Combatir la desinformación en línea es una tarea fundamental en la actualidad. Un reciente estudio publicado en la revista Nature revela que una de las estrategias más efectivas para abordar este problema es reducir los ingresos por publicidad de los sitios que difunden bulos.
Según los investigadores, es crucial que las empresas sean conscientes de dónde invierten su presupuesto publicitario, ya que muchas veces sin saberlo terminan financiando contenidos falsos. El uso de herramientas automáticas de publicidad digital programática puede llevar a que anunciantes legítimos aparezcan en webs de desinformación.
Impacto de la financiación en la desinformación
El estudio destaca que la desinformación en línea se sostiene principalmente a través de ingresos publicitarios, y la automatización en la asignación de espacios publicitarios contribuye a amplificar esta financiación. Los consumidores suelen reaccionar negativamente al enterarse de que marcas en las que confiaban están apoyando sitios de desinformación.
Para abordar este problema, se proponen medidas como mejorar la transparencia en la asignación de anuncios y crear plataformas específicas que identifiquen y eviten la publicidad en sitios de desinformación. Empresas como Check My Ads ya están trabajando en esta línea, alertando a grandes compañías y plataformas sobre la presencia de bulos en ciertos sitios.
Recomendaciones para combatir la desinformación
Los autores sugieren que la divulgación de información y las clasificaciones comparativas de empresas pueden reducir la demanda de los consumidores hacia aquellas que se anuncian en sitios de desinformación. Se insta a las compañías a utilizar listas de webs de desinformación proporcionadas por organizaciones independientes para limitar la publicidad en estos sitios.
Es esencial que las plataformas publicitarias sean transparentes sobre la inclusión de webs de desinformación entre sus destinos. Además, se propone la publicación de rankings de empresas que apoyan la desinformación para concienciar a las marcas y al público en general.
A pesar de los avances en la lucha contra la desinformación, queda por ver cómo la inteligencia artificial generativa podría impactar en la difusión de contenido falso en el futuro.
Santander (España), 1985. Después de obtener su licenciatura en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, decidió enfocarse en el cine y se matriculó en un programa de posgrado en crítica cinematográfica.
Sin, embargo, su pasión por las criptomonedas le llevó a dedicarse al mundo de las finanzas. Le encanta ver películas en su tiempo libre y es un gran admirador del cine clásico. En cuanto a sus gustos personales, es un gran fanático del fútbol y es seguidor del Real Madrid. Además, ha sido voluntario en varias organizaciones benéficas que trabajan con niños.