Meta ha tomado la decisión de no implementar en Europa sus nuevos modelos de inteligencia artificial generativa, los cuales tienen la capacidad de crear contenidos a partir de instrucciones escritas. Esta elección se fundamenta en la percepción de la compañía, con sede en Menlo Park, de una intervención excesiva de la Unión Europea en su industria a través de una compleja normativa regulatoria.
En este sentido, un portavoz de la empresa tecnológica expresó: «En los próximos meses lanzaremos un modelo denominado Llama multimodal, pero no estará disponible en la UE debido al entorno regulatorio impredecible». Esta nueva versión de Llama tendrá la capacidad de procesar vídeos, audios, textos e imágenes, y podrá ser utilizada desde teléfonos móviles o desde las gafas inteligentes Meta Ray-Ban.
A pesar de que el modelo Llama será lanzado con licencia abierta, las empresas europeas no podrán hacer uso de él. De la misma forma, aquellas compañías ubicadas fuera de la Unión Europea que incorporen esta herramienta no podrán ofrecer sus servicios relacionados en territorio europeo. No obstante, Meta tiene previsto introducir en la UE una versión únicamente de texto de su modelo Llama 3, según fuentes internas de la empresa.
Esta decisión de Meta surge poco tiempo después de haber anunciado la renuncia al uso de datos de sus usuarios de Facebook o Instagram para entrenar sus modelos de inteligencia artificial. Dicha medida se dio en el contexto de una investigación llevada a cabo por la autoridad de protección de datos de Irlanda, donde la compañía tiene establecida su sede en Europa.
Por su parte, Apple también indicó recientemente que no implementará en Europa todas las nuevas funcionalidades basadas en inteligencia artificial en las que está trabajando, al considerar que algunas de estas características podrían entrar en conflicto con la normativa europea.
Desafíos en el ámbito regulatorio
La compañía ha mantenido reuniones con integrantes de la Comisión Europea para presentar su nueva política de recopilación de datos destinada al entrenamiento de su inteligencia artificial. Asimismo, ha informado a los usuarios sobre cómo pueden evitar que se utilicen sus datos en dichos procesos de entrenamiento, un procedimiento que ha sido criticado por su complejidad. Todo esto habría influido en la decisión de no desplegar sus modelos avanzados de IA en territorio europeo.
Recientemente, la Comisión Europea acusó a Meta de infringir la Ley de Mercados Digitales (DMA, por sus siglas en inglés) con su enfoque de «pago o consentimiento», el cual permite a los usuarios de Facebook e Instagram evitar la publicidad personalizada mediante el pago de una tarifa mensual. Meta tendrá la posibilidad de presentar alegaciones y la Comisión resolverá en un plazo de 12 meses, con la posibilidad de imponer una multa equivalente al 10% de su facturación anual, que rondaría los 13.000 millones de euros.
Por otro lado, la Junta Europea de Protección de Datos determinó a finales del año pasado que Meta no podía continuar procesando los datos personales de sus usuarios con el fin de ofrecerles publicidad adaptada a sus perfiles.
En los últimos años, la Unión Europea ha establecido una arquitectura regulatoria innovadora a nivel mundial para proteger a sus ciudadanos ante el creciente poder de las grandes tecnológicas. Con la implementación del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) en 2018, se estableció la obligación de informar a los usuarios sobre qué datos se recopilan y con qué propósito.
Además, con la introducción de las normativas de la Ley de Servicios Digitales (DSA) y la Ley de Mercados Digitales (DMA), se han establecido mecanismos de transparencia y rendición de cuentas específicamente dirigidos a las grandes tecnológicas, entre las cuales se encuentra Meta. Por último, el Reglamento de Inteligencia Artificial, aprobado a principios de este año y con entrada en vigor el 1 de agosto, representa el tercer pilar de esta estructura de defensa.
La decisión actual no es el primer desafío que Meta ha planteado a los legisladores europeos. En febrero de 2022, la empresa insinuó la posibilidad de abandonar Europa, lo que habría implicado que los ciudadanos europeos no pudieran acceder a Facebook, Instagram o WhatsApp, si la legislación no era favorable. Este escenario se planteó en el contexto de un importante litigio entre las grandes tecnológicas y la Unión Europea, relacionado con la posibilidad de alojar los datos de los ciudadanos europeos en territorio estadounidense, lo que supondría evitar la estricta normativa europea. Finalmente, en el año siguiente se alcanzó un acuerdo entre Estados Unidos y la Unión Europea, y Meta decidió permanecer en el continente.
Santander (España), 1985. Después de obtener su licenciatura en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, decidió enfocarse en el cine y se matriculó en un programa de posgrado en crítica cinematográfica.
Sin, embargo, su pasión por las criptomonedas le llevó a dedicarse al mundo de las finanzas. Le encanta ver películas en su tiempo libre y es un gran admirador del cine clásico. En cuanto a sus gustos personales, es un gran fanático del fútbol y es seguidor del Real Madrid. Además, ha sido voluntario en varias organizaciones benéficas que trabajan con niños.