Un pasajero, en un vehículo sin conductor de la empresa Waymo (Google) en el centro de San Francisco (Estados Unidos) el pasado diciembre.
Un pasajero, en un vehículo sin conductor de la empresa Waymo (Google) en el centro de San Francisco (Estados Unidos) el pasado diciembre.Carlos Rosillo

Los avances en tecnología automotriz han llevado a un debate constante sobre la seguridad vial y el papel que juegan los vehículos autónomos en la reducción de accidentes. Un reciente estudio publicado en Nature Communications revela que los coches sin conductor son más seguros que aquellos conducidos por personas, excepto en situaciones específicas.

Según Mohamed Abdel-Aty y Shengxuan Ding, investigadores de la Universidad Central de Florida, los vehículos autónomos han demostrado ser más eficaces en la prevención de colisiones que los coches tradicionales, gracias a su capacidad de analizar rápidamente el entorno y tomar decisiones basadas en datos con sistemas avanzados de sensores y software.

El estudio indica que los sistemas autónomos reducen significativamente las posibilidades de accidentes, pero aún enfrentan desafíos en giros y condiciones de baja visibilidad, donde los conductores humanos superan en eficacia a la tecnología. Es crucial mejorar la percepción y la detección de peligros, así como desarrollar programación y mecanismos a prueba de fallos.

Los investigadores proponen estrategias clave para optimizar la seguridad en los vehículos autónomos, como la fusión de sensores, el uso de tecnologías avanzadas de detección, algoritmos predictivos y la comunicación vehículo a todo (V2X) para compartir información sobre potenciales riesgos en tiempo real.

Además, se está trabajando en dotar a los vehículos de una mejor percepción visual similar a la humana y en reducir la latencia en las respuestas a eventos. Estos avances tecnológicos, junto con la integración de inteligencia artificial y sistemas de visión más precisos, buscan hacer que los vehículos autónomos sean más seguros y eficientes en diversas condiciones de conducción.

En última instancia, el objetivo es lograr la autonomía completa en los vehículos (Nivel 5), donde no se requerirá intervención humana. Aunque existen desafíos significativos por delante, como el desarrollo de algoritmos avanzados y la actualización de la infraestructura, los avances en tecnología sugieren que los vehículos autónomos podrían ser parte fundamental de un futuro más seguro en las carreteras.