Matthew Butterick, abogado, diseñador de tipografías y escritor, ha emprendido una batalla legal contra las empresas de tecnología más grandes del mundo, como Microsoft, OpenAI y Meta. Butterick, junto a su socio Joe Saveri, coordina cuatro demandas colectivas para exigir indemnizaciones a las empresas responsables de aplicaciones de inteligencia artificial (IA) generativa, como ChatGPT y Midjourney, por el uso de material protegido por derechos de autor en sus algoritmos.

Butterick inició esta cruzada legal en 2022, cuando presentó la primera demanda contra Microsoft por violar los acuerdos de licencia abierta a través de GitHub Copilot. Esta demanda ha sentado un precedente importante en la lucha contra la IA generativa y ha llevado a otros colectivos, como artistas visuales y escritores, a unirse a la batalla legal.

La comunidad de programadores, artistas y escritores se ha visto afectada por el uso no autorizado de sus trabajos para entrenar algoritmos de IA generativa, poniendo en riesgo no solo la compensación económica por su trabajo, sino también su empleo a medida que estas herramientas se vuelven más sofisticadas.

La lucha emprendida por Butterick y Saveri ha abierto el camino a nuevas demandas, como la presentada por Getty Images contra Stability AI por el uso no autorizado de imágenes de su archivo, o las demandas de grupos de escritores y sellos discográficos contra OpenAI y Meta por incluir libros y materiales protegidos por derechos de autor en sus conjuntos de datos de entrenamiento.

Butterick se ha centrado en estas litigaciones, dejando de lado su trabajo habitual como escritor, diseñador y programador, porque cree firmemente en la importancia de establecer salvaguardas para proteger las profesiones creativas del impacto negativo de la IA generativa. Su objetivo es que esta tecnología no acabe con la creatividad humana y las fuentes de ingresos de los artistas.

Una amenaza real para los profesionales creativos

Karla Ortiz, una reconocida ilustradora, también se ha unido a la lucha contra la IA generativa. Ortiz ha trabajado para grandes estudios de Hollywood y productoras de videojuegos, pero ha visto cómo su trabajo y el de sus colegas se ve amenazado por el uso no autorizado de sus estilos e imágenes para generar ilustraciones a través de herramientas de IA generativa. La Asociación de Arte Conceptual de Estados Unidos, de la que Ortiz es miembro, se ha movilizado ante esta amenaza a la profesión de los artistas visuales.

La batalla legal emprendida por Butterick y otros afectados tiene como objetivo establecer que el uso no autorizado de material protegido por derechos de autor para entrenar algoritmos de IA generativa es ilegal, lo que podría tener un impacto significativo en las grandes empresas de tecnología y obligarlas a reconsiderar sus prácticas.

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