inflación en la región y limitar la capacidad de actuación del BCE.