La compañía Repsol, la mayor petrolera de España, obtuvo un beneficio de 3.168 millones de euros en el año 2023. A pesar de experimentar una caída del 25,5% en comparación con el histórico 2022, que fue un año excepcional para la empresa, el año pasado se posicionó como el tercer mejor en su historia sin considerar elementos extraordinarios, quedando detrás del mencionado 2022 (4.251 millones) y del 2007 (3.188 millones, cuando el precio del crudo se encontraba cerca de sus máximos históricos). En 2010, la petrolera presidida por Antonio Brufau ganó 4.693 millones, pero gran parte de esa cifra se debió a la venta de su filial brasileña a Sinopec.
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, destacó que el año 2023 fue excepcional, logrando el segundo mayor flujo de caja operativo en la historia de la empresa en un entorno de incertidumbre y volatilidad. Estos resultados, junto con la promesa de aumentar el dividendo en los próximos años, han impulsado las acciones de la compañía un 5,45% en la jornada.
A pesar de la disminución en el precio del petróleo y en los márgenes de refinación, el beneficio ajustado de Repsol se situó en 5.011 millones de euros el año pasado, lo que representó una reducción del 26% en comparación con el año anterior. El negocio industrial, donde se incluyen las refinerías, continuó siendo el más rentable para la empresa, con un beneficio ajustado de 2.734 millones de euros, casi un 16% menos que en el año anterior.
La generación de caja sólida permitió a Repsol reducir su deuda neta en un 7% el año pasado, alcanzando los 2.096 millones de euros, la cifra más baja en mucho tiempo. La empresa también anunció un dividendo en efectivo de 0,9 euros por acción en el 2023, casi un tercio más que en años anteriores, además de la recompra y amortización de millones de sus propias acciones.
Impulso inversor y retos
Repsol realizó inversiones por un total de 6.167 millones de euros el año pasado, la cifra más alta en toda su historia. Del total de la inversión, el 43% se destinó a la península Ibérica, a pesar de las tensiones con el Gobierno español, y el 30% se enfocó en generación renovable. Para el período 2024-2027, la empresa tiene previsto invertir entre 16.000 y 19.000 millones.
Este plan de inversión está condicionado al escenario macroeconómico, fiscal y regulatorio, especialmente en lo que respecta a sus refinerías en España. En noviembre del año pasado, el presidente de Repsol advirtió al Gobierno sobre la posibilidad de llevar las inversiones a Portugal o Francia si no se producían cambios en la política impositiva. Sin embargo, el consejero delegado se mostró más optimista recientemente, señalando que están dispuestos a invertir en España si las condiciones son favorables.