En noviembre de 2025, de los 13,746 fundadores que figuran en la base de datos de Ecosistema Startup, solo 2,380 son mujeres. Esta cifra, que representa el 17%, es un patrón que se repite incansablemente en diferentes formatos empresariales. Se observa un 17% en equipos mixtos y un 19% entre emprendedores individuales, como si una barrera invisible frenara el avance femenino en el mundo del emprendimiento.
La desigualdad se agudiza a medida que las empresas crecen. De las 9,022 empresas analizadas, únicamente 1,020 (11.3%) están fundadas solo por mujeres, en contraposición a 6,290 (69.7%) que son de hombres. Si nos enfocamos en las scaleups –empresas que han superado la fase inicial y están consolidando su crecimiento– la situación es aún más alarmante: solo 15 de 485 scaleups (3.1%) están lideradas por mujeres.
Este es el embudo: en España, el 17% de los emprendedores son mujeres, el 11.7% funda startups y solo el 3.1% logra escalar a scaleup.
CRISIS DE NACIMIENTOS: UNA DESIGUALDAD QUE PERDURA
El ecosistema emprendedor español enfrenta una crisis de natalidad que afecta a ambos géneros, pero que no logra cerrar la brecha existente. Después de alcanzar un hito de 1,918 startups en 2021, el sector ha sufrido una caída del 50.9%, finalizando 2024 con solo 942 nuevas empresas.
En el intervalo de 2020 a 2024, las mujeres han constituido un promedio del 18.6% de los fundadores de startups. En términos absolutos, el número de mujeres que fundaron startups disminuyó de 351 en 2021 a 166 en 2024, una caída del 52.7%. Aunque los hombres también han visto una bajada del 50.5%, el estancamiento en el 17% revela que las barreras estructurales perduran.
MAYOR EFICIENCIA, MENOR ESCALA: UNA PARADOJA INQUIETANTE
Las pocas scaleups fundadas únicamente por mujeres, que han logrado abrirse paso, facturan en media 13.6 millones de euros, sobrepasando los 8 millones de sus contrapartes masculinas y los 6.9 millones de las empresas mixtas. Sin embargo, el ratio de facturación por empleado es incluso más revelador: 567,591 euros para scaleups femeninas frente a 168,394 euros para las masculinas y 145,378 euros para las mixtas. Esto evidencia que las mujeres que logran superar las barreras construyen empresas tres veces más eficientes.
A pesar de esta eficiencia, la brecha de facturación es marcada: las 15 scaleups lideradas por mujeres totalizan 204 millones de euros, en comparación con los 3,186 millones de 397 scaleups dirigidas por hombres, lo que equivale a 15.5 veces más. En números, las empresas masculinas representan el 72.4% (10,872 millones de euros) de la facturación, mientras que las femeninas apenas alcanzan el 10.5% (1,576 millones). En el ámbito de las scaleups, esta concentración se traduce en un abrumador 77.3% frente al 5% para las empresas lideradas por mujeres.
La pregunta persiste: ¿son las mujeres que logran escalar realmente excepcionales o el sistema solo permite el acceso a las excepcionales? El histórico menor acceso al capital podría resultar en una selección más rigurosa de proyectos. Con menos inversión, solo los modelos de negocio más sólidos pueden sobrevivir. Además, estudios indican que las emprendedoras tienden a optar por estrategias más conservadoras, buscando rentabilidad sostenible en lugar de crecimiento acelerado.
Esther Molina, emprendedora y presidenta de Female Startups Leaders, menciona que muchas emprendedoras arrancan con gran impulso, pero se enfrentan a desafíos significativos al intentar escalar. En fases de transición, las empresas requieren capital sustancial, redes sólidas y acceso a recursos. Molina puntualiza tres obstáculos cruciales: el acceso a financiamiento, la conciliación laboral y familiar, y la falta de visibilidad histórica y mediática que afecte su credibilidad y oportunidades.
EL TALENTO NO ES EL PROBLEMA
Laura González-Estefani, fundadora y CEO de The Venture City, es tajante: «La diferencia no se encuentra entre los fundadores, sino en los inversores. Hay quienes pueden ver el talento más allá de prejuicios y quienes no». Para ella, es alarmante que algunos inversores no reconozcan la genialidad en un emprendedor, independientemente de su género.
González-Estefani resalta que las emprendedoras deben diversificar su búsqueda de financiamiento: «Hablar con al menos 100 inversores, tanto nacionales como internacionales, es crucial. En la diversificación está la oportunidad». A su juicio, España se ha estancado por exceso de precaución: «La mayor parte de la riqueza depende de octogenarios, pero eso cambiará. A veces, tocar fondo es la única forma de reinventarse».
Cuando se le pregunta por medidas efectivas, ella es clara: «Más acceso directo al capital y un sistema de selección más robusto por parte de las entidades que otorgan financiamiento son esenciales. Aunque la formación es importante, hay mucha teoría y poca práctica».
PATTERNS EN EL EMPRENDIMIENTO FEMENINO
Madrid y Cataluña concentran casi la mitad de todas las fundadoras en España: 605 y 676 respectivamente, abarcando el 48% del total. Sin embargo, al analizar los porcentajes, se destaca un hecho notable.
El País Vasco se sitúa a la vanguardia en inclusión, con un 19.8% de participación femenina (227 mujeres de 1,146 startups), superando los porcentajes de Madrid (16.4%) y Cataluña (17.6%). Este dato sugiere que el ecosistema vasco ha creado un ambiente propicio para las emprendedoras.
En contraste, La Rioja presenta el peor ratio con un 11.7% (7 mujeres de 60 startups), seguida de Valencia con un 14.7%, notablemente inferior a su estatus como tercer hub tecnológico en España.
En términos de sectores, las emprendedoras muestran un claro interés por áreas de impacto social. Segmentos como eHealth, Biotech, Edtech y Foodtech son los más populares entre mujeres fundadoras. Este enfoque sugiere que buscan emprender en campos donde pueden generar un impacto positivo, aunque también indica que aún existen barreras invisibles en sectores masculino-dominantes como fintech, ciberseguridad e infraestructura tecnológica.
