El mundo de la aviación enfrenta un momento crítico y todos los ojos están puestos en Airbus. Su consejero delegado, Guillaume Faury, recientemente solicitó disculpas en una plataforma profesional por un problema que ha sacudido la tranquilidad que la firma había disfrutado en los últimos años. Durante más de siete, las pérdidas económicas y los siniestros han marcado la pauta frente a su competidor estadounidense Boeing.
Problemas en el A320
El emblemático modelo A320, que opera un promedio de 11,300 vuelos diarios, ha revelado fallos en su sistema de control de vuelo. Aunque Airbus reaccionó rápidamente y el incidente se solucionó en menos de 48 horas, el daño ya estaba hecho: la compañía vio perder 3.160 millones de euros en su valor bursátil desde el comienzo de diciembre, llegando a una pérdida total de 9.400 millones en su punto más crítico.
Dicha preocupación empezó el 30 de octubre, cuando un A320 de JetBlue tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en Tampa, Florida, debido a un fallo en un componente crucial del control de vuelo. Este problema, relacionado con la radiación solar, llevó a Airbus a llamar a revisión urgente 6.000 de sus aeronaves A320, un movimiento que afectó a importantes aerolíneas europeas como Iberia, Vueling y British Airways, entre otras.
Aumento de la Vigilancia
El regulador europeo de seguridad aérea, EASA, destacó que el fallo podría haber provocado un movimiento incontrolado del timón de profundidad, lo que podría comprometer la seguridad del avión. A pesar de ello, desde Airbus se aseguran que el problema está prácticamente resuelto y que los aviones que han sido actualizados ya pueden volver a volar, a excepción de aquellos en mantenimiento.
Por su parte, Roberto Castelo, piloto y representante del sindicato español de pilotos Sepla, advirtió sobre la seriedad del fallo en el ELAC (Elevator and Aileron Computer). Este componente es vital, ya que traduce las órdenes del piloto a los controles de vuelo, y cualquier error en su funcionamiento podría tener consecuencias graves.
El impacto en el futuro de Airbus
Los problemas para Airbus no acaban aquí. Un nuevo defecto detectado en los paneles del fuselaje de varios aviones en fase de entrega ha llevado a la empresa a realizar inspecciones exhaustivas. Esta nueva revisión, derivada de «un problema de calidad de los proveedores», ha resultado en que 628 unidades deban ser examinadas. Aunque Airbus asegura que el tema no compromete la seguridad, el desafío logístico ha provocado que se esperen 790 entregas este año, en lugar de las 820 previstas.
El A320 representa una parte significativa de la producción de Airbus, con 392 de los 507 aviones entregados hasta el tercer trimestre perteneciendo a esta familia. Para colocar su importancia en contexto, incluso el avión del Papa es un A320, que también tuvo que ser actualizado de urgencia durante un viaje oficial.
Una lucha constante con la competencia
Mientras Airbus navega por estos turbulentos tiempos, Boeing también se encuentra en medio de sus propios desafíos. El B737MAX, la respuesta de Boeing al A320, ha tenido que lidiar con un historial tumultuoso de accidentes que llevaron a la paralización de su producción. Aunque Boeing ha modificado su enfoque y ha trabajado para recuperar la confianza del mercado, la situación sigue siendo complicada, sobre todo con el B777X, cuya entrega se ha retrasado hasta 2027.
Presiones en la Industria
Ambas empresas, Airbus y Boeing, enfrentan presiones adicionales en sus fábricas debido a un aumento en la demanda y una cadena de suministros aún golpeada por las secuelas de la pandemia. Airbus, en particular, ha implementado un plan de financiamiento para ayudar a sus proveedores a estabilizarse en esta nueva realidad.
Con informes indicando un retraso en la entrega de aviones que afectó a un récord de 17,000 unidades en 2024, las aerolíneas están reevaluando sus estrategias de crecimiento y renovación de flotas. La consulta de Oliver Wyman indica que el tiempo medio de entrega ha aumentado a 6.8 años, en comparación con los 4.5 años en 2018.
Conclusión
A medida que Airbus y Boeing luchan por recuperar su posición en un mercado cada vez más competitivo, ambas compañías son conscientes de que la calidad y la seguridad son sus máximas prioridades. La industria de la aviación está en medio de un cambio, y en esta carrera por mantenerse a flote, sólo el tiempo dirá quién logrará salir fortalecida.
