La reciente decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos ha generado debate sobre si un cargo público puede bloquear a sus seguidores en redes sociales. Esta controversia se ha suscitado a raíz de casos como el del gerente de Port Huron, James Freed, quien bloqueó a un seguidor que criticaba su gestión en Facebook.
Según la sentencia del Tribunal Supremo, un cargo público puede bloquear a sus seguidores en redes sociales si hace un uso personal de la cuenta, pero no si ejerce su autoridad en ella. Esta decisión impactará en las cuentas de Facebook, Twitter y otras plataformas de todos los cargos públicos.
Esta problemática no es exclusiva de Estados Unidos, ya que en España también se han dado casos de políticos bloqueando a usuarios críticos en redes sociales. Ejemplos de esto son Pablo Iglesias, Óscar Puente e Isabel Díaz Ayuso, quienes han generado controversia por bloquear cuentas que expresaban críticas.
La frontera entre lo público y lo privado en las redes sociales resulta difícil de trazar, como señala el Tribunal Supremo. La clave está en el uso que el funcionario público haga de su cuenta social: si hace referencia a decisiones oficiales, estaría ejerciendo su autoridad y no podría bloquear a usuarios. Por el contrario, si los mensajes son de carácter personal, tendría la libertad de hacerlo.
¿Borrar o bloquear?
Los jueces advierten que bloquear a un usuario en redes sociales representa una limitación más significativa que simplemente borrar un comentario. Al bloquear, se impide al usuario comentar cualquier publicación, lo cual podría infringir su libertad de expresión si se trata de temas en los que el funcionario ejerce autoridad.
En resumen, la decisión del Tribunal Supremo sienta un precedente para el uso de redes sociales por parte de cargos públicos, estableciendo límites claros sobre cuándo pueden bloquear a sus seguidores en función de si están ejerciendo su autoridad o actuando de manera personal en sus cuentas.
Santander (España), 1985. Después de obtener su licenciatura en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, decidió enfocarse en el cine y se matriculó en un programa de posgrado en crítica cinematográfica.
Sin, embargo, su pasión por las criptomonedas le llevó a dedicarse al mundo de las finanzas. Le encanta ver películas en su tiempo libre y es un gran admirador del cine clásico. En cuanto a sus gustos personales, es un gran fanático del fútbol y es seguidor del Real Madrid. Además, ha sido voluntario en varias organizaciones benéficas que trabajan con niños.
