La Comisión Europea ha perdido la paciencia con X, la vieja Twitter, y ha abierto una investigación contra esta red social al advertir rastros de que no hace lo bastante para combatir la desinformación. Después de un análisis preliminar, en la que, por poner un ejemplo, se ha indagado sobre “la difusión de contenidos ilegales en el contexto de los atentados terroristas contra Israel”, Bruselas ha hallado rastros de que la compañía que adquirió Elon Musk el año pasado no estaría cumpliendo con las obligaciones que la normativa europea contempla contra estas práctica. En consecuencia, el Ejecutivo comunitario ha informado de que ha puesto a sus técnicos a investigar para confirmar estos indicios. El expediente puede terminar con una sanción máxima equivalente al seis% de la facturación anual de la compañía e, aun, como medida de último recursos se puede demandar la suspensión temporal del servicio que presta.
El pasado septiembre, X remitió a Bruselas un análisis de los peligros que su actividad acarrea para cumplir con el reglamento digital servicios en el mes de septiembre. Semanas después, el doce de octubre, se le requirió más información por parte la Comisión al ser considerada como uno de las plataformas digitales de importante tamaño que tienen obligaciones auxiliares al resto por ser mayor el impacto de su actividad. Una vez analizada toda la documentación es obvio que las explicaciones de esta red social no han persuadido al Ejecutivo comunitario que ha dado un paso más al abrir una investigación formal.
La vieja Twitter no se identifica por su cooperación con las autoridades europeas en su lucha contra la desinformación. De hecho, no participa en el informe semestral sobre el cumplimiento del código de buenas prácticas, algo que es voluntario. Sí participan otros grandes gigantes digitales como Google, Meta (matriz de Facebook), TikTok o Microsoft, mas no lo hace X. Esta resolución ya le valió críticas por la parte de la Comisión Europea, que le advirtió que abandonando el código no se libraba de cumplir la ley, que, en cambio, sí es obligatorio.
Las indagaciones de la Comisión, conforme el comunicado en que se ha anunciado la apertura del expediente, se va a centrar en múltiples aspectos de X. Uno es el “diseño engañoso de la interfaz de usuario, especialmente sobre las marcas de verificación vinculadas a determinados productos de suscripción [es decir, de pago], los denominados blue checks”.
Por supuesto, la investigación se va a centrar asimismo en lo que hace la compañía estadounidense para frenar la difusión de contenidos ilegales, “especialmente en relación con la evaluación de riesgos y las medidas de mitigación adoptadas […] así como el mecanismo de notificación y actuación de contenidos ilícitos ordenados por el reglamento”. Los técnicos comunitarios asimismo van a poder singular celo en las medidas que la plataforma despliegue para combatir la manipulación informativa y atenuar así “los riesgos para el discurso cívico y los procesos electorales”. La vigilancia contras las noticias falsas o manipuladas a lo largo de los procesos electorales se ha transformado en una obsesión de Bruselas desde hace unos meses. Las advertencias de sus responsables en frente de estas prácticas, muy desarrolladas por Rusia, se ha transformado en un soniquete frecuente toda vez que abordan el tema, singularmente tras la invasión de Ucrania y con el desarrollo de la ultraderecha.
Avisa la propia Comisión Europea que no hay un plazo mínimo ni máximo para efectuar las pesquisas, que su trabajo ahora va a ser recabar pruebas, solicitar información a X y hacer inspecciones. Y asimismo aclara que la investigación puede terminar sin sanción si no se verifican las conclusiones preliminares.
“Cuanto mayor es el riesgo que las grandes plataformas suponen para nuestra sociedad, más específicos son los requisitos de la Ley de Servicios Digitales. Nos tomamos muy en serio cualquier infracción de nuestras normas. Y las pruebas de que disponemos actualmente son suficientes para incoar formalmente un procedimiento contra X”, ha declarado la vicepresidenta ejecutiva y responsable de Competencia, Margrethe Vestager.
El otro responsable político en el Colegido de Comisarios de esta investigación, Thierry Breton, ha incidido en esta idea al declarar que “la apertura este lunes de un procedimiento formal contra X deja claro que la época en que las grandes plataformas en línea se comportaban como si fueran demasiado grandes para preocuparse ha llegado a su fin. Tenemos normas claras, obligaciones ex ante, una fuerte supervisión, una rápida aplicación y sanciones disuasorias, y haremos pleno uso de ellas para proteger a nuestros ciudadanos y democracias”.
Santander (España), 1985. Después de obtener su licenciatura en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, decidió enfocarse en el cine y se matriculó en un programa de posgrado en crítica cinematográfica.
Sin, embargo, su pasión por las criptomonedas le llevó a dedicarse al mundo de las finanzas. Le encanta ver películas en su tiempo libre y es un gran admirador del cine clásico. En cuanto a sus gustos personales, es un gran fanático del fútbol y es seguidor del Real Madrid. Además, ha sido voluntario en varias organizaciones benéficas que trabajan con niños.