¿Puedo reemplazar mi viejo PC por una tableta? Es una pregunta que se repite con determinada frecuencia. Y mi contestación hasta el momento ha sido siempre y en toda circunstancia la misma: depende de cuanto quieras hacer. Y sí, suena equívoco, mas es que no es exactamente lo mismo emplearla para navegar por Internet o ver ciertos contenidos multimedia que para editar vídeo o para trabajar.
Lo es cierto que esa división cada vez es más difusa, y las tabletas más modernas y completas tienen muy poco que envidiar a nivel configuración a ciertos ordenadores. Sirvan como un ejemplo el iPad Pro de 2022, que tiene exactamente el mismo procesador (un M2) que los últimos Macbook Air e, aun, que el Macbook Pro de trece pulgadas; o la Surface Pro 9 de Microsoft, que cuenta con un Intel Core i5 o i7 de 12ª generación conforme el modelo escogido.
Estos son exactamente dos de los 3 dispositivos que he escogido para probar en primera persona y contestar con mayores garantías a la cuestión inicial de si hoy en día se puede reemplazar un PC por una tableta para cualquier labor. El tercero es una alternativa con Android —los dos primeros cuentan con iPadOS y Windows, respectivamente—: la tableta Samsung Galaxy Tab S9 Plus.
Y los he escogido por múltiples razones: la primera por su rendimiento; la segunda por el hecho de que marcha con diferentes sistemas operativos y deseaba revisar si hay diferencias entre uno y otro; y la tercera y última por el hecho de que se pueden usar así como teclados y stylus sin los que no contemplo que sean una alternativa inmejorable para esta prueba. Hay un hándicap, eso sí: son productos bastante costosos —más de mil euros—, así que a priori posiblemente a muchos usuarios no les compense el cambio.
iPad Pro y iPadOS
El iPad Pro de Apple, esta vez en su versión de doce,9 pulgadas, es muy grande para ser una tableta. Por un lado, eso puede quitar algo de comodidad a lo largo del transporte (pesa prácticamente setecientos gramos solo); mas como acá de lo que se trata es de examinar su desempeño, debo decir que para mí ha sido un placer trabajar delante de su pantalla: es prácticamente como un portátil sólido. Para ello, eso sí, lo he acompañado del Magic Keyboard y el Apple Pencil de 2ª generación.
La superficie de visualización, aparte de extensa, reproduce las imágenes de forma muy fluida (incorpora tecnología ProMotion) y con un enorme nivel de detalle, es limpia y luminosa… y responde sin retraso tanto al toque de los dedos como a las interactúes con el stylus: en un caso así, ni tan siquiera hace falta tocar con su punta la pantalla, por el hecho de que su puntero es flotante y es suficiente con acercarlo a fin de que la pantalla lo reconozca.
La misma sensación de que todo fluye se tiene al usarlo; da lo mismo la labor que estés efectuando, que el iPad Pro vuela: edición de vídeos en alta calidad, de fotografías, juegos con alta carga gráfica… Así que el trabajo del día a día ha salido con total fluidez, incluido en modo multitarea. Esta tableta podría reemplazar a la perfección un PC portátil con mención singular a su teclado, verdaderamente cómodo en el que prácticamente no se generan fallos al redactar y que deja poner la pantalla en el ángulo que mejor se ajuste a tus necesidades. Nos hemos encontrado con una restricción (que puede ser esencial), eso sí, que es su sistema operativo. Funciona con iPadOS, lo que limita los programas y aplicaciones que podemos usar a los presentes en la App Store. Y claramente, no es un Mac.
Surface Pro nueve con Windows
Como no podía ser de otra forma, la tableta de Microsoft marcha con Windows once Home. Y ese es exactamente su mayor atractivo: vamos a poder instalar prácticamente cualquier programa que deseemos. El desempeño general es positivísimo hagas cuanto hagas. El límite está en los gráficos que, al ser integrados, para trabajos muy concretos de diseño o edición puede ser ajustado.
Si con el iPad Pro afirmábamos que era grande y eso complicaba su traslado, en un caso así esa sensación es aún mayor, con una pantalla de trece pulgadas y unos novecientos gramos de peso. Tiene una relación de aspecto de 3:2, lo que nos da una pista de que exactamente busca rendir en tareas relacionadas con la productividad y no tanto con el ocio. La contraparte está en su autonomía que, en las pruebas, no ha alcanzado una jornada completa de trabajo (se queda en unas seis-siete horas de uso).
En cuanto a sus complementos, lo hemos acompañado del teclado Signature Keyboard, que viene con un lapicero táctil. Este teclado se identifica por su suavidad al tacto y, respecto a otras propuestas, nos ha resultado algo menos cómodo y más estruendoso. Además, su diseño hace que no pueda ajustarse el ángulo, así que le resta ergonomía.
Samsung Galaxy Tab S9 Plus, la opción con Android
Lo más probable es que si tuviese que aconsejar una tableta con sistema operativo Android entre la muy, muy amplia oferta de marcas y modelos presentes en el mercado —es la opción más popular y abundante—, me decantaría por un modelo de la firma coreana: sus acabados son buenos, ofrece muchas opciones de configuración para amoldarse a diferentes necesidades y, generalmente, su desempeño acostumbra a ser positivo. Dicho todo esto: ¿Android para labores relacionadas con la productividad? Sería mi última opción. Y es que, si bien la tienda de Google está llena de miles de aplicaciones, no todas y cada una están optimados para su uso en tabletas ni siento que cubran todas y cada una de las necesidades. Para las más básicas (reproducción multimedia, juegos, procesamiento de texto, algo de edición de imágenes, correo electrónico…) queda más que cubierto. Este comentario es extrapolable a su rendimiento: este modelo específicamente es uno de los más potentes —si no el que más— con sistema operativo Android en estos instantes. Pero aun así, su configuración está bajo las opciones precedentes. En este caso, por servirnos de un ejemplo, marcha con un procesador Snapdragon ocho gen 2; exactamente el mismo de los móviles inteligentes Galaxy S23 de la coreana.
Por lo demás, resaltar una pantalla táctil de doce,4 pulgadas con una calidad que nada debe envidiar al iPad Pro o a la Surface Pro nueve. Su funda-teclado (Book Cover Keyboard) se compone de dos elementos, uno que cubre la parte posterior del dispositivo (y sirve asimismo para guardar el stylus) y la zona del teclado. El sistema no es muy cómodo en sí, tiende a desanclarse, mas la experiencia de uso a lo largo de la introducción de texto sí ha sido conveniente.
En conclusión…
Santander (España), 1985. Después de obtener su licenciatura en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, decidió enfocarse en el cine y se matriculó en un programa de posgrado en crítica cinematográfica.
Sin, embargo, su pasión por las criptomonedas le llevó a dedicarse al mundo de las finanzas. Le encanta ver películas en su tiempo libre y es un gran admirador del cine clásico. En cuanto a sus gustos personales, es un gran fanático del fútbol y es seguidor del Real Madrid. Además, ha sido voluntario en varias organizaciones benéficas que trabajan con niños.