Un grupo pionero en España, llamado Nuestra opción, nosotros 16 de Zarautz (Gipuzkoa), ha logrado un impacto significativo al retrasar la edad en la que los adolescentes reciben su primer teléfono móvil. Inicialmente, el 99% de los estudiantes de 1º de ESO tenían móvil a los 12 años, pero gracias a los esfuerzos del grupo, esta cifra se redujo al 90% al comenzar 2º de ESO.
Este movimiento se ha expandido por Euskadi, con múltiples grupos de familias preocupadas por el uso de los dispositivos móviles. En otras regiones y países, cada vez más se debaten los efectos de un uso descontrolado de la tecnología en la adolescencia. Los objetivos principales del movimiento incluyen retrasar la edad de tener un smartphone, fomentar entornos escolares libres de móviles, educar en tecnología tanto a menores como a adultos y racionalizar la digitalización en la educación.
El poder de la comunidad
En Euskadi, este movimiento se ha fortalecido desde la base, con un enfoque local y comunitario. A través de iniciativas como Altxa burua en Tolosa, las familias han logrado concienciar sobre los efectos del uso excesivo de pantallas y han trabajado en conjunto para retrasar la edad del primer móvil en los adolescentes.
La colaboración con los medios locales ha sido fundamental para difundir la labor de estos grupos y llegar a más familias preocupadas por la tecnología. Iniciativas como el No phone challenge han ayudado a sensibilizar a los jóvenes sobre su relación con los dispositivos móviles.
Desafíos y reflexiones
A pesar de los logros obtenidos, los líderes de estos grupos reconocen que el proceso es lento y requiere paciencia. Uno de los desafíos es mantener el compromiso de los padres una vez que sus hijos obtienen un móvil, ya que muchos dejan de participar activamente en el movimiento.
El acompañamiento posterior a la adquisición del primer móvil es crucial, y se enfatiza la importancia de establecer acuerdos con los adolescentes, limitar el acceso a datos y supervisar su uso. El objetivo no es demonizar la tecnología, sino promover un uso responsable y consciente.
A pesar de las críticas y las diferencias de opinión, estos grupos continúan su labor de concienciación en la comunidad. Aunque Euskadi sigue delegando en los centros educativos las decisiones sobre el uso de móviles, el impacto positivo de estas iniciativas a nivel familiar es innegable.
Santander (España), 1985. Después de obtener su licenciatura en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, decidió enfocarse en el cine y se matriculó en un programa de posgrado en crítica cinematográfica.
Sin, embargo, su pasión por las criptomonedas le llevó a dedicarse al mundo de las finanzas. Le encanta ver películas en su tiempo libre y es un gran admirador del cine clásico. En cuanto a sus gustos personales, es un gran fanático del fútbol y es seguidor del Real Madrid. Además, ha sido voluntario en varias organizaciones benéficas que trabajan con niños.