Hace un par de años, la ex ingeniero de datos de Facebook Frances Haugen publicó La verdad sobre Facebook, una reveladora disección de los mecanismos internos con los que las redes sociales han contribuido a hacer de la nuestra la era de la polarización política. La cómplice en el cosmos Meta ofreció entonces detalles de una asamblea mantenida con responsables de partidos europeos que se resistían a aplicar en las redes sociales la fórmula mágica con las que veían de qué manera conjuntos ultras en el mundo entero estaban ocupando el espacio digital. El algoritmo no premiaba, ni lo hace hoy, la cortesía o la moderación, sino más bien el insulto, la mofa o las expresiones de odio al contrincante político. “Nos estáis haciendo tomar posturas que no nos gustan, que son malas para la sociedad, pero si no lo hacemos no ganaremos en el mercado de las redes sociales”, venían a lamentarse, desconcertados, los partidos usuales frente a los jefes de Facebook.
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Santander (España), 1985. Después de obtener su licenciatura en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, decidió enfocarse en el cine y se matriculó en un programa de posgrado en crítica cinematográfica.
Sin, embargo, su pasión por las criptomonedas le llevó a dedicarse al mundo de las finanzas. Le encanta ver películas en su tiempo libre y es un gran admirador del cine clásico. En cuanto a sus gustos personales, es un gran fanático del fútbol y es seguidor del Real Madrid. Además, ha sido voluntario en varias organizaciones benéficas que trabajan con niños.