La presencia de chicas jóvenes con poca ropa en las ferias de tecnología ha sido un reclamo tradicional para atraer la atención del público masculino. A pesar de que en eventos como el CES o el MWC esta práctica ha ido disminuyendo, en lugares como Computex 2024 en Taipéi aún es común encontrar a las llamadas ‘booth babes’ promocionando diversas marcas.

Aunque algunos asistentes consideran que esta estrategia es efectiva para captar la atención del público masculino, expertos como Carmen Ruiz Repullo, profesora de Sociología de la Universidad de Granada, critican esta práctica al considerarla una forma de explotación del cuerpo de las mujeres.

En eventos como Computex, empresas como DeepCool recurren a modelos para atraer visitantes a sus stands. Estas modelos, como Weihsin, realizan diversas actividades promocionales durante la feria, desde tomarse fotos con los asistentes hasta bailar para llamar la atención.

Grupo de chicas jóvenes posando en la feria COMPUTEX de 2024.
Grupo de chicas jóvenes posando en la feria COMPUTEX de 2024.

A pesar de la presencia de ‘booth babes’ en eventos como Computex, algunas empresas como Cooler Master han optado por no utilizar esta estrategia y enfocarse en la promoción de sus productos. Por otro lado, compañías como Montech defienden la contratación de estas modelos como parte de un espectáculo que no busca cosificar a las mujeres.

Expertos como Ana Dolores Verdú Delgado señalan que la libertad de las mujeres para desempeñar este tipo de roles es relativa, especialmente en un entorno precarizado donde se deben hacer sacrificios para sobrevivir.

En los últimos años, ferias como el CES han ajustado su código de vestimenta para evitar la presencia de modelos con poca ropa. Esta tendencia también se ha reflejado en eventos como Computex, donde cada vez hay menos ‘booth babes’ y su presencia es menos insistente.

En definitiva, la discusión sobre la presencia de ‘booth babes’ en eventos tecnológicos continúa, con opiniones divididas sobre su efectividad como estrategia de marketing y su impacto en la percepción de las mujeres en la industria tecnológica.

Adrian Cano

Santander (España), 1985. Después de obtener su licenciatura en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, decidió enfocarse en el cine y se matriculó en un programa de posgrado en crítica cinematográfica. Sin, embargo, su pasión por las criptomonedas le llevó a dedicarse al mundo de las finanzas. Le encanta ver películas en su tiempo libre y es un gran admirador del cine clásico. En cuanto a sus gustos personales,  es un gran fanático del fútbol y es seguidor del Real Madrid. Además, ha sido voluntario en varias organizaciones benéficas que trabajan con niños.