La inteligencia artificial (IA) ha sido tema de conversación en todo el mundo debido a sus avances y usos populares como Gemini de Google o ChatGPT de OpenAI. Sin embargo, muchos de estos sistemas presentan fallos en sus respuestas, lo que ha llevado a Europa a centrarse en un enfoque diferente. A diferencia de los gigantes tecnológicos de EE UU, que buscan crear asistentes virtuales avanzados, las empresas europeas están apostando por aplicaciones empresariales más pequeñas y seguras, sin alucinaciones.

En colaboración con Microsoft, Siemens es un ejemplo de empresa europea que ha lanzado un desarrollo de Copilot orientado a la automatización industrial, priorizando la fiabilidad y la eficiencia en lugar de la sofisticación de los modelos de IA convencionales.

Según Mihails Kozlovs, miembro del Tribunal de Cuentas de la UE, la IA jugará un papel crucial en el crecimiento económico de Europa en los próximos años. Es por eso que es importante que la Comisión y los Estados miembros unan fuerzas para aprovechar el potencial de la región en esta revolución tecnológica en curso.

A pesar de que Estados Unidos lidera en equipos y aplicaciones conversacionales, algunos expertos están optando por empresas europeas debido a su enfoque en la seguridad y la ética en el desarrollo de la IA. Europa se ha destacado en la automatización de sectores como finanzas, industria y salud, priorizando la confiabilidad y la eficiencia sobre la sofisticación tecnológica.

Integrantes del centro tecnológico de Siemens en el campus de investigación de la Universidad de Múnich en Garching muestran el gemelo digital de un proceso industrial.
Integrantes del centro tecnológico de Siemens en el campus de investigación de la Universidad de Múnich en Garching muestran el gemelo digital de un proceso industrial.R. L.

La IA industrial europea se basa en datos fiables y específicos, con el objetivo de ser flexible, servicial e interoperable a un coste inferior al de los modelos convencionales. Empresas como IBM han seguido una tendencia similar, priorizando el rendimiento necesario para los casos de uso específicos.

En resumen, Europa está apostando por una IA industrial que sea segura, fiable y rentable, enfocada en optimizar procesos y mejorar la productividad en diversos sectores. Aunque los modelos de IA convencionales pueden ser más sofisticados, el enfoque europeo busca maximizar la eficiencia y la confiabilidad en sus aplicaciones empresariales.