Este jueves, en pleno espíritu navideño, las bolsas de Estados Unidos y Europa se tomarán un respiro, siendo una de las pocas ocasiones del año en que permanecen cerradas, a excepción de los fines de semana. Con solo un par de sesiones y media restantes para cerrar el año, el S&P 500 ha brillado en 2025 con un aumento del 16%, superando en tres puntos la media de la última década. En Europa, la bolsa española destaca con una impresionante rentabilidad del 48%, alcanzando niveles que no se veían desde 2008.
Un panorama bursátil diverso
Mientras que en EE.UU. el liderazgo de la renta variable continúa dominado por el sector tecnológico por tercer año consecutivo, Europa presenta un espectáculo ágil y multifacético. La banca y el sector defensa han desatado un crecimiento notable, superando incluso a las tecnológicas del otro lado del Atlántico. Lamentablemente, las petroleras y los fabricantes de bienes de consumo no han tenido la misma suerte y han quedado rezagados, luchando contra el avance de la inflación.
La resistencia de la inteligencia artificial
A pesar del auge del sector tecnológico impulsado por la inteligencia artificial (IA), este año las empresas del área han visto un crecimiento del 25%, cifra que, aunque positiva, es considerablemente inferior a la de años anteriores. Un punto crítico fue el 27 de enero, cuando Nvidia experimentó una dramática caída en su valor de mercado, perdiendo lo que equivalía a 561.000 millones de euros. Desde entonces, aunque las compañías relacionadas con la IA se han recuperado, el mercado se ha vuelto más selectivo. Más de la mitad de los gestores de fondos, según una encuesta de Bank of America de noviembre, advierten sobre la posibilidad de una burbuja en el sector.
Nvidia y Meta enfrentaron descensos significativos tras reportar un crecimiento de gastos en sus actuaciones, con caídas en su crecimiento en bolsa del 55% al 35% en el caso de Nvidia, y del 30% al 15% para Meta. Oracle, que llegó a tener un aumento del 90% en su valoración, ahora avanza un modesto 20%. Sin embargo, Alphabet, matriz de Google, ha superado el 60% de crecimiento, colocándose como un competidor notable en el mercado de chips de IA.
La banca, motor del crecimiento
El sector bancario ha tenido un rendimiento extraordinario, con un avance del 40% en Europa, convirtiéndose en el impulsor de la bolsa española. Los gigantes del sector como Santander, BBVA y CaixaBank han reportado ganancias récord, con incrementos de 120%, 110% y 100% en sus acciones, respectivamente.
Lucía Gutiérrez-Mellado, directora de Estrategia de JP Morgan AM en España, comentó que «ha sido un año extraordinario para los bancos, gracias a balances más sólidos tras años de crisis y tipos de interés más favorables». Esto ha permitido a estas entidades realizar pagos generosos a los accionistas mediante dividendos y programas de recompra de acciones que alcanzan hasta 4.000 millones de euros.
El auge de la defensa en tiempos de tensión
En respuesta a las crecientes tensiones geopolíticas, Europa ha intensificado su rearme, lo que ha impulsado de manera notable las acciones del sector militar. En lo que va del año, este sector ha mostrado una rentabilidad del 55%, superando con creces el rendimiento de otros sectores.
Dirk Steffen, director de Inversión de Deutsche Bank en Europa, indicó que «el aumento en las acciones de defensa responde a la necesidad de inversión en seguridad, impulsada por la actual situación en Europa». Empresas como Indra han visto un aumento del 180%, con Rheinmetall y Saab también destacándose en el mercado.
Bienes de consumo: un país en desaceleración
A pesar del brillo de los mercados, el consumo en EE.UU. se ha visto afectado por la inflación. El sector de bienes de consumo solo ha crecido un 2%, lo que está por debajo de la inflación actual. Empresas como Procter & Gamble han registrado caídas significativas, mientras Walmart y Coca-Cola se han destacado por mantener sólidas cifras de venta.
Las petroleras enfrentan desafíos
La demanda de petróleo ha caído por debajo de la producción, presionada por un exceso de oferta tanto de la OPEP como de otros grandes productores. En 2025, el precio del crudo se ha reducido a sus niveles más bajos en cuatro años. Las empresas petroleras en EE.UU. han tenido un rendimiento de solo un 2.5%, mientras que en Europa han logrado un crecimiento del 15%. A pesar de los márgenes de refinación competitivos, la situación del mercado sigue siendo incierta.
En conclusión, el panorama financiero se presenta como un paisaje diverso en 2025, con sectores que brillan mientras otros luchan por mantenerse a flote. En estos tiempos de cambio, la capacidad de adaptación y estrategia será fundamental para los inversores y empresas por igual.
