Las autoridades españolas han implementado un avanzado sistema de vigilancia en las fronteras con Marruecos, utilizando drones, cámaras térmicas e iluminadores láser en Ceuta, Melilla e Islas Canarias. A pesar de los avances, el reconocimiento facial aún no está en funcionamiento en la frontera con Marruecos, debido a retrasos en su implementación según el sistema de Entradas y Salidas de la UE.

El uso de tecnologías basadas en inteligencia artificial es limitado, siendo más predominante en Canarias que en Ceuta y Melilla. Aun así, las decisiones en los controles fronterizos siguen estando en manos de los agentes, aunque se apoyan cada vez más en la información recopilada por estas tecnologías.

Ceuta y Melilla: la vigilancia desde ambos lados de la valla

En Melilla, se ha seleccionado al Grupo Thales para implementar un sistema de vigilancia que incluye cámaras de alta resolución, cámaras térmicas, iluminadores láser y software de supervisión remota. Los sensores térmicos y los drones son utilizados para detectar a personas que intentan cruzar la frontera a nado o saltar la valla, proporcionando información en tiempo real.

Islas Canarias: tecnología en la detección de pateras

En las Islas Canarias, el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) se utiliza para detectar la llegada de pateras, combinando cámaras electroópticas y radares conectados a una unidad central de control. El sistema ha sido mejorado con el programa Perseo, que utiliza inteligencia artificial para clasificar automáticamente las embarcaciones detectadas. Otro proyecto en desarrollo, iSAR, incorpora tecnología basada en IA para la detección de náufragos y embarcaciones peligrosas.

Equilibrio entre tecnología y derechos humanos

El uso de tecnología en las fronteras ha suscitado preocupaciones sobre posibles violaciones de derechos humanos, incluyendo el perfilamiento racial y obstáculos para acceder al asilo. El despliegue de estas tecnologías plantea el debate sobre si están contribuyendo a la vigilancia y control en lugar de la protección y el socorro de personas en movimiento.

La implementación de tecnología en las fronteras españolas representa un avance en los controles migratorios, pero también plantea interrogantes sobre el respeto a los derechos fundamentales de los migrantes. Es crucial encontrar un equilibrio que garantice la seguridad fronteriza sin vulnerar los derechos humanos.

Cámaras de vigilancia en un tramo de la valla que separa Melilla de Marruecos.
Cámaras de vigilancia en un tramo de la valla que separa Melilla de Marruecos – Foto por Pablo Blazquez Dominguez (Getty Images)