En América Latina y el Caribe, la raíz de los desafíos económicos, sociales y ambientales es profunda y multifacética. A menudo, las inversiones públicas se evalúan por resultados inmediatos: empleos creados, kilómetros de infraestructura o aulas habilitadas. No obstante, el verdadero potencial de retorno se encuentra en un lugar menos obvio: los primeros años de vida de los niños.
Progresos y Desafíos en la Educación Temprana
En las últimas dos décadas, la región ha avanzado notablemente en asegurar que los menores de cinco años accedan a servicios de cuidado y educación de calidad. La cobertura para niños de tres a cinco años ha aumentado del 47 % a cerca del 65 %, según datos del Instituto de Estadística de la Unesco. Cada vez más países, como Jamaica, México y Brasil, están adoptando estándares para evaluar la calidad de los centros educativos, la preparación de los cuidadores y la relevancia de los entornos de aprendizaje.
Sin embargo, no basta con aumentar la cobertura. Es crucial innovar y adaptar las soluciones a contextos variados, convirtiendo prácticas exitosas en políticas sostenibles. El Fondo de Innovación para el Desarrollo Infantil Temprano, creado en 2017 como colaboración entre el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Porticus y diversas fundaciones, ilustra cómo la creatividad y la colaboración pueden transformar vidas desde los primeros años.
Innovaciones que Hacen la Diferencia
Este Fondo se estableció con la misión de impulsar ideas innovadoras que conecten de manera efectiva con las familias más vulnerables y medir sus impactos. Ocho años después, más de 700,000 niños y 300,000 madres, padres y cuidadores se han beneficiado de proyectos que integran tecnología, apoyo familiar y fortalecimiento institucional.
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Jamaica: Un programa de visitas domiciliarias se convirtió en un modelo internacional al mejorar el desarrollo cognitivo de los niños. Durante la pandemia, el programa Reach Up and Learn adaptó su enfoque, utilizando videollamadas y encuentros breves, alcanzando a 60,000 familias cuando más se necesitaba, con mejoras evidentes en cognición y lenguaje.
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México: Se implementaron cinco iniciativas innovadoras que cambiaron el panorama del aprendizaje infantil en el hogar. Una de ellas capacitó a educadores para guiar a padres en actividades de juego que estimulan el desarrollo de niños de cero a dos años, beneficiando a más de 537,000 niños y cuidadores ante un contexto desafiante.
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Brasil: Este Fondo promovió intervenciones innovadoras que impactaron a más de 57,000 niños y cuidadores, combinando apoyo familiar con temas cruciales como lactancia y salud mental materna. Las iniciativas incluyeron métodos para reducir la crianza violenta y promover interacciones positivas.
Inversiones que Generan Dividendos
La evidencia económica respalda lo siguiente: cada dólar destinado a servicios de calidad para la primera infancia puede generar retornos de hasta un 14 % anual. Este retorno se traduce en beneficios tangibles, como mejores resultados educativos, mayor productividad laboral, reducción de criminalidad y mejoras en salud. En contraste, la inacción tiene costos significativos; se estima que las brechas en acceso y calidad durante los primeros años le cuestan a la región alrededor del 1.6 % del PIB. En esencia, la falta de inversión en la infancia está mermando no solo la riqueza sino también el talento y la cohesión social.
El éxito del Fondo de Innovación para el Desarrollo Infantil Temprano demuestra que la transformación es posible cuando gobiernos, sector privado y comunidades actúan en conjunto. Los gobiernos aportan la escala, el sector privado, la agilidad, y las comunidades, un conocimiento esencial y la confianza.
América Latina y el Caribe han probado que es posible no solo ampliar la cobertura sino también elevar la calidad de los servicios destinados a la primera infancia. El verdadero desafío ahora es mantener y ampliar este impulso innovador, fortaleciendo las capacidades locales para un desarrollo sostenible.
Pablo Ibarrarán es jefe de división de protección social y mercados laborales del BID.
