La aprobación por el Consejo de Ministros el pasado martes de la autorización a fin de que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), el brazo industrial del Estado, adquiera hasta un diez% del capital de Telefónica ha convulsionado al ámbito empresarial y saltado a la arena política. Frente a las críticas por el intervencionismo en el ámbito privado, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, defiende la operación por el carácter estratégico de la operadora y señalaba que el movimiento “tiene que ver con la transformación digital y con que las telecomunicaciones están ahora íntimamente conectadas con la seguridad, la defensa, la ciberseguridad y el desarrollo de toda la economía digital”, conforme apuntó este jueves a RAC1.

La irrupción por sorpresa del operador público saudita STC en el accionariado de Telefónica el mes pasado de septiembre hacía sonar todas y cada una de las alarmas. Y es que Telefónica es uno de los primordiales contratistas de las Fuerzas Armadas, el Ministerio del Interior y de otros organismos que velan por la seguridad del Estado. No en balde, el permiso a fin de que STC haga eficaz la adquisición del nueve con nueve% de Telefónica (ahora solo tiene en cartera el cuatro con nueve%) depende del departamento que dirige Margarita Robles exactamente por la relevancia que tiene la operadora en la seguridad nacional.

Las cifras de contratación dejan clara esa relación “estratégica” de la multinacional de España con la seguridad nacional: solo en la última década, amontona contratos con el área de Defensa en torno a los quinientos millones de euros, de los que doscientos millones los ha logrado en dos mil veintitres. Pero alén de la cuantía económica, se trata de contratos en materias críticas como las comunicaciones por las nuevas redes privadas de 5G o satelitales, la ciberseguridad y la capacitación del personal militar y de las Fuerzas de Seguridad del Estado.

La compañía que encabeza José María Álvarez-Pallete es la primordial responsable de la Infraestructura Integral de Información para la Defensa, famosa como I3D, una red de telecomunicaciones exclusiva que permite la conexión al sistema de comunicaciones del Ministerio, de forma segura y desde cualquier sitio de todos y cada uno de los navíos, aeronaves, automóviles, unidades e instalaciones. También conecta la Península con las islas Baleares y Canarias, y con Ceuta y Melilla.

Dentro de este programa, puesto en marcha en dos mil veintidos, Telefónica firmó en el mes de septiembre pasado, poco tras el desembarco de STC, un pacto marco valorado en treinta y dos millones de euros para proveer al Gobierno de los equipos de comunicación satelital. Previamente, en el mes de junio, Telefónica se adjudicó la puesta en servicio de una red de telecomunicaciones vía satélite gestionada por el Ministerio de Defensa por treinta y ocho con siete millones de euros. Y el pasado veintiocho de noviembre se hacía con el contrato para la adquisición de equipos por tres con dos millones de euros, material para acceso al Medio SCPC, de interconexión militar de puntos geográficos por satélite.

Tecnología móvil 5G

En materia de 5G, Telefónica y Airbus firmaron en el mes de mayo pasado un pacto marco para integrar soluciones de esta tecnología móvil en las plataformas aeroespaciales en el ámbito de Defensa y Seguridad para los próximos 5 años. Se trata de proveer de instrucciones cifradas a los cazas, drones, navíos y automóviles para las llamadas “nubes tácticas”, la nueva forma de ataque y defensa basada en manejar y trasmitir la información en tiempo real.

Dentro de exactamente la misma área, la Armada adjudicó a la operadora en el mes de agosto el contrato para dotarse de una infraestructura 5G privada para comunicaciones de navíos entre sí y con tierra, por cinco con dos millones de euros. Y en ese mes, Telefónica, al lado de otras empresas recibía el encargo de crear el Centro de Desarrollo, Adiestramiento y Pruebas para Operaciones Militares en Ciberdefensa con tecnología 5G, por veintiocho millones de euros. En enero, Telefónica y Alpha Unmanned Systems (AUS), fabricante madrileño de helicópteros no tripulados (UAV), anunciaban la firma de un pacto para dotar a los aparatos de servicios de comunicación 5G. Con Navantia ha firmado un pacto de cooperación para sistemas de comunicación seguros de sus fragatas y submarinos.

Telefónica asimismo aspira a participar en programas críticos como el sistema comunicaciones y de administración y envío de información clasificada de Defensa conocido como SC2N, que presta sus servicios tanto en bases militares o plataformas móviles terrestres en territorio nacional como en contingentes desplegados en operaciones de mantenimiento de la paz en el extranjero. El Ministerio de Defensa licitó en el mes de noviembre por setenta y cuatro millones la renovación tecnológica de la infraestructura de telecomunicaciones de los sistemas dedicados a la conducción de operaciones de Presencia, Vigilancia y Disuasión del Ministerio de Defensa (DISEVAR). La presentación de ofertas concluye en el mes de enero.

En materia de capacitación, Telefónica se adjudicó en el mes de marzo uno de los contratos que contribuyen a la transformación digital del sistema de enseñanza del Ministerio de Defensa. La solución va a dar acceso a más de quinientos cursos relacionados con áreas como la enseñanza militar, los idiomas, las competencias digitales y sanitarias y la Formación Profesional, entre otras muchas. Se trata del proyecto DigComp360 de transformación digital del sistema de enseñanza militar.

Además de Defensa, la operadora sostiene contratos en materia de ciberseguridad con otros organismos públicos. Así, opera al lado de Indra el Centro de Operaciones de Ciberseguridad (SOC) de la Administración General del Estado, que da cobertura a más de setenta y siete puestos de la Administración y evitó cerca de dos mil ciberincidentes en la primera mitad de dos mil veintitres. También coopera con el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe). En noviembre pasado, se adjudicó por nueve con uno millones de euros el contrato público financiado con fondos europeos para el suministro de equipamiento destinado al lanzamiento, despliegue y operación del Laboratorio Nacional de Ciberseguridad 5G y Nuevas Tecnologías (Incibe-Lab). También ha sellado contratos este año con el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) para sus infraestructuras de telecomunicaciones.

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Mercedes Cruz Ocaña