En un mundo donde la transición ecológica y la transformación digital son cada vez más urgentes, la innovación trasciende el ámbito del sector privado. Las administraciones públicas han empezado a jugar un rol proactivo, no solo como financiadoras y reguladoras, sino como promotoras y primeras usuarias de frescas soluciones tecnológicas aún por comercializar. En este contexto, la Compra Pública de Innovación (CPI) se presenta como una herramienta clave para revitalizar el sector público mediante la contratación de soluciones novedosas. Este enfoque no solo revitaliza los servicios públicos, mejorando tiempos de respuesta y eficiencia, sino que también fomenta un ecosistema de innovación abierta, impulsando el crecimiento económico y beneficiando a la sociedad en su conjunto.
Desde este marco, coincidiendo con su ciclo estratégico 2024-2027, el Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI), la Agencia de Innovación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades de España, celebrará el Foro Iberoamericano de Compra Pública de Innovación e Innovación Abierta. Este foro, que tendrá lugar del 19 al 21 de noviembre de 2025 en Granada, busca fortalecer la colaboración entre los actores clave de la CPI, incluidos administraciones, universidades, empresas y consultorías especializadas. Se establecerá un puente de cooperación internacional con el ecosistema iberoamericano, acelerando la generación de soluciones disruptivas y sostenibles que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos.
Tipos de Compra Pública de Innovación
Dentro de la CPI hay tres modalidades principales: **Compra Pública de Tecnología Innovadora (CPTI)**, **Compra Pública Precomercial (CPP)** y **Asociación para la Innovación (AI)**. La CPTI implica la adquisición de soluciones tecnológicas que se encuentran en etapas avanzadas de desarrollo (entre TRL 7 y TRL 9). Por otro lado, la CPP permite contratar servicios en fases tempranas (TRL 4 a TRL 7) enfocados en crear prototipos específicos que sean evaluados por las administraciones. Este modelo de CPP conduce a una cooperación eficaz entre el sector público y privado, favoreciendo unas condiciones más equitativas. Finalmente, la AI se organiza en etapas secuenciales en colaboración con socios, facilitando el desarrollo de soluciones que eventualmente serán adquiridas por la entidad pública.
Lo más destacable es que la CPI no está reservada solo para grandes organismos. Cada entidad pública con capacidad de contratación y deseo de modernización puede utilizar esta herramienta, convirtiéndose así en un cliente de referencia y abriendo nuevas oportunidades de internacionalización para las empresas innovadoras. Este mecanismo no solo favorece soluciones más eficaces, sino que también se integra en la política de innovación nacional, actuando como un pilar estratégico.
Avance y Retos de la CPP en España
La CPP ha ido avanzando en España con un aumento notable en proyectos, financiación y participación empresarial. Desde 2019, el CDTI ha gestionado 25 iniciativas de CPP, con un total licitado de 425,2 millones de euros. El impulso en gran parte ha provenido de fondos europeos, que han cofinanciado la mayoría de los proyectos. Por ejemplo, inicialmente se movilizaron 169,2 millones gracias a los fondos FEDER entre 2014 y 2027.
Los sectores prioritarios de la CPP se distribuyen predominantemente en salud (32%), seguido de seguridad (16%), energía (12%) y gestión de aguas (8%). Desde 2019, un total de 263 entidades han participado en estos procesos, mayormente pequeñas y medianas empresas, destacando que las grandes empresas tienen una mayor tasa de éxito en los contratos debido a su experiencia y recursos.
A pesar del progreso, la CPP enfrenta barreras. La complejidad de los procesos de licitación y la falta de formación en algunas administraciones públicas muestran que aún hay mucho por mejorar. Resolver estos desafíos es crucial para fomentar un acceso más inclusivo a la innovación.
Impacto de la Compra Pública de Innovación
La CPP tiene el potencial de convertirse en un catalizador de cambio dentro del ecosistema de innovación en España. Su capacidad para cerrar la brecha entre investigación y mercado es invaluable. También promueve un modelo de innovación abierta donde los diversos actores, como empresas, universidades y centros tecnológicos, trabajan juntos. Esto favorece que las pequeñas y medianas empresas accedan a procesos de licitación más complejos y escala de crecimiento en el competitivo mercado de la innovación.
Por otro lado, se estima que iniciativas como el proyecto «PET Cerebral» mejorarán la atención sanitaria al desarrollar tecnologías avanzadas para diagnósticos neurológicos. La CPP permite además atender necesidades emergentes, como la mejora de procesos en la investigación forense, fortalezas vitales en la lucha contra el crimen organizado.
Al final del día, la CPP no solo facilita la adquisición de soluciones innovadoras, sino que se propone transformar el panorama de la contratación pública, habilitando un futuro donde la ciencia, la tecnología y la sostenibilidad en conjunción fortalezcan el tejido económico del país.
Así, la Compra Pública de Innovación se perfila como una estrategia integral que no solo responde a necesidades actuales, sino que posiciona a España como un referente en la innovación y la sostenibilidad en el contexto europeo y global.
