El caso de Lorenzo G. (nombre falso) es bastante común. Tiene ochenta años y vive en una vivienda de tercera edad. Espera ansiosamente la visita mensual de su nieto, que aprovecha para someterle sus dudas tecnológicas. El chaval, nativo digital, le explica de qué forma mandar un wasap, abrir un e-mail y guardar un nuevo número en su móvil. Lorenzo es uno de los mayores sin conocimientos digitales. Si no fuese por su nieto, quedaría desconectado del planeta hiper-tecnologizado que le circunda.
Cerrar la brecha entre una digitalización galopante y el envejecimiento progresivo de la población es algo más que una necesidad. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), una tercera parte de los españoles van a ser mayores de sesenta y cinco años en dos mil cincuenta. Hoy, el veintiocho con seis% de esa franja de edad no usa Internet habitualmente.
La formación digital básica de los mayores representa el paso inicial, mas la tecnología aplicada ofrece múltiples desarrollos para avejentar saludablemente. Nuevos softwares favorecen la autonomía y el desarrollo cognitivo, evitan el aislamiento y dan experiencias de ocio y aprendizaje.
Castilla-La Mancha, vanguardista en tecnología del bienestar
Una de las conclusiones de la conferencia sectorial, festejada en el mes de octubre de dos mil veintidos, aseguraba que Castilla-La Mancha es la que mejor está ejecutando los fondos europeos Next Generation EU en digitalización. “En total, 7,6 millones de euros de esos fondos financian nuestro ambicioso Plan de autonomía digital”, refrenda Juan Alfonso Ruiz Molina, consejero de Hacienda Juan Alfonso Ruiz Molina, consejero de Hacienda y Administraciones Públicas de la comunidad autónoma.
Cerca de ocho mil dispositivos transformarán los centros dependientes de la Consejería de Bienestar Social en espacios digitales de aprendizaje. La mayor parte (ciento cincuenta y siete) son centros de mayores, y el Plan se extiende a otros treinta y dos para personas con discapacidad, dos de menores y diez de atenciones distintas. Además de setecientos cincuenta y seis ordenadores y cinco mil seiscientos setenta tabletas digitales, van a llegar a los centros quinientos ochenta y uno lentes de realidad virtual para trasmitir experiencias de viaje y otras a personas imposibilitadas.
Entre los dispositivos del Plan se incluyen 14 sistemas de seguimiento ocular Iris-Bond, esenciales para quienes no pueden emplear el habla u otros medios para comunicarse.
Un servicio de veintinueve técnicos garantiza la capacitación y acompañamiento en el uso de todos y cada uno de los dispositivos solucionando dudas e incidencias en recóndito e in situ. Asimismo, el Plan incluye el software Resiplus que facilita la administración de los centros liberando a sus empleados de cargas administrativas para concentrarse en los cuidados.
El aislamiento es uno de los mayores inconvenientes en las edades más avanzadas
José Luis Castaño, asesor educativo en SMART Technologies
La fabricante canadiense de pantallas interactivas SMART Technologies es parte esencial de esta revolución digital en la zona de España. Además de ejecutar el Plan en conjunto, la compañía aporta cuatrocientos diecinueve paneles interactivos con softwares creados para promover la autonomía personal y un envejecimiento activo de los residentes con terapias estimulantes de cuerpo y psique. Esta tecnológica forma a los cuidadores y terapeutas ocupacionales a fin de que sean capaces de emplear los dispositivos con los residentes.
Superpantallas que cambian vidas
“Ni en España ni el resto del mundo se ha visto una acción como la de Castilla-La Mancha”, asegura José Luis Castaño, Consultor Educativo en SMART Technologies para Iberia y LATAM. “En el extranjero vemos que algunos centros lo hacen por iniciativa propia, pero es la primera vez que llega tecnología de vanguardia a todas las residencias públicas de una región y es regulada por un gobierno”.
El especialista resalta 3 aspectos de los paneles interactivos que asisten a prosperar la vida de los mayores. El primero, puramente físico: “La motivación para levantarse, caminar y mover los brazos, porque van a tocar la pantalla o pintar con colores digitales. Una persona de 80 años necesita movilidad. No basta con los ejercicios de recuperación y gimnasia que vemos ahora en las residencias españolas: una persona mayor sentada en una silla moviendo los brazos aleatoriamente”.
En segundo sitio, el cuidado mental. “Por ejemplo, con aplicaciones que hacen trabajar el cerebro para recordar cosas, juegos de unir palabras con sonidos para relacionar un objeto con lo que se escucha. Son formas de ralentizar la merma de capacidades cognitivas que, además, aportan experiencias nuevas a los residentes”.
Por último, José Luis Castaño incide en la mejora de la relación social. Y no solo por el hecho de que es más cómodo efectuar una video llamada a la familia por medio de webcam y poder verla en una pantalla grande. “El aislamiento es uno de los mayores problemas en las edades más avanzadas”, explica Castaño. “Colaborar o competir con otras personas residentes suma la actividad con la compañía, creando comunidad como hacía el clásico bingo. Hay una aplicación para hacer alfarería que puntúa a cada jugador según el tiempo que invierta en terminar una vasija. O juegos interactivos de unir una fotografía con una palabra en el que colaboran varios jugadores. A una persona mayor le puede costar leer, pero entre dos o tres se ayudan: una mueve el texto; otra, la imagen para juntarla a la palabra…”.
Lo mejor está por llegar
Desarrollar softwares para paneles interactivos con los propios residentes de la tercera edad, va a estar más cerca. O probar cualquier nueva solución que favorezca el envejecimiento activo.
José Luis Castaño resalta un reto del centro tecnológico proyectado: “Una de las claves futuribles en las que estamos trabajando es incluir la inteligencia artificial en el bienestar social. Sería utilísimo que la propia aplicación que usa un residente proporcionara datos sobre su estado al psicólogo o a su terapeuta ocupacional. Eso puede lograrse con inteligencia artificial. O saber, mediante una webcam y teniendo los permisos necesarios, cuántas veces ha sonreído esa persona. Son recursos que ya se aplican en el ámbito educativo. ¿Por qué no usarlos para el bienestar social?”.
Con ideas como esta, a los Lorenzos G. del futuro inmediato les aguardan tiempos más activos y satisfactorios.
Santander (España), 1985. Después de obtener su licenciatura en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, decidió enfocarse en el cine y se matriculó en un programa de posgrado en crítica cinematográfica.
Sin, embargo, su pasión por las criptomonedas le llevó a dedicarse al mundo de las finanzas. Le encanta ver películas en su tiempo libre y es un gran admirador del cine clásico. En cuanto a sus gustos personales, es un gran fanático del fútbol y es seguidor del Real Madrid. Además, ha sido voluntario en varias organizaciones benéficas que trabajan con niños.