Desde el apagón masivo del 28 de abril, Red Eléctrica Española (REE) ha estado operando bajo un régimen de gestión reforzada que ha implicado un gasto extraordinario de 422 millones de euros entre mayo y octubre. Esta cifra representa un 2,34% de los aproximadamente 18.000 millones de euros en costes totales del sistema eléctrico español durante ese periodo, según un comunicado de la compañía de Redeia.
Desviación hacia la energía convencional
Con el propósito de estabilizar el suministro y prevenir nuevas fluctuaciones, Red Eléctrica ha priorizado la generación de energía a partir de fuentes convencionales, específicamente las centrales de ciclo combinado, que utilizan gas natural. Los datos revelan un aumento de más del 50% en su producción, pasando de 16.623 GWh a 25.114 GWh en comparación con el año anterior. Sin embargo, este aumento también se debe a otros factores, como la inactividad de dos centrales nucleares y la variabilidad de las condiciones climáticas.
En los primeros tres trimestres del año, el 0,8% de la energía renovable generada no pudo integrarse en el sistema por razones de seguridad, lo que se conoce como «vertidos técnicos». Este fenómeno ha crecido debido al aumento en la capacidad instalada de energías renovables. Sin embargo, la compañía no ha proporcionado estimaciones sobre los «vertidos económicos», que son aquellos que no ingresan al sistema por razones de mercado.
Impacto en el precio de la energía
Durante octubre, el coste adicional de la programación reforzada significó un 2,9% sobre el precio final de la electricidad de ese mes, que se situó en 95,01 €/MWh. En respuesta a este incremento, el Gobierno ha aprobado un nuevo decreto con la finalidad de aliviar este coste que recae sobre los consumidores.
A pesar de este esfuerzo, el 8 de octubre se reveló en una consulta pública de la CNMC que, en las semanas previas, se habían registrado nuevas oscilaciones en la tensión del suministro eléctrico, poniendo en jaque la integridad del mismo.
La CNMC asociaba estas oscilaciones a cambios bruscos en la generación, especialmente la renovable, así como a la lentitud en la respuesta de los sistemas de control de tensión. En consecuencia, Red Eléctrica ha mantenido vigente el régimen de programación reforzada desde el 30 de abril, con la intención de sostenerlo hasta que se implementen las medidas normativas propuestas en su informe sobre el incidente o hasta que se estabilice el comportamiento de los participantes del sistema eléctrico en función de los requisitos de control de tensión.
Este contexto plantea interrogantes sobre el futuro de la estabilidad en el suministro eléctrico y el papel de las energías renovables en el sistema. La situación exige una atención constante y un enfoque proactivo para garantizar un suministro seguro y eficaz.
