La DEA transforma sigilosamente el AirTag de Apple en una herramienta de vigilancia

En mayo del año pasado, agentes fronterizos interceptaron dos bultos procedentes de Shanghái, China. Dentro de uno había una prensa de pastillas, una máquina empleada para comprimir polvos en tabletas, en el otro, ciertos tintes de pastillas. Creyendo que estaban destinados a un fabricante ilegal de narcóticos, se llamó a la Agencia de Control de Drogas.

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Los estudiosos de la DEA inspeccionaron los dispositivos, mas en vez de anular el envío o visitar al receptor previsto, procuraron algo que jamás habían probado. antes: ocultaron una Apple AirTag en la prensa de pastillas para poder rastrear sus movimientos.

Revelado en una orden de registro lograda por Forbes, semeja ser el primer caso conocido de una agencia federal que transforma el dispositivo de rastreo de localización de Apple en una tecnología de vigilancia. Muestra de qué manera el rastreador en miniatura del gigante tecnológico ha pasado de brindar a los usuarios una forma práctica de supervisar el equipaje y otros objetos de valor, a una herramienta de espionaje recóndito. Desde su lanzamiento en el mes de abril de dos mil veintiuno, las AirTags de una cuarta parte de tamaño han tenido casos de uso tanto positivos como deplorables, desde el seguimiento de artículos robados como equipaje y carteles de campañas políticas, hasta hostigadores que las emplean para proseguir a mujeres.

¿POR QUÉ USAR UN AIRTAG?

La DEA no afirmó por qué optó por emplear un AirTag en vez de cualquier otro género de rastreador GPS. En la orden de allanamiento, un agente sencillamente apuntó que “la información precisa sobre la ubicación de la [prensa de píldoras] permitirá a los investigadores obtener evidencia sobre dónde almacenan esas personas las drogas y/o las ganancias de las drogas, dónde obtienen las sustancias controladas y dónde más las distribuyen”.

Brady Wilkins, un detective últimamente retirado de la oficina del fiscal general de Arizona, afirmó que la DEA pudo haber estado probando el AirTag debido a fallas en los modelos de dispositivos GPS hoy en día libres para la policía, que “a veces funcionaban, a veces no”. Un AirTag “se puede ocultar más fácilmente y es menos probable que los sospechosos lo encuentren”, afirmó Wilkins a Forbes. “Los sospechosos están mejorando en las técnicas de contravigilancia”, añadió, y frecuentemente descubrió dispositivos más pesados y conocidos que la tecnología de Apple. AirTags asimismo semeja tener una conectividad más fiable que otros dispositivos.

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Pero es posible que no sea tan útil como aguardarían los policías. Apple ha incorporado a lo largo de bastante tiempo protecciones contra el uso subrepticio de AirTags. Después de abundantes casos en los que los hostigadores abusaron de la tecnología para rastrear mujeres, que acabaron en una demanda colectiva contra Apple en el mes de diciembre de dos mil veintidos, la compañía emitió una actualización a fin de que los iPhone advirtiesen a los usuarios cuando se advirtiera un dispositivo de rastreo ignoto, mediante Bluetooth, en su persona. AirTags asimismo emitirá un pitido cuando no esté cerca de su dueño a lo largo de un largo período.

“LA INVESTIGACIÓN DE LA DEA ES OTRA EXTENSIÓN DEL USO DE AIRTAGS PARA FINES QUE PRESUMIBLEMENTE NO PRETENDÍA APPLE”.

Jerome Greco, letrado supervisor de Legal Aid Society

Tales mitigaciones lo transformaron en una “elección inusual” para la DEA, apuntó Jerome Greco, letrado supervisor de Legal Aid Society, que se especializa en análisis forense digital. Pero si algo era tecnológicamente posible, “siempre debemos asumir que la policía se va a aprovechar”.

“Las AirTags y los productos de la competencia continúan generando preocupación debido a la facilidad de su capacidad para ser abusados y las posibles consecuencias significativas de esos abusos”, añadió Greco. “La investigación de la DEA es otra extensión del uso de AirTags para fines que presumiblemente no pretendía Apple”.

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Ni la DEA ni Apple habían comentado sobre el caso al instante de la publicación.

No está claro qué tan triunfante fue el AirTag para asistir a la DEA a descubrir la criminalidad. La orden le dio permiso a la agencia para monitorear el dispositivo de rastreo a lo largo de cuarenta y cinco días tanto en el Distrito de Massachusetts, donde se debía dar el bulto, como en otro estado de los EE. UU. Según los registros judiciales, el receptor de la prensa de pastillas era no acusado en la corte federal. El Departamento de Justicia, no obstante, confirmó que había sido acusado por el estado.