El apagón informático del pasado viernes dejó al descubierto una realidad contundente: en la era digital, el mundo está en manos de un puñado de gigantes tecnológicos. El incidente provocado por el antivirus Falcon CrowdStrike afectó al 1% de los usuarios de Windows, lo que desencadenó caos en aeropuertos, hospitales y sistemas de pago en todo el planeta.

Microsoft, Alphabet (dueña de Google), Amazon y Apple son los pilares fundamentales de este sistema. Controlan los sistemas operativos y la computación en la nube, elementos críticos para el funcionamiento de nuestros dispositivos tanto a nivel personal como profesional.

Gigantes tecnológicos

Oligopolio tecnológico

La descentralización fue la promesa original de internet, sin embargo, cada vez más usuarios acceden a través de aplicaciones privadas como redes sociales, que no solo ofrecen entretenimiento, sino que también funcionan como buscadores.

En cuanto a los sistemas operativos, Microsoft lidera con una participación del 72,8%, seguido por Apple, Linux y otros proveedores más pequeños. En el ámbito de los dispositivos móviles, Android de Google domina con el 72% de cuota de mercado, seguido por iOS de Apple.

Gráfico de sistemas operativos

La computación en la nube permite ejecutar programas en internet sin necesidad de que los datos se almacenen en dispositivos locales. Amazon Web Services, Microsoft Azure y Google Cloud son los líderes en este mercado, acaparando dos tercios de la infraestructura online.

¿Por qué tanta concentración?

El modelo de negocio de las grandes tecnológicas se basa en la recopilación de datos de los usuarios para personalizar anuncios y ofrecer servicios en la nube. Además, estas empresas tienen presencia en la esfera militar, firmando contratos con agencias de defensa.

Los oligopolios en los sistemas operativos y en la computación en la nube plantean desafíos en términos de competencia y reglamentación. Las grandes tecnológicas tienen un peso económico considerable, lo que dificulta la lucha contra la concentración del mercado.

La alternativa

Ante el dominio de las grandes tecnológicas, la regulación podría ser clave. Apostar por sistemas operativos abiertos y desarrollar software local alojado en servidores propios podría reducir la dependencia de Silicon Valley. Proyectos como Gaia-X buscan la autonomía digital en Europa, aunque la colaboración con las grandes empresas tecnológicas plantea interrogantes sobre la verdadera descentralización en internet.

Es fundamental repensar la arquitectura tecnológica actual para garantizar la seguridad y la independencia en un mundo cada vez más interconectado.

Adrian Cano

Santander (España), 1985. Después de obtener su licenciatura en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, decidió enfocarse en el cine y se matriculó en un programa de posgrado en crítica cinematográfica. Sin, embargo, su pasión por las criptomonedas le llevó a dedicarse al mundo de las finanzas. Le encanta ver películas en su tiempo libre y es un gran admirador del cine clásico. En cuanto a sus gustos personales,  es un gran fanático del fútbol y es seguidor del Real Madrid. Además, ha sido voluntario en varias organizaciones benéficas que trabajan con niños.