Las fascinantes conexiones entre Pixar y la tecnología militar
Las entrañables películas de Pixar, como Toy Story y Buscando a Nemo, comparten más de lo que parece con ciertos aspectos del mundo militar. En el corazón de este vínculo se encuentran los sistemas de renderizado 3D, herramientas fundamentales tanto en la animación como en la operación de drones militares, que han demostrado ser decisivos en conflictos modernos como los de Gaza y Ucrania.
Innovación en Pixar y el impacto en la industria militar
Desde su estreno en 1995, Toy Story marcó un antes y un después en la animación, al ser el primer largometraje creado completamente por ordenador. La extraordinaria calidad visual que exhibía fue posible gracias a un software innovador: RenderMan, desarrollado por los visionarios de Pixar. Este programa no solo permitió a los juguetes cobrar vida de forma natural, sino que también mejoró la representación de superficies, ilusiones de profundidad y efectos de luz, llevando la animación a un nuevo nivel.
El origen de RenderMan se remonta a la Universidad de Utah, donde Ed Catmull, uno de los fundadores de Pixar, realizó su doctorado en problemas de renderización. Su trabajo le valió un Óscar en 2008 y un Premio Turing en 2019, reconocimientos que destacan su influencia en el cine y la informática.
Financiación militar y avances tecnológicos
Un aspecto poco conocido de esta historia es que la investigación de Catmull fue respaldada por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa (DARPA). Bùi Tường Phong, un colega vietnamita que llegó a Estados Unidos en los años 70 gracias a DARPA, desarrolló algoritmos que se convirtieron en pilares en la animación y en videojuegos 3D. Su trabajo, aplicado posteriormente a simuladores de pilotaje, impactó la representación gráfica de los drones militares.
El Pentágono encontró en estos avances un potencial significativo. Los modelos 3D precisos permiten que los drones identifiquen su entorno y tomen decisiones críticas en situaciones de combate.
De la magia del cine a la tragedia
Lo que sorprende es cómo la tecnología desarrollada para hacer que los personajes de Pixar brinden emoción y entretenimiento también se ha utilizado en contextos bélicos. El mismo software que crea mundos animados permite que los drones reconozcan y clasifiquen objetos, como vehículos o personas, en tiempo real.
Lorena Jaume-Palasí, experta en ética tecnológica, señala que la modelación de múltiples elementos de un entorno es esencial para que los drones operen efectivamente, pero esta capacidad plantea interrogantes éticos profundos sobre las aplicaciones de dicha tecnología.
El vínculo entre Hollywood y el sistema militar ha sido históricamente fuerte. En la década de los 50, el presidente Eisenhower acuñó el término “complejo industrial-militar”, destacando la complicidad entre la industria armamentística y el entretenimiento.
Conclusiones inquietantes
El cruce entre Toy Story y los drones subraya cómo la tecnología, incluso aquella que parece inofensiva, puede tener repercusiones terribles. Samantha Youssef, directiva con experiencia en animación, admite que la evolución de estas herramientas, inicialmente diseñadas para el entretenimiento, ha permitido progresar en aplicaciones más oscuras.
Los informes de la ONU y testimonios de médicos en Gaza corroboran que drones armados, equipados con esta avanzada tecnología, han causado la muerte de niños. Este preocupante uso de tecnología, creada inicialmente para dar vida a los personajes de nuestras películas favoritas, invita a una reflexión crítica sobre el verdadero impacto de nuestras innovaciones en el mundo real.
