Elon Musk tiene una especial forma de excusarse. El magnate dueño de la red social X, creador de Tesla y SpaceX, ha aceptado este miércoles en una conferencia organizada por The New York Times, que se confundió al dar la razón a un mensaje antisemita que propagaba una teoría de la conspiración del nacionalismo blanco. Pero mientras que reconocía su fallo, ha acusado a los anunciantes que han retirado su propaganda de “chantaje” y ha elevado el tono para dirigirse a ellos: “Que os den por culo”, ha repetido por un par de veces, refiriéndose además de esto de manera expresa a Bob Iger, el jefe de Disney, uno de los que cortó la publicidad y que había intervenido un poco antes en exactamente el mismo foro de discusión.

El lenguaje de Musk, en un foro de discusión formal por el que habían pasado durante el día la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris; el presidente de Israel, Isaac Herzog; la de Taiwán, Tsai Ing-wen, mediante videoconferencia; el presidente de JP Morgan, Jamie Dimon, o exactamente el de Disney, Bob Iger, entre otros muchos, ha sorprendido a los presentes.

La publicidad prosigue siendo la primordial fuente de ingresos de Twitter y de forma tácita el magnate ha llamado a los usuarios a sabotear a las compañías que han decidido suspender la publicidad en la red social tras su mensaje antisemita. Entre esas empresas están IBM, Apple, Disney, Sony, Warner, Paramount y Lionsgate.

Musk desató la indignación con sus tweets al responder a un mensaje de un usuario que acusaba a los judíos de detestar a los blancos y profesar indiferencia frente al antisemitismo. El mensaje subscribía la teoría conspiranoica del remplazo, conforme la que los judíos apoyan a “hordas de minorías” que están “inundando” el país para sustituir a los blancos. Esa teoría de la conspiración fue exactamente la misma que motivó el mortal tiroteo en la sinagoga del Árbol de la Vida en dos mil dieciocho. “Has dicho la pura verdad”, tuiteó Musk.

Este miércoles, en Nueva York, el magnate ha comenzado desafiante cuando le han preguntado por ese tuit: “No tengo ningún problema en que me odien”, ha dicho. Y que le daba igual que la gente le detestase, le amase o que confiara en él o no pues SpaceX hace los mejores cohetes y Tesla los mejores vehículos.

Luego, no obstante, ha reconocido que ese mensaje fue “uno de los más tontos” que nunca haya compartido en X y ha llegado a excusarse por si ese mensaje incitó el antisemitismo: “Lo siento mucho”, ha dicho. “En retrospectiva, no debería haber respondido a ese mensaje en particular”, ha añadido.

“Básicamente, le entregué un arma cargada a la gente que me odia”, ha indicado Musk, que se ha quejado de que los medios ignoraron sus intentos de aclarar el significado de su mensaje. El dueño de X ha señalado que su reciente viaje a Israel “no fue una gira de disculpas” a pesar de que se generase en un instante en que precisaba lavar su imagen. Musk accedió a entregar al Gobierno de Benjamin Netanyahu la capacitad de autorizar el uso en la Franja de Gaza de la conectividad que da su red de satélites Starlink.

Pero tras aceptar su fallo con el mensaje y excusarse, se ha encarado con los anunciantes que decidieron retirar su propaganda de la plataforma al no sentirse cómodos con una red social en la que se estaban publicando abundantes mensajes antisemitas, aparte del suyo.

Iger había justificado un poco antes en exactamente el mismo foro de discusión la resolución de Disney. “Tengo mucho respeto por Elon y lo que ha logrado”, afirmó. “Al asumir la posición que asumió de manera bastante pública, sentimos que la asociación con esa posición y Elon Musk y X no era necesariamente positiva para nosotros”, agregó el jefe de Disney.

Al ser preguntado Musk sobre qué pensaba de resoluciones como esa, Musk se encendió: “No pongas publicidad. ¿Alguien va a intentar chantajearme con publicidad? ¿Chantajearme con dinero? ¡Que os den por culo! ¡Que-os-den-por-culo! ¿Está claro? Hola, Bob, si estás entre el público”.

“Lo que este boicot publicitario va a hacer es matar a la empresa”, ha señalado Musk. “Y el mundo entero sabrá que esos anunciantes mataron a la empresa”, ha añadido, mientras que entre los presentes estaba Linda Yaccarino, la consejera encargada que fichó para recomponer las relaciones con los anunciantes.

Mercedes Cruz Ocaña