El consumo de electricidad en España ha experimentado un crecimiento durante los últimos tres meses, marcando una clara señal de recuperación en el sector. Según las cifras de Red Eléctrica de España (REE), en diciembre el crecimiento fue cercano al 4%, corregido por temperaturas y calendario. Este aumento se suma a la subida del 3% en noviembre y del 1% en octubre. Estos datos reflejan un cambio significativo, dejando atrás las dificultades experimentadas en el pasado reciente.
A pesar de este repunte, el año 2023 cerró como el período de menor consumo interno de electricidad en las últimas dos décadas. Esta disminución en el consumo se observó incluso en comparación con el año 2020, un año marcado por la crisis económica y la disminución de la actividad debido a la pandemia.
Este repunte en el consumo eléctrico es significativo por varias razones. En primer lugar, indica una mayor actividad en las industrias intensivas en electricidad, lo que sugiere un aumento en la demanda energética y, por ende, una mayor producción. En segundo lugar, apunta a un impulso en la electrificación, un paso crucial para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, donde España aún tiene camino por recorrer en comparación con otros países europeos.
Además, este aumento en el consumo de electricidad es alentador para los desarrolladores de energías renovables en España, ya que el bajo consumo histórico generaba incertidumbre sobre los futuros precios de la electricidad, lo cual podría afectar la rentabilidad de los nuevos proyectos en el sector.
El crecimiento real del consumo desde octubre es aún mayor si se considera el impacto del autoconsumo, que agrega nueva potencia instalada cada mes y reduce el consumo total del sistema eléctrico español.
Según Pedro Cantuel, analista de Ignis Energía, este repunte está influenciado por los mínimos alcanzados en 2022, pero aún así se vislumbra una ligera mejoría, sentando las bases para un continuo crecimiento en el próximo año. Xavier Cugat, gestor de proyectos renovables, también enfatiza el repunte de la demanda en los últimos meses y destaca que estas tasas de variación han ido en aumento. Todo parece indicar que este repunte continuará en los próximos meses.
El aumento en la demanda también puede estar relacionado con la venta creciente de coches eléctricos, que ha agregado presión a la demanda de electricidad. A su vez, el precio relativamente bajo de la electricidad en España y una posible relajación en la eficiencia energética podrían haber contribuido a este aumento en el consumo.
Brecha temporal de IVA
El Gobierno tiene previsto reducir la brecha entre el gravamen de la luz y del gas, lo que debería fomentar el consumo de electricidad en detrimento de los combustibles fósiles. Esta medida, con un impacto fiscal a corto plazo, se alinea con el impulso hacia las energías limpias, ya que las renovables son la fuente de energía más económica a largo plazo.
La luz más barata de los grandes países europeos
En comparación con otros grandes países europeos, España se destaca por tener la energía eléctrica más económica. Con un precio poco superior a los 87 euros por megavatio hora (MWh), España supera a países como Portugal, Alemania, Países Bajos, Francia e Italia, donde el precio es considerablemente más alto. El aumento previsto en la demanda en 2024 podría presionar al alza los precios, aunque el desembarco de nuevos parques renovables, especialmente de energía solar fotovoltaica, ejercerá presión a la baja. Esto posiciona a la península Ibérica como un atractivo destino de inversiones en industria y centros de datos en el futuro.
_