Ben Smith (Nueva York, mil novecientos setenta y seis) ha vivido los primordiales sacrificios del periodismo por subsistir en la era de internet: comenzó con weblogs en Politico, entonces pasó con BuzzFeed News a explotar la viralidad en redes sociales y de allá brincó a columnista de medios de The New York Times, donde vivió el éxito de los nuevos muros de pago. Ahora es cofundador de Semafor, un medio global que aspira a transformarse en referente de la temporada actual, que solicita más trasparencia y voces más naturales.
Antes del verano publicó un libro sobre estas dos décadas titulado, justamente, Traffic (por el momento sin traducción prevista al de España). El “tráfico”, la audiencia, marcó las dos últimas décadas de los medios, y ahora ven de qué forma se termina esa temporada. Las redes que encauzaban ese tráfico, sobre todo Facebook, han visto que el periodismo no es un negocio. ¿Qué viene ahora? Smith medita en esta entrevista, hecha por videoconferencia desde Nueva York, sobre el fin de esta era. No solo muere el tráfico, asimismo las redes sociales como plaza pública. Son muchas muertes que administrar.
Pregunta. ¿Las redes van a morir pronto como centro del discute público?
Respuesta. Ya pasa. Con Facebook es obvio. Y con Twitter/X ha estado sucediendo a lo largo de años, solo que verdaderamente no te das cuenta. ¿Cuándo fue la última vez que un conocido puso algo en X? Quizá hace 5 años. Los conocidos se fueron. La mayoría de atletas se fue. La mayor una parte de las compañías ha desaparecido. Solo quedamos cronistas y políticos jodidamente degenerados gritándonos unos a otros. Igual va a ser un enorme sitio para poder ver deportes. Quizá puedan edificar un enorme negocio de apuestas deportivas. No quiere decir que vaya a desaparecer, mas estamos en un cambio cultural.
P. Será un sitio menor.
R. Es que ya no es lo que era hace un par de años. A mí aún me agrada [tiene 341.000 seguidores]. No tengo protestas. Ojalá fuera mejor como consumidor. Para la mayor parte de gente la idea de que para enterarte de las noticias debes entrar en un psiquiátrico es incómoda, no es buena experiencia.
P. ¿Qué opciones alternativas hay hoy?
R. TikTok es una plataforma increíble, mas evidentemente no es para noticias. Cuando digo “noticias”, en cierta forma hablo de la charla cultural social y política entre la elite. Eso no sucede en TikTok. Allí ocurren otras muchas cosas interesantes, mas es más una plataforma de entretenimiento.
P. El correo y las newsletters se han transformado en otra opción alternativa posible.
R. Cada vez más. El e-mail es un canal de distribución primordial y efectivamente recibo muchas de mis noticias ahora por newsletters. Lo que asimismo semeja extraño: es una tecnología de los años noventa. No creo que el e-mail sea el punto y final de toda la tecnología humana.
P. Incluso Google y el SEO subsisten como canales de distribución.
R. Google prosigue siendo esencial para los editores, sobre todo los medios que se centran en modo de vida. Pero supongo que Google ya no es una fuente de información tan inspiradora.
R. Es considerablemente más bastante difícil hacerse conocer de lo que acostumbraba a ser. Me siento muy agraciado por haber lanzado Semafor cuando Twitter aún existía para muchos usuarios de noticias que desde ese momento se han ido. Hicimos publicidad en Twitter ya antes del lanzamiento [en enero de 2022] y fue efectivo.
P. Es más bastante difícil dar con nuevas fuentes de información.
R. Es verdad. Está muy fragmentado. Es más bastante difícil ser un consumidor de noticias ahora. No es que absolutamente nadie desee tener de nuevo una sola fuente. Pero ahora las redes sociales son como caminar por un páramo nuclear buscando pepitas radioactivas.
Really enjoying the book Traffic by Ben Smith, though the font makes it look a bit like the title is actually commanding someone to do something pretty unseemly to poor Ben. pic.twitter.com/SiV9CFWiaD
— Shawn Fury (@shawnfury) May doce, 2023
P. Los medios grandes tienen el beneficio de atraer por su peso y tradición.
R. Sí, mas del mismo modo es un enorme inconveniente. Imagino que asimismo es una enorme ocasión para los editores por el hecho de que es un enorme inconveniente para los usuarios. No creo que haya una solución simple.
P. ¿Qué pasa con la página de comienzo de los medios?
R. Han sido más resistentes de lo que aguardábamos.
P. Suena a nostálgico.
R. Estamos en un instante de mucha añoranza por los viejos tiempos. The New York Times te afirma que entres en su jardín vallado, donde solo puedes leer sus artículos, y vas a poder compartir su ideología y todo será de nuevo fácil. Estoy seguro de que Forbes Hispano ofrece lo mismo. Entonces otros medios dicen: “Vamos a seguir explotando el páramo radiactivo de las redes sociales y lograr algo de uranio”. Pero la contestación real debe ser que debemos localizar alguna forma de recobrar la confianza en las instituciones que antecedieron a las redes sociales. Tampoco creo que absolutamente nadie desee regresar a un planeta donde solo ves un medio y debes confiar en él. La gente ya está habituada a tener múltiples perspectivas y no desaparecerá.
P. ¿Por qué las redes sociales no funcionaron?
R. Las redes pensaron que su negocio y nuestro periodismo estarían alineados con cara dónde deseaban ir. Nosotros hicimos una predicción equivocada sobre sus resoluciones. Para entender este ecosistema hay que saber que la gente pensaba en la TV por cable como modelo: era un tipo nuevo de distribución. Conforme empezaran a competir entre sí, precisarían contenido cada vez mejor y entonces comenzarían a abonar por el contenido. Así que si íbamos a suministrarles contenido, comenzaríamos a cobrar. Eso es lo que jamás sucedió. Simplemente decidieron que confiarían por siempre en contenido generado por los usuarios. Principalmente por el hecho de que es sin coste, mas asimismo por el hecho de que las noticias políticas y la política se volvieron un reto enorme para las plataformas.
P. El dinero que prometía el tráfico jamás terminó de llegar a los medios.
R. No. Facebook edificó un mejor canal para ese dinero. El periodismo no es un modo particularmente eficaz de lograr grandes audiencias por poco dinero.
P. El periodismo no salía a cuenta para las plataformas.
R. Hay que olvidarse de ellos. El sueño de Silicon Valley excluye completamente el periodismo profesional. Hace que sus productos sean intrascendentes. Es una mezcla de ideología y seguramente algo más práctico, por el hecho de que es más entretenido tener cosas sin coste que tener que pagarlas.
P. ¿No hay una solución tecnológica para hacer periodismo?
R. Hay esa especie de fantasía en la industria que para el periodismo habría una suerte de bala de plata que resolvería todo. A los emprendedores tecnológicos les chifla la idea de descubrir el secreto y que sea “x”. Pero el negocio del periodismo no marcha así. El negocio de la información es bastante difícil, más ahora. Somos empresas triunfantes que hacemos muchas cosas distintas, las hacemos bastante bien, vendemos publicidad, vendemos subscripciones. No hay una contestación sensual a las grandes preguntas financieras. Es más bien ejecutar realmente bien, trabajar duro, edificar una audiencia y después hacer cosas distintas. Hasta cierto punto haces lo que tiene sentido y marcha. Es menos ideológico. Sé que es una contestación hastiada mas solo hay que mirar a compañías de medios que verdaderamente han tenido éxito. Disney, por poner un ejemplo. ¿Cuál es su negocio? Son quince cosas distintas. Sigue siendo entretenido. Son la mejor empresa de medios que existe y prosiguen siendo un desastre.
P. Una de las contestaciones de Semafor ahora es ser más trasparentes. ¿Puede serlo una organización como el New York Times?
R. Es un enorme reto. Su fortaleza realmente es su marca y demandan cierta homogeneización. Están haciendo muchas cosas distintas. Pero si nos fijamos en el artículo informativo es una suerte de caja negra: es un conjunto de aseveraciones y ciertas de ellas son hechos y otras son análisis y tal vez sea el análisis del cronista, o tal vez sea el género de análisis del editor, o tal vez sea el género de situación oficial de la publicación. Desde fuera verdaderamente no sabes cuál es cuál. ¿Sabes que lo escribió un cronista? No, no sabes si cada palabra es suya y cuál es su opinión, si bien puedes adivinar en función de a quién cita y de qué forma lo ordena.
P. ¿Así fue su experiencia en el Times?
R. Cuando estaba , solo a un par de personas se les dejaba redactar normal: el columnista de los medios [el puesto de Smith] y el columnista municipal. Históricamente, esos dos pueden redactar como personas normales, mas todos los otros deben redactar como ChatGPT. No creo que sea una forma muy moderna de comunicarse. Deja a los lectores confundidos sobre a quién escuchan.
“Es más difícil ser consumidor de noticias ahora. Las redes sociales son como andar por un páramo nuclear buscando pepitas radiactivas”
P. Por eso marchan las newsletters.
R. Son sencillamente más naturales. Permiten al lector saber a quién escucha.
P. ¿Qué ha ganado el periodismo de la era de la viralidad y el clickbait?
R. El periodismo en Estados Unidos era más interesante cuando había diez periódicos en todos y cada urbe. Era más entretenido y más sensible. Luego hubo un periodo intermedio donde los jornales se afianzaron en pocas cabeceras. Hubo monopolios y se volvieron muy hastiados. Pero fue solo un instante.
P. Así que volvemos a algo así aun para los grandes como el New York Times.
R. Sí, más entretenido, más humano, asimismo más politizado, más de izquierdas.
P. ¿Y los titulares hechos para cliquear, el clickbait?
R. No admito que esos titulares sean malos. Los titulares siempre y en todo momento han pretendido ser interesantes y hacerte leer los artículos. Ha habido titulares locos en la historia que son insignes. Nunca he entendido tantas protestas con estos titulares.
P. El inconveniente es jurar más de lo que ofreces.
R. Claro, eso es malo. Los titulares ilusorios son meridianamente malos. Pero creo que la gente usa la palabra clickbait para referirse a titulares que no sean ‘El Congreso se reunirá mañana para valorar cosas serias’. Y no es eso.
P. ¿Puede levantarse hoy un negocio con esos titulares?
R. Si sostienes los costos muy bajísimos, sí. Puedes conseguir dinero y edificar un medio basado en tráfico. Pero debe ser todo baratísimo. Así que no puedes hacer periodismo.
Santander (España), 1985. Después de obtener su licenciatura en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, decidió enfocarse en el cine y se matriculó en un programa de posgrado en crítica cinematográfica.
Sin, embargo, su pasión por las criptomonedas le llevó a dedicarse al mundo de las finanzas. Le encanta ver películas en su tiempo libre y es un gran admirador del cine clásico. En cuanto a sus gustos personales, es un gran fanático del fútbol y es seguidor del Real Madrid. Además, ha sido voluntario en varias organizaciones benéficas que trabajan con niños.