La detención de un joven de 19 años en Igualada, Barcelona, ha puesto de relieve una alarmante tendencia en el mundo del cibercrimen: el robo de datos personales de miles, incluso millones, de españoles. Aunque a menudo se piensa que estas actividades criminales se realizan desde lejanos rincones, lo cierto es que este caso específico tiene raíces locales. Según fuentes policiales, el detenido accedió a bases de datos de empresas e instituciones, tanto españolas como de una francesa.
La venta de datos: ¿quién paga por ellos?
Los datos robados no son solo un botín; son un artículo de alto valor en el mercado negro. La principal razón detrás de estos delitos es la posibilidad de vender la información al mejor postor. Resulta curioso, pero a menudo el comprador es también español. Entre los usos más comunes se encuentran las estafas, como mensajes fraudulentos, pero el alcance va más allá. Se están creando perfiles detallados que contienen información desde la dirección hasta los hábitos de consumo de las personas.
“Las filtraciones permiten a los delincuentes y a las empresas realizar ataques más sofisticados con datos personalizados”, explica Sergio Pastrana, profesor de Informática en la Universidad Carlos III de Madrid. Además, algunas empresas compiten por obtener estas bases de datos para conocer a la clientela de sus rivales, aunque este aspecto, según la policía, sigue siendo más un mito que una realidad probada.
El nuevo rostro del cibercrimen
El joven arrestado comenzó «por aburrimiento», en su tiempo libre durante sus estudios de formación profesional en informática. La Policía ha arrestado ya a varios individuos con un perfil similar, muchos de ellos también en su adolescencia. Se han encontrado foros donde comparten programas y vulnerabilidades, y algunas veces se organizan para llevar a cabo ataques conjuntos. Entre ellos, hay quienes se jactan de sus hazañas en redes sociales.
¿Por qué arriesgarse?
El atractivo financiero es uno de los principales motivos que empujan a estos jóvenes a involucrarse en el cibercrimen. Se han detectado billeteras digitales que contienen millones de euros obtenidos de la venta de datos. “Estos delincuentes a menudo operan en horarios menos convencionales, como los fines de semana, cuando las empresas están desprotegidas”, señala una fuente policial.
Cómo protegerse ante el cibercrimen
La prevención es clave. Los expertos advierten sobre la importancia de no dar información personal a cualquier empresa y de utilizar contraseñas únicas y seguras. También resaltan que las organizaciones deben invertir en medidas de ciberseguridad para protegerse de posibles intrusiones, ya que un solo eslabón débil en la cadena, como un ordenador antiguo con software desactualizado, puede ser la puerta de entrada para los ciberdelincuentes.
El creciente problema del robo de datos personales subraya la urgencia de una mayor conciencia y acción tanto por parte de individuos como de empresas. La protección de nuestra información personal nunca ha sido tan esencial.
