Badajoz acoge los días veintinueve y treinta de marzo el décimo aniversario de Forbes Hispano, la marca influyente y referente en el ambiente de los medios de tipo económico, empresariales y lifestyle.

Forbes aterriza en la urbe extremeña, la primera de las diez zonas españolas que recorrerá durante este año, con el propósito de hacer un llamamiento a la charla global, echando la vista atrás con un ojo puesto en la proximidad del presente e ilusionados con la expectativa del futuro.

Por ello, y con ocasión de esta celebración, Forbes repasa el tejido empresarial de la comunidad autónoma en la que la concentración de riqueza se antoja escasa, ya que solo contribuye con un nombre (el de Ricardo Leal Cordobés, dueño de Christian Lay) a la lista de Forbes de Los cien españoles más ricos 2022.

La zona es favorece para los negocios relacionados con el campo (como el cultivo de tomates y la producción de jamones y vinos), aunque sus emprendedores han hecho fortuna asimismo en campos como la banca y la energía.

Estos son los extremeños, muchos de tercera y cuarta generación, que capitanean las compañías familiares más boyantes de Badajoz y Cáceres.

Ricardo Leal Cordobés (Badajoz): una joya

Él es Christian Lay. O mejor dicho, el hombre tras Christian Lay, que es solo la denominación que ideó (sonaba internacional) para bautizar la compañía de joyería que creó en mil novecientos ochenta y uno, a los veintiseis años, tras comprobar que su trabajo por cuenta extraña en un taller del ramo le quedaba pequeño. Pronto, Leal metió la cabeza en otros campos, como el de la moda, las renovables (montó las plantas fotovoltaicas del estadio del RCD Espanyol, en Cornellà-El Prat, y la del camposanto de Montjuïc, los dos en Barcelona), la fabricación de cartón ondulado, la industria química o la agricultura y ganadería en su Extremadura natal, Huelva y Portugal.

El Grupo CL abarca hoy en día veintiuno empresas, tiene cerca de tres mil trabajadores repartidos en 13 países y facturó mil quinientos millones (último dato publicado). En los noventa, Leal y su paisano Alfonso Gallardo (natural asimismo de Jerez de los Caballeros, Badajoz) procuraron adquirir Galerías Preciados. En dos mil veinte adquirió a un fondo estadounidense, KKR, la siderurgia de Gallardo, en quiebra. Sus hijos Jesús y Víctor son consejeros del holding, lo mismo que el mayor, Miguel Ángel, quien además de esto ostenta el cargo de presidente de la Asociación Extremeña de la Empresa Familia.

Con un patrimonio de cuatrocientos cincuenta millones de euros (ciento cincuenta millones más que en dos mil veintiuno) y el puesto sesenta y uno en la lista de Forbes de 2022, Ricardo Leal es el empresario extremeño más rico.

Familia Vázquez (Badajoz): acá hay tomate

La de Manuel Vázquez Gimón es una vida dedicada al tomate. Fundó Conesa (Conservas Vegetales de Extremadura) en 1976, situada en la región Vegas Bajas del Guadiana (Badajoz) y dedicada al procesado de esta hortaliza. Hoy en día genera cien.000 toneladas de concentrado de tomate, cerca de veinticuatro toneladas de dados de tomate y cerca de siete mil toneladas de polvo de tomate. También fabrica dados de cebolla, fresa y oliva en polvo y comida para mascotas (a base de pieles y semillas desecadas).

En dos mil catorce, el Grupo Conesa adquirió Tomix, y en dos mil dieciseis, otras dos empresas del ámbito, Agro Conserveros y Agraz. La absorción de Agraz supuso un avance estratégico esencial, puesto que tenía factorías en Estados Unidos y China. Gracias a este movimiento, su volumen de facturación ha pasado de los ochenta millones a los doscientos millones de euros. Aunque ha dado un paso atrás en el día a día de la compañía, Manuel Vázquez Gimón acumula unos ochenta millones de euros. Son sus hijos Manuel (consejero encargado), Rogelio (consejero) y Rafael (responsable de Planificación y Fabricación) quienes llevan las bridas del negocio.

Familia Del Pueyo (Badajoz): la banca gana

En mil ochocientos noventa, en la calle Tiendas (hoy Virgen de Guadalupe) de Villanueva de la Serena (Badajoz), Javier del Pueyo y Pueyo, riojano que se había mudado con una parte de su familia a Extremadura, creó Banca Pueyo. Le asistieron sus hermanos Fernando, Catalina, Castro y Pantaleón. Los 5 murieron sin dejar descendencia, por lo que, a su muerte, el negocio pasó a sus sobrinos Luis y Ricardo, hijos de su hermano Gregorio, que se había quedado en la Sierra de Camero. Tras la muerte de Luis en mil novecientos cuarenta y uno, Ricardo se transformó en presidente y accionista primordial. Fue quien en mil novecientos cincuenta y seis formó la organización como sociedad anónima, mas no pudo verla crecer: un par de años después murió. Emilio Botín deseó entonces adquirir el banco, mas la familia lo retuvo. Antes a la inversa, Petra Cortijo Álvarez, viuda de Ricardo, aceptó la dirección (fue la primera presidente de un banco en España) y a lo largo del decenio siguiente el consejo de administración estuvo formado íntegramente por mujeres: la propia Petra, ciertas de sus hijas y sus cuñadas.

Tras la renuncia de Petra en mil novecientos sesenta y ocho, dos de sus hijos se pusieron al frente: Ricardo y Javier. Hasta un año después, el banco no abrió su primera oficina fuera de Villanueva de la Serena (en Orellana La Vieja). Cuatro generaciones de los Pueyo han pasado por la entidad, que ya tiene ciento veintidos oficinas repartidas entre otras muchas localidades extremeñas, Madrid y Sevilla.

En el presente, el accionariado del banco está dividido en dos bloques, uno formado por 6 hijos de Ricardo y Petra (los ya convocados Ricardo y Javier, aparte de Guadalupe, Concepción, María Luisa y Josefina; controlan el 66,6% del capital), y otro por Mercedes y Petra del Pueyo (poseedoras del dieciocho con ocho%). Javier es el presente presidente, al paso que su hijo Javier del Pueyo Villalón, bisnieto del creador, le secunda como vicepresidente.

Rafael Carranza Erquicia (Badajoz): más tomate

Es el director de Transa (Transformaciones Agrícolas de Badajoz), empresa de Villanueva de la Serena que asimismo saca jugo a los ricos tomates extremeños. La creó en mil novecientos sesenta y cinco su padre, Rafael Carranza Vilallonga, hijo a su vez del insigne Ramón de Carranza y Gómez-Pablos, Marqués de Sotohermoso, terrateniente gaditano, regidor de Sevilla a lo largo de la Guerra Civil y presidente del Sevilla FC entre mil novecientos cincuenta y siete y mil novecientos sesenta y uno.

Transa empezó convirtiendo tomate fresco en concentrado y en mil novecientos setenta y dos comenzó a fabricar tomate en polvo. Rafael, además de esto, participa en sociedades como Inversiones y Proyectos Quembre, Balder Inversiones, Gestión Empresarial Igay, Cultivos del Zújar, el holding Gonferja y encabeza Patrimagri. Es dueño de la yeguada sevillana Carranza Erquicia. 

Alfonso Gallardo (Badajoz): la otra cara del éxito

En la lista Forbes de Los cien españoles más ricos de dos mil diecisiete Alfonso Gallardo aparecía en el puesto #72 con un caudal de cuatrocientos millones. El nombre del industrial pacense desapareció en consecutivas clasificaciones. La razón: la Siderúrgica Balboa, la que formó, quebró. En un primer instante, fue a parar a manos del fondo estadounidense KKR y, poco después, era adquirida por su paisano y amigo Ricardo Leal.

Ejemplo de hombre hecho a sí mismo, Gallardo comenzó a trabajar con 15 años de carbonero y chatarrero ya antes de montar su empresa (corrían los años sesenta). Fabricó cilindros laminados, adquirió factorías en Madrid y Asturias y, en los noventa, estableció la siderúrgica, que llegó a absorber otra acería en Alemania. Algunos de sus proyectos se frustraron, como su intento de edificar una refinería de petróleo en Tierra de Barros y la adquisición del Grupo Zeta, que llegó a plasmarse en un preacuerdo. La siguiente crisis de la construcción elevó su deuda, que trató de capear primero vendiendo a KKR sus negocios cementeros (Cementos Balboa) y papelero (Papresa) y, después, la siderúrgica.

Familia Manzano Otero (Cáceres): con mucha energía

Son los dueños de Laura Otero SA, empresa que se dedica a la distribución de energía eléctrica desde 1902. El primer dueño fue Antonio Otero, a quien sucedió su hijo Eugenio. No fue hasta mil novecientos sesenta y siete cuando Laura Otero Parras se puso al mando, y tras su jubilación, en mil novecientos noventa y uno, la compañía se transformó en sociedad anónima y matriz de filiales como Energía de Miajadas, Laura Otero Instalaciones y Miajadas Telecom.

Dispone de 7 plantas solares fotovoltaicas y comercializa energía eléctrica como agente de CHC Energía. El conjunto asimismo acoge desde dos mil dieciocho Lácteos de Búrdarlo, que, bajo la marca Pastovelia, genera quesos de la denominación de origen Torta del Casar.

El clan prosigue mandando en el consejo de administración, con Eugenio Manzano Otero en funciones de CEO.

Familia Carmona Estévez (Badajoz): limpiamente

Con sede en Guareña (Badajoz), Inquiba (Industrias Químicas de Badajoz) es un conjunto de empresas familiar experto en 3 sectores: la fabricación de productos de cuidado personal (mediante la marca Inquiba), cápsulas líquidas de limpiador y lavaplatos (Icap) e higiene personal (Ibell).

La compañía la creó en mil novecientos setenta Juan Carmona Estévez, quien dio sus primeros pasos (mejor sería decir “pedaladas”, puesto que lo hacía en bici) vendiendo jabones a domicilio.

En mil novecientos ochenta y uno la planta padeció un grave incendio, que forzó al traslado el año siguiente a nuevas instalaciones.

Juan Carmona Béjar, hijo del creador, es quien hoy en día ejercita de directivo gerente de la compañía. En dos mil veintiuno su facturación fue de ciento sesenta y dos millones.

Hermanos Contreras Barragán (Badajoz): jamón, jamón

En la localidad pacense de Monasterio el jamón es sagrado. Alberga un museo dedicado a este manjar, acoge la celebración del Día del Jamón (que lleva más de treinta ediciones) y hasta una senda corredor en honor del derivado porcino. Y, asimismo, la factoría de Victoriano Contreras Barragán Hermanos, capitaneada por Rafael, Victoriano y José Contreras.

La historia de la compañía se remonta a mil novecientos veinte, cuando su padre, Gregorio Contreras, abrió una tienda de ultramarinos, parte de la que destinaba a generar jamones y embutidos de manera artesanal. Ese espíritu natural prosigue empapando la producción, si bien de los cincuenta metros cuadrados del comercio original hayan pasado a los cinco mil de su planta actual.

Familia Naranjo (Badajoz): da sus frutos

En Extremadura bastante gente sabe de campo, mas los conocimientos de Atanasio Naranjo superan sobradamente la media. Antes de fundar su primera empresa, Vivero VIAN Nature, viajó por Italia, Francia y Chile para aprender técnicas nuevas de explotación agrícola. Ejerció, además de esto, de maestro en las Escuelas Familiares Agrarias (EFA).

TanyNature, la compañía que encabeza y que le ha ubicado entre los patronos más preeminentes de la zona, está experta en fruta de hueso, englobando toda la cadena de valor, desde la producción de planta de vivero (en dos mil ochocientos hectáreas de cultivos) a la comercialización de la fruta (sesenta millones de kilogramos generan anualmente), que exportan nada menos que a cuarenta y ocho países.

Escoltan a Atanasio en la organización sus hijos Atanasio Jr. (responsable de Operaciones), José María (directivo de Marketing y Desarrollo de Mercados) y Jorge (responsable de Investigación y Desarrollo).

Otras empresas familiares extremeñas

Entre las familias de empresarios extremeños asimismo ocupan sitio distinguido Manuel y Óscar Marín (padre e hijo), dueño y directivo general respectivamente de Líder Aliment, en Zafra, Badajoz (la compañía tras la marca Spar); los Cabanillas, Jesús, Ismael y Nemesio, dueños de Caver (agroalimentaria), en Valdelacalzada (Badajoz); los Sánchez, que crearon Narval en mil novecientos ochenta (transportes frigos), con sedes en Mérida y otras 12 urbes españolas, aparte de Lisboa; los López Morenas, de las Bodegas López Morenas, creadas en mil novecientos cuarenta y tres en Fuente del Maestre (Badajoz); Susana y Maribel Rodríguez, dueñas de Friex (refrigeración y climatización para empresas), cuya central se sitúa en Don Benito (Badajoz); los Pitarch, que lideran la eléctrica que lleva su apellido desde mil novecientos treinta y cinco, con oficina primordial en Cáceres; los García Matías, dedicados en Hostelrex a administrar franquicias de restauración (su domicilio social está en Cáceres); y Víctor y Alejandro Martínez, hijos de Atiliano y Antonio, que en mil novecientos ochenta y tres abrieron el primero de los talleres mecánicos de los que hoy integran el extenso Grupo Atianmar, que ha salido de Badajoz para llegar a Perú, Portugal y Malta.