Trabajo permitirá ERTE de fuerza mayor para empresas afectadas por la peste porcina

Trabajo permitirá ERTE de fuerza mayor para empresas afectadas por la peste porcina

Los productores de carne de cerdo están en alerta máxima ante el brote de peste porcina africana detectado en nueve jabalíes del parque natural de Collserola, en Barcelona. Este virus presenta un riesgo significativo para la industria, generando preocupación entre empresas y trabajadores. Como respuesta, el Ministerio de Trabajo ha emitido un aviso este miércoles, recordando que los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) pueden activarse de inmediato para resguardar tanto a las empresas como a sus empleados durante esta crisis.

El papel del ERTE en esta situación

Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, ha compartido en la red social Bluesky que este mecanismo, utilizado previamente durante la pandemia y tras la DANA en Valencia, está listo para ser implementado. Aunque el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha asegurado que de momento la peste no afecta a las explotaciones ganaderas, dado que solo se han detectado positivos en jabalíes, el departamento de trabajo permanece vigilante ante posibles impactos futuros.

Los ERTE pueden ser activados por diversas causas, incluyendo la fuerza mayor. En este contexto, si el virus llega a afectar las explotaciones de ganado, las empresas podrán optar por suspender contratos o reducir jornadas laborales, permitiendo que los trabajadores mantengan sus derechos a prestaciones por desempleo.

Consecuencias para la industria

La llegada de este virus representa un cambio drástico para un país que hacía más de tres décadas no enfrentaba esta amenaza. Aunque no es contagioso para los humanos, su letalidad en animales es alarmante. La situación actual no solo pone en riesgo miles de millones en exportaciones —debido a que varios países ya han restringido la entrada de productos españoles—, sino que también ha comenzado a impactar negativamente en los precios, lo que provoca una reducción inevitable en el tamaño de las cabañas.

En resumen, la amenaza de la peste porcina africana exige una atención continua y la implementación de medidas adecuadas para proteger tanto el empleo como la economía nacional, mientras la industria se adapta a esta nueva realidad.