Las ciberestafas se han convertido en una de las principales preocupaciones en la sociedad actual. Cada vez son más frecuentes y sofisticadas, afectando a personas de todas las edades y perfiles. Un claro ejemplo de ello es el caso de Mohamed Kadari, un joven de Barcelona que fue víctima de suplantación de identidad y se vio involucrado involuntariamente en un proceso judicial debido a una estafa.
Según el Ministerio del Interior, en 2022 se registraron alrededor de 335,995 denuncias por ciberestafas, convirtiéndose en el segundo delito más denunciado, solo por detrás del hurto. Este tipo de delitos ha experimentado un crecimiento exponencial en la última década, pasando del 3% al 15% de los delitos reportados.
Esta tendencia al alza se debe en gran medida al incremento de la actividad digital en nuestra sociedad. Cuanto más conectados estamos, mayor es el riesgo de ser blanco de estos delitos. Los expertos señalan que, en muchos casos, la sofisticación de las estafas no radica tanto en aspectos técnicos, sino en estrategias de manipulación social para engañar a las víctimas.
Uno de los principales blancos de estas ciberestafas son las personas mayores, que suelen ser más vulnerables a los engaños por falta de experiencia y habilidades digitales. En muchos casos, los estafadores se aprovechan de la soledad o la exclusión social de estas personas para cometer sus fechorías.
Protegiéndonos en el Mundo Digital
Ante esta creciente amenaza, es fundamental tomar medidas para protegernos en el mundo digital. Actuar con desconfianza ante ofertas o mensajes sospechosos, verificar la autenticidad de los remitentes y no compartir información personal sensible son algunas de las recomendaciones básicas para minimizar los riesgos de ser estafados en línea.
En definitiva, la concienciación y la educación en ciberseguridad se vuelven cada vez más importantes en un mundo cada vez más interconectado. Estar alerta y adoptar buenas prácticas en nuestro uso de la tecnología son clave para prevenir caer en las redes de los ciberdelincuentes.
¿Qué hacer para minimizar riesgos?
- Actuar con «desconfianza racional» y sentido común ante ofertas o mensajes de fuentes desconocidas.
- Nunca clicar en un enlace sospechoso y verificar el adjunto con el remitente.
- Comprobar el remitente en los correos electrónicos y SMS.
- Vigilar las horas a las que se envían los mensajes sospechosos, si finge estar en España y envía en otros husos horarios.
- No hacer caso a la sensación de urgencia que apremien en los mensajes.
- Cuando se recibe una oferta muy tentadora, es mejor desconfiar: si un desconocido ofrece un chollo demasiado bueno para ser cierto, probablemente sea falso.
- No dar siempre por supuesto que tu interlocutor vía web, correo electrónico o red social es quien dice ser.
- Fijarse detenidamente en la dirección URL de las webs para asegurarse de que no son falsas.
- Si recibes un SMS o un correo pidiendo que actualices tus datos bancarios, de tarjeta o cuenta, no contestes ni rellenes formularios de ningún tipo.
- No es tan fácil ligar, nadie se enamora en dos mensajes de redes o SMS.
- Nunca ofrezca datos personales por Internet, a menos que sea en sitios de total confianza.
- No aportar nunca datos bancarios sin cerciorarse de que se trata de la empresa o entidad en cuestión.
- No facilitar nunca información de tarjetas, documentos de identidad, declaración de la renta, nóminas, nombres de usuario, claves y contraseñas.
- Utilice contraseñas “de calidad” (con letras, números y otros caracteres). Cámbielas periódicamente.
- No introducir el número de tarjeta en páginas de contenido sexual o pornográfico, en los que se solicita como pretexto, para comprobar la mayoría de edad.
- Extreme la precaución en los archivos que recibe en sesiones chat.
Santander (España), 1985. Después de obtener su licenciatura en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, decidió enfocarse en el cine y se matriculó en un programa de posgrado en crítica cinematográfica.
Sin, embargo, su pasión por las criptomonedas le llevó a dedicarse al mundo de las finanzas. Le encanta ver películas en su tiempo libre y es un gran admirador del cine clásico. En cuanto a sus gustos personales, es un gran fanático del fútbol y es seguidor del Real Madrid. Además, ha sido voluntario en varias organizaciones benéficas que trabajan con niños.