La Organización Mundial del Comercio (OMC) ha presentado su informe “Perspectivas y Estadísticas del Comercio Global”, y las noticias no son del todo alentadoras. Para el año próximo, se ha ajustado a la baja la previsión de crecimiento del comercio mundial de mercancías, con una expectativa de solo un 0,5%, en lugar del 1,8% previamente estimado.
Sin embargo, hay un rayo de esperanza para este año. Las proyecciones han mejorado notablemente, elevando el crecimiento del comercio mundial de un modesto 0,9% al 2,4%. Este aumento se debe principalmente al impulso en las importaciones anticipadas para eludir los aranceles impuestos por la administración Trump, así como a un fuerte gasto en infraestructura relacionada con la inteligencia artificial en América del Norte. A esto se suma la robustez de los intercambios comerciales entre otros países, que han superado las expectativas.
En cuanto a las regiones, Asia y África están a la vanguardia, mostrando el crecimiento más acelerado en sus volúmenes de exportaciones. Por otra parte, Europa está experimentando una desaceleración, y América del Norte prevé un descenso en su exportación. De acuerdo con la OMC, se anticipa que en 2026 todas las regiones enfrentarán un debilitamiento en sus importaciones.
La directora gerente de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala, explicó que «las medidas arancelarias están impactando el comercio». Sin embargo, la anticipación a aumentos tarifarios, la que se dio entre abril y agosto, ha hecho que los efectos negativos se retrasen hasta finales de este año y, sobre todo, hasta el siguiente.
En el ámbito del Producto Interno Bruto (PIB), la OMC prevé una ligera moderación en el crecimiento mundial, que pasará del 2,7% en 2025 al 2,6% en 2026. A pesar de esto, las proyecciones anteriores sugerían incrementos del 2,2% y 2,4% respectivamente.