La premisa es demasiado jugosa para no continuar mirando: “Cómo ganar 100 euros al día con ChatGPT”. El chivatazo viene de un youtuber que tiene su canal lleno de vídeos sobre como “alcanzar la libertad financiera”. En los últimos tiempos, a los consejos para invertir en criptomonedas, crear un negocio on-line sin gastar un solo euro o conseguir dinero sin moverse del sofá de casa se ha sumado la inteligencia artificial generativa (IA), la tecnología en boca de todos. “Os voy a enseñar cuatro formas con las que aumentar nuestros ingresos de forma exponencial con ChatGPT”, asegura el youtuber, que amontona más de quinientos mil de seguidores en su canal. Lo que prosigue es una serie de estrategias supuestamente fáciles para conseguir dinero sin esmerarse demasiado, ya que es el programa de inteligencia artificial quien va a hacer todo el trabajo por él.
Los titulares de estos vídeos que en las últimas semanas se han multiplicado en YouTube y TikTok son todos del mismo estilo: de qué manera conseguir dinero con ChatGPT comenzando con cero euros; de qué manera volverse millonario conforme ChatGPT; ganamos veintisiete euros en diez días merced a ChatGPT o listas de 3, 4, 5 o más formas de conseguir dinero con este programa de IA. Los mismos autores de contenidos que el día de ayer daban consejos sobre de qué manera invertir en bitcoin, hoy se han subido a la ola de la inteligencia artificial, la tecnología que ha monopolizado la atención de la comunidad científica internacional por las posibilidades supuestamente infinitas, y los peligros, que implica su veloz avance. Sin embargo, tratándose de dar consejos de inversión, ChatGPT sí que conoce límites. A las preguntas de de qué manera o dónde invertir una determinada cantidad de dinero, el programa responde de forma genérica, aconsejando cuentas de ahorros o bonos del Estado (esto es, inversiones seguras) o aduce no poder efectuar transacciones financieras ni administrar asesoramiento en tiempo real. Entonces, ¿de qué manera es posible ganar cien euros al día con ChatGPT?
“Simplemente, no se puede”, responde Juan Ignacio Crespo, financiero y analista económico. El especialista, que ha trasteado mucho con esta herramienta para testear su potencial, explica que cuanto más precisas son las preguntas, más lo son las contestaciones de ChatGPT: “No puede recomendar una buena inversión en bolsa. Esto no quita que si le das unos criterios, te pueda dar unos valores que de alguna forma pueden servir para orientarte. Pero la idea de que se pueda ganar dinero sin esfuerzo es irreal, sobre todo porque si alguien de verdad hubiese encontrado la forma de volverse rico con ChatGPT, no la compartiría con todo el mundo”.
Esto no quita que la inteligencia artificial no pueda ser una herramienta útil en el día a día de ciertos profesionales, incluyendo los pequeños emprendedores que terminan de iniciar un negocio. “Los modelos lingüísticos eficientes pueden proporcionar información, orientación, así como crear planes de negocio, estudios de mercados y estrategias de marketing”, reconoce Frank Schwarz, de la firma MainFirst. Sin embargo, el especialista agrega que “tener una idea brillante por sí solo no garantiza un negocio próspero”, ya que la participación humana prosigue siendo un requisito esencial para convertir posibles ideas de negocio, surgidas por poner un ejemplo de ChatGPT, en realidades tangibles.
Los especialistas consultados coinciden en que los ingresos de estos influencers no derivan de las estrategias que fomentan, sino más bien de las visualizaciones que consiguen en sus vídeos de consejos. Muchas veces, aun, redirigen a la audiencia a webs y programas con modelos de pago, de quienes reciben una pequeña compensación. “Una persona que tiene unas redes cuidadas y que ha comenzado a tener notoriedad podrás hacer uso de algunos de estos consejos para eficientar su forma de trabajar. Pro la realidad para el resto de usuarios es que muchas de las propuestas no les ayudará a obtener beneficios como los prometidos”, explica un portavoz del banco Sabadell.
Autoeditar un libro en 5 minutos
Además de los consejos de inversión poco rentables, hay otro esquema que se repite en la mayor parte de los vídeos virales sobre de qué manera conseguir dinero con la inteligencia artificial. En sitio de montar un negocio desde cero, los autores de estos contenidos recomiendan emplear plataformas de autónomos y dejar que sea ChatGPT el que haga toda la tarea por ellos: traducir un texto, plegar un vídeo, redactar el guion para un anuncio promocional o crear una boletín de noticias de pago. Todo sin aportar nada en primera persona.
Una de las páginas más mentadas es Studypool, donde estudiantes solicitan ayuda para realizar sus labores. En este caso, la forma de conseguir dinero es darse de alta como tutores y responder a las solicitudes de los estudiantes, o poner en venta ensayos. Mejor dicho, dejar que sea la inteligencia artificial quien escriba las contestaciones y los documentos, pese a que la plataforma veta de manera expresa el uso de ChatGPT.
Otras de las formas más mentadas es poner en venta libros en Amazon KDP, la plataforma digital del gigante tecnológico estadounidense para la autoedición. También en un caso así, los youtubers le solicitan a ChatGPT que escriba el libro desde cero —una labor mucho más difícil de lo que hacen pensar en sus vídeos, ya que el programa tiene la tendencia a producir textos muy breves, aun cuando se le solicita de manera expresa un número de palabras o capítulos—. Con la ayuda de otros programas de inteligencia artificial, como Dall-E o Midjourney, se producirán las imágenes y la portada del libro. Después de esto, al autor solo le queda aguardar a que alguien decida cotejarlo y facturar.
Benjamín Martínez, estudiante de ingeniería comercial de veintiuno años, ha aguardado a lo largo de una semana a que llegasen a su cuenta corriente los ingresos de la venta de su libro creado con ChatGPT. Tras haber visto decenas y decenas de estos contenidos en YouTube y TikTok, decidió poner a prueba ciertas estrategias más populares y ver cuánto lograba facturar en los primeros 7 días. “Desde el primer momento me pareció obvio que es imposible ganar dinero así. Y que el verdadero objetivo de esta gente es obtener visitas a sus canales, esta es la forma que tienen de lucrarse”, explica por teléfono.
Su sorpresa, por ende, fue nula cuando tras una semana examinó sus carteras virtuales en Studypool y Amazon KDP y descubrió que no había recibido ni un dólar. “No solamente no había vendido nada. Nadie había llegado a encontrar mi libro ni mis ensayos. Estas páginas están tan saturadas que es casi imposible que alguien llegue a tus productos”, agrega. Para cerrar el círculo, su experimento se convirtió en un vídeo. Desde su publicación, ya hace un par de meses, vuelve una vez a la semana a supervisar el estado de su cuenta para saber si el tiempo ha dado la razón a los finfluencers: prosigue en cero.
Santander (España), 1985. Después de obtener su licenciatura en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, decidió enfocarse en el cine y se matriculó en un programa de posgrado en crítica cinematográfica.
Sin, embargo, su pasión por las criptomonedas le llevó a dedicarse al mundo de las finanzas. Le encanta ver películas en su tiempo libre y es un gran admirador del cine clásico. En cuanto a sus gustos personales, es un gran fanático del fútbol y es seguidor del Real Madrid. Además, ha sido voluntario en varias organizaciones benéficas que trabajan con niños.