La dark web, conocida por ser un terreno fértil para actividades delictivas en línea, no es un espacio sin normas. Detrás de las operaciones de ciberdelincuentes como LockBit, una de las mayores organizaciones dedicadas al secuestro y chantaje digital, existen reglas que al ser quebrantadas acarrean consecuencias. Recientemente, esta organización fue desmantelada tras una condena en la sociedad del crimen, luego de haber perpetrado ataques a entidades como el Ayuntamiento de Sevilla, el Puerto de Lisboa o un hospital infantil en Toronto.
La Agencia Nacional contra el Crimen de Reino Unido lideró una investigación internacional que resultó en el arresto de dos individuos en Europa del Este y la incautación de 200 cuentas de criptomonedas relacionadas con LockBit. Este golpe a la organización criminal fue posible gracias a una infiltración en la red, evidenciando que ningún operativo delictivo está fuera del alcance de las autoridades.
Sergey Shaykevich, director del Grupo de Amenazas de Check Point, reveló que la caída de LockBit se originó en una disputa por la distribución de beneficios de un acto delictivo, desencadenando una cadena de eventos que llevaron a su desarticulación. Shaykevich destacó que la reputación en el mundo del ransomware es crucial, y que desacuerdos internos pueden debilitar incluso a gigantes del cibercrimen como LockBit.
A pesar del golpe sufrido, LockBit intenta resurgir en el mercado de ataques cibernéticos, buscando mantener su lucrativo negocio que generaba más de 200 millones de euros anuales. Sin embargo, expertos en ciberseguridad advierten que reconstruir la reputación de la organización tras este revés no será tarea sencilla, considerando la vulnerabilidad demostrada durante la operación internacional.
Santander (España), 1985. Después de obtener su licenciatura en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, decidió enfocarse en el cine y se matriculó en un programa de posgrado en crítica cinematográfica.
Sin, embargo, su pasión por las criptomonedas le llevó a dedicarse al mundo de las finanzas. Le encanta ver películas en su tiempo libre y es un gran admirador del cine clásico. En cuanto a sus gustos personales, es un gran fanático del fútbol y es seguidor del Real Madrid. Además, ha sido voluntario en varias organizaciones benéficas que trabajan con niños.