Juan Joya Borja, asimismo conocido como El Risitas, vuelve a anegar las redes sociales. Aunque, realmente, jamás las abandonó: sus carcajadas en una entrevista de Jesús Quintero son un meme ya tradicional en países como Estados Unidos, Francia o Finlandia. El dueño de X (ya antes Twitter), Elon Musk, ha recuperado el vídeo del de España y lo ha amoldado al tema del instante en Silicon Valley: el despido de Sam Altman por la parte de OpenAI y su fichaje siguiente por Microsoft.

Musk se sirve del meme de El Risitas para burlarse de la situación en OpenAI, la compañía desarrolladora de ChatGPT. Mientras Joya Borja le cuenta a Quintero una anécdota con unas paelleras de cuando trabajaba de pinche en un restaurant, los subtítulos del vídeo cuentan en tono humorístico el despido por sorpresa el pasado viernes del consejero encargado de OpenAI, Sam Altman, y su siguiente fichaje por Microsoft, que se hizo público el primer día de la semana. “No podemos permitir que la AGI [inteligencia artificial general, la que igualará o superará a la del ser humano] caiga en malas manos”, lee la cartela mientras que El Risitas habla en tono serio. Pausa trágica, golpe seco en la mesa: “¡Y luego llega Satya [Nadella, consejero delegado de Microsoft] y captura toda la jodida compañía!”, afirman los subtítulos justo antes que el humorista suelte la primera de las carcajadas del vídeo.

El meme ha dado tantas vueltas que aun circula una versión del vídeo en la que, en vez de escucharse el audio original de la entrevista de Canal Sur, se ha utilizado una herramienta de inteligencia artificial a fin de que Joya Borja lea con su voz y entonación los carteles escritos por Musk.

Joya Borja se dio a conocer en dos mil en el programa de Jesús Quintero. No tardó en forjar expresiones ya absolutamente integradas en la cultura pop de España, como su “¡cuñaaaao!” o su icónica risotada aguda. El salto internacional lo dio en dos mil quince, cuando alguien decidió subtitular la conocida entrevista con carteles que se reían del relanzamiento de la saga de películas Spiderman solo un año tras la última entrega.

No tardó a contestarse el experimento, esta vez haciendo pasar a Joya Borja por un ingeniero de Apple que contaba entre risotadas las peculiaridades del último computador portátil lanzado por la tecnológica ese 2015: “No tiene puertos USB, tiene un procesador móvil y cuesta 1.299 dólares”. También ha sido ingeniero de Nvidia o azote de la selección de futbol de Alemania, entre otros muchos.

Las diferentes versiones de los vídeos de El Risitas amontonan millones de reproducciones en YouTube, lo que le han transformado en un icono en la red, hasta el punto de que su cara es un emoticono en Twitch, y le ha llevado a rodar anuncios televisivos. En el planeta anglosajón se le conoce como Giggles (risillas) o Spanish laughing man meme (el meme del de España que se ríe).

También se transformó en un distintivo para la extrema derecha francesa. El Frente Nacional de Marine Le Pen se sirvió de la imagen del hispalense, popular entre determinados campos foreros de las juventudes galas, para intentar captar voto joven. Al parecer, el origen de su éxito en Francia se le puede atribuir a unos chicos de Issou, en las afueras de París, a quienes les hizo gracia de qué forma afirmaba Jesús (en referencia a Quintero), que se pronuncia de forma semejante. La bola se fue haciendo grande hasta el momento en que su imagen quedó asociada a la extrema derecha. También se usó para reaccionar de forma bromista a la apertura del canal de YouTube de Florian Philippot, entonces vicepresidente del Frente Nacional.

Vista la influencia de la última reaparición del meme a cargo de Musk, la Radio Televisión de Andalucía le recordó el día de ayer al magnate estadounidense que hay que abonar derechos de imagen si decide reproducir una emisión de su cadena. “El coste de la licencia de uso de las imágenes depende del volumen, tipo de producción y su ámbito de difusión. A ti te sale ‘a pagar’ que significa pay now”, posteó la empresa en X.

Juan Joya Borja murió a los sesenta y cinco años en Sevilla en dos mil veintiuno tras unos meses ingresado en el Hospital de la Caridad por la amputación de una pierna. Jesús Quintero, el comunicador que le lanzó a la fama, murió el año pasado.

Adrian Cano

Santander (España), 1985. Después de obtener su licenciatura en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, decidió enfocarse en el cine y se matriculó en un programa de posgrado en crítica cinematográfica. Sin, embargo, su pasión por las criptomonedas le llevó a dedicarse al mundo de las finanzas. Le encanta ver películas en su tiempo libre y es un gran admirador del cine clásico. En cuanto a sus gustos personales,  es un gran fanático del fútbol y es seguidor del Real Madrid. Además, ha sido voluntario en varias organizaciones benéficas que trabajan con niños.