En la era digital, el uso de aplicaciones de control parental se ha vuelto cada vez más común para monitorear la actividad de los menores en sus dispositivos móviles. Sin embargo, surge la pregunta ¿cuánta vigilancia es adecuada?

Existen diversas aplicaciones de control parental como Family Link de Google, Bosco y otras, que ofrecen diferentes niveles de monitoreo y restricciones. Estas herramientas permiten a los padres supervisar las actividades de sus hijos en línea, establecer horarios de uso y autorizar la descarga de aplicaciones, entre otras funciones. Aunque la intención principal es proteger a los menores, el uso excesivo de estas aplicaciones plantea interrogantes éticas y de privacidad.

Expertos en el tema coinciden en que el enfoque exclusivo en el control no es la solución a largo plazo. Es fundamental combinar el uso de herramientas tecnológicas con una comunicación abierta entre padres e hijos. El diálogo y la comprensión mutua pueden ser más efectivos que simplemente imponer límites estrictos.

Además, el uso de inteligencia artificial (IA) en estas aplicaciones plantea preocupaciones en cuanto a la privacidad de los datos de los menores. Si bien la IA puede ser útil para detectar riesgos en internet, la recopilación de datos íntimos de los adolescentes y el acceso a dicha información generan inquietudes sobre su uso y protección.

Otro aspecto a considerar es que, paradójicamente, al intentar proteger a los menores de los peligros en línea, los padres pueden exponerlos a una vulnerabilidad mayor al compartir datos personales a través de estas aplicaciones, lo que a su vez puede ser utilizado por empresas para dirigir publicidad específica a los menores.

En resumen, si bien las herramientas de control parental pueden ser útiles, su uso debe ser complementado con una comunicación abierta y honesta entre padres e hijos. La privacidad y autonomía de los menores también deben ser consideradas y respetadas en este contexto.

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Adrian Cano

Santander (España), 1985. Después de obtener su licenciatura en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, decidió enfocarse en el cine y se matriculó en un programa de posgrado en crítica cinematográfica. Sin, embargo, su pasión por las criptomonedas le llevó a dedicarse al mundo de las finanzas. Le encanta ver películas en su tiempo libre y es un gran admirador del cine clásico. En cuanto a sus gustos personales,  es un gran fanático del fútbol y es seguidor del Real Madrid. Además, ha sido voluntario en varias organizaciones benéficas que trabajan con niños.