A las puertas del juicio por fraude fiscal, que empieza este lunes en la Audiencia de Barcelona, Shakira se inclina por sellar un acuerdo con las acusaciones que le evite un proceso penal con una gran influencia mediática y, de paso, distancie el peligro de ingresar en cárcel. En las últimas horas se han sucedido las conversaciones entre la defensa de la artista colombiana, que ejercita el penalista Pau Molins, y las acusaciones (Fiscalía, Abogacía del Estado, Generalitat) para sellar un pacto por el que, a cambio de reconocer los hechos y abonar una multa millonaria, se rebajaría de forma substancial la solicitud de pena de cárcel. El pacto no está cerrado y ahora la celebración del juicio está en el aire.
La posibilidad de un acuerdo siempre y en toda circunstancia estuvo sobre la mesa. Hubo dos intentos errados con la Fiscalía, mas ahora, a las puertas del juicio, Shakira semeja presta a admitirlo, conforme fuentes próximas al caso. En la hipótesis de que el juicio prosiguiese adelante, la artista debería rememorar sus años de vida en Barcelona por el hecho de que está prevista la declaración de más de cien testigos para reconstruir su día a día en España entre dos mil doce y dos mil catorce. En ese periodo, conforme la Fiscalía, ya era residente fiscal en España y debió haber pagado sus impuestos. El ministerio público solicita ahora 8 años y un par de meses de prisión por 6 delitos de fraude fiscal y el pago de una multa de veintitres,5 millones.
Desde el comienzo de la investigación, Shakira se ha debatido entre su deseo de batallar con las acusaciones y la conveniencia de aceptar la culpa y disminuir al mínimo peligros. Los intentos anteriores de acuerdo con las acusaciones (frustrados en los veranos de dos mil veintidos y dos mil veintitres) pasaban por el reconocimiento de hechos y el pago de la multa, que dejan a la Fiscalía estimar circunstancias mitigantes y rebajar la solicitud de pena. Se trata de una jugada de peligro en todo caso para Shakira: podría exponerse, batallar y ganar, mas eso no iba a ahorrarle más de 3 semanas de exposición pública en un juicio mediático que supone, además de esto, recordar una etapa, la de Barcelona, que pretende dejar atrás tras su rotura sentimental con el exdefensa del Barça Gerard Piqué.
Shakira ha negado las acusaciones con impetuosidad. Asegura que la etapa bajo sospecha se pasaba el año viajando de concierto en concierto y solo asistía a Barcelona esporádicamente y con la única pretensión de estar con Piqué. Aunque se concrete el acuerdo, la artista de Barranquilla deberá estar presente este lunes en el Palacio de Justicia de Barcelona, tras unos días en España para participar (el pasado jueves) en los Grammy Latinos, festejados en Sevilla. El lunes era el día previsto para su declaración; tras la sesión podía volver a Miami, donde radica con sus hijos desde la separación: el presidente del tribunal, José Manuel del Amo, ya dio a comprender a su letrado que, por sus compromisos profesionales, la dispensaría de asistir a todas y cada una de las sesiones (doce) de la vista. Si, como semeja, hay pacto, deberá tomar la palabra mas solo para decir que lo admite.
Dos intentos fallidos
Las partes habían preparado intensamente el juicio, tal y como si fuera a festejarse, mas jamás han perdido de vista la posibilidad del acuerdo, singularmente la defensa. La Fiscalía asimismo consideró siempre y en toda circunstancia esa alternativa, muy frecuente en los procesos por fraude fiscal, mas no estaba presta a moverse considerablemente más de las situaciones que ya propuso a lo largo del primer intento de acuerdo, en dos mil veintidos, que terminó mal: a la vocalista no le persuadieron los términos del pacto y dio un portazo a la Fiscalía, a la que acusó de “intransigente”; poquitos días después, el ministerio público presentó su concluyentes escrito de acusación.
El segundo intento por lograr un acuerdo se generó este verano, una vez que Shakira cambió de letrado y contrató a Pau Molins. El letrado tenía en su haber la victoria en un caso similar: la absolución del expiloto de motociclismo Sito Pons, quien consiguió demostrar que hasta dos mil catorce radicaba fuera de España. El nuevo acercamiento a la Fiscalía vino motivado sobre todo por la nueva situación personal de Shakira: separada de Piqué, tenía ganas de poner fin a su relación con Barcelona y ahorrarse una exposición detallada de su vida en la urbe.
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