El Ministerio de Defensa británico ha realizado exitosos ensayos con el DragonFire, un láser de alta potencia capaz de alcanzar objetivos a kilómetros de distancia a un costo inferior a los 12 euros por disparo. Este avance representa solo una muestra de lo que se está gestando en el ámbito militar, donde la constante búsqueda de armas autónomas o robots asesinos ha acelerado el desarrollo tecnológico.

La «competición armamentística» ha llevado a una serie de desarrollos recientes que incluyen armas de energía dirigida, misiles hipersónicos, ataques electromagnéticos, energía cinética, artillería de acecho y ataque de baja altitud, así como buques sin tripulación. Todo esto respaldado por la incorporación de herramientas de inteligencia artificial.

Desarrollo de un láser de alta energía
Nuevo desarrollo de un láser de alta potencia para armamento.Lockheed Martin

Armas de energía dirigida

El DragonFire y otros desarrollos en armas de energía dirigida suponen una revolución en el campo de batalla al reducir la dependencia de municiones costosas y minimizar el riesgo de daños colaterales. Esta tecnología está siendo investigada también por el Pentágono para misiones de ataque y contra misiles de crucero, mostrando un gran potencial en la guerra moderna.

Desarrollo de misiles hipersónicos
Desarrollo de misiles hipersónicos capaces de maniobrar en la atmósfera.VALENTYN OGIRENKO (REUTERS)

Misiles hipersónicos

Los misiles hipersónicos proporcionan una capacidad de ataque a velocidades que hacen difícil su detección e interceptación, representando un avance significativo en los sistemas de armamento. Esta tecnología ha sido explorada tanto por Estados Unidos como por Rusia y China, lo que marca un punto de inflexión en la forma en que se concibe el combate aéreo y naval.

Ataques electromagnéticos

Las nuevas estrategias orientadas a sistemas electromagnéticos están siendo exploradas con el objetivo de interferir con las comunicaciones, navegación y localización del enemigo. Estos ataques representan una amenaza para los sistemas de defensa actuales, según un documento de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.

Prototipo de cañón de riel basado en lanzadores electromagnéticos
Prototipo de cañón de riel basado en lanzadores electromagnéticos que utilizan electricidad en lugar de propulsores químicos para disparar proyectiles a altas velocidades.General Atomics Electromagnetic Systems

Energía cinética

La tecnología electromagnética también está siendo utilizada para desarrollar armas basadas en proyectiles no explosivos, capaces de alcanzar velocidades hipersónicas y convertir la energía cinética en ondas de choque y calor destructivas. Este tipo de armamento representa un desafío en el campo de batalla debido a su capacidad para destruir objetivos de gran tamaño con un solo impacto.

Artillería de acecho y ataque de baja altitud

Las armas no tripuladas diseñadas para ser transportadas por tropas, dotadas de un cañón corto, drones con carga útil mortal, sensores y controles de vuelo de precisión, están revolucionando la forma en que se llevan a cabo las misiones militares. La capacidad de volar, rastrear y atacar objetivos sin línea de visión representa una ventaja significativa en el combate moderno.

Modelo de LASSO Switchblade 600
Modelo de LASSO Switchblade 600 presentado por AeroVironment.AeroVironment

Desarrollo sin límites

Estos avances tecnológicos, respaldados por la incorporación de la inteligencia artificial, representan un desafío a nivel internacional, donde se debate la necesidad de regular estas tecnologías. El uso de armas autónomas letales plantea importantes dilemas éticos, legales y humanitarios que requieren una atención urgente por parte de la comunidad internacional.

La imposibilidad de formular una definición común de este tipo de armas ha sido un obstáculo para avanzar en la regulación, lo que ha llevado a un estancamiento en las negociaciones. Esta situación plantea serias preocupaciones en términos de estabilidad internacional y derechos humanos, ya que las armas actuales muestran claras deficiencias en el cumplimiento de principios fundamentales establecidos en convenios internacionales.

Adrian Cano

Santander (España), 1985. Después de obtener su licenciatura en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, decidió enfocarse en el cine y se matriculó en un programa de posgrado en crítica cinematográfica. Sin, embargo, su pasión por las criptomonedas le llevó a dedicarse al mundo de las finanzas. Le encanta ver películas en su tiempo libre y es un gran admirador del cine clásico. En cuanto a sus gustos personales,  es un gran fanático del fútbol y es seguidor del Real Madrid. Además, ha sido voluntario en varias organizaciones benéficas que trabajan con niños.