Anguila, una pequeña isla caribeña con una población de alrededor de 16,000 habitantes, ha encontrado una nueva fuente de ingresos gracias al auge de la inteligencia artificial. En 1988, la isla recibió el dominio .ai, coincidiendo con las siglas en inglés de esta tecnología, sin saber que se convertiría en un activo tan valioso décadas después.

El gobierno de Anguila ha visto cómo los dominios .ai se han vuelto cada vez más populares, con empresas grandes y pequeñas interesadas en crear sitios especializados en inteligencia artificial. Estas inversiones representan ahora aproximadamente un tercio de los ingresos del gobierno de Anguila, un territorio británico ubicado en el Caribe.

La isla, conocida por sus playas de mar azul, arena blanca y arrecifes de coral, dependía principalmente del turismo hasta que el negocio de los dominios .ai despegó. Con la primera venta de un dominio en 2020 por 95,000 euros, Anguila vio el potencial de esta nueva industria. Desde entonces, las ventas han aumentado significativamente, con proyecciones optimistas para el futuro.

Empresas como Google, Meta y X (antes Twitter) han tenido que recurrir a Anguila para adquirir dominios con la extensión .ai, y se espera que esta tendencia continúe en los próximos años. En 2023, se registraron más de 200,000 dominios con esta terminación.

Ingresos adicionales

Además del turismo, Anguila obtiene ingresos de la banca offshore y la pesca. Antes del auge de la inteligencia artificial, se estimaba que su Producto Interno Bruto (PIB) superaba los 275 millones de euros. Sin embargo, con la creciente demanda de dominios .ai, los ingresos han aumentado significativamente y se espera que continúen en ascenso.

Expertos en la industria del dominio, como Vince Cate, esperan que los ingresos por la venta de dominios .ai alcancen los 72 millones para el año 2025. Esta cifra sería un hito importante para la economía de Anguila y reflejaría el impacto positivo que la inteligencia artificial ha tenido en la isla.

Oportunidades de inversión

La historia de Igor Gabrielan, quien ha adquirido cientos de dominios .ai en anticipación a la demanda creciente, refleja las oportunidades de inversión que esta industria ofrece. Aunque inicialmente Gabrielan no vio los resultados esperados, la creciente popularidad de la inteligencia artificial ha renovado su optimismo en el potencial de estos activos digitales.

Anguila se ha convertido en un caso destacado de cómo un pequeño territorio puede capitalizar un recurso digital de manera efectiva. Con una gestión local de los registros de dominios, la isla ha maximizado sus ganancias y ha demostrado el valor económico de la innovación tecnológica.

El futuro de los dominios .ai

El caso de Anguila se suma a otros ejemplos de países e islas que han sabido aprovechar el valor de las extensiones de dominio en la era digital. Con proyecciones optimistas para el crecimiento de la inteligencia artificial, se espera que la demanda de dominios .ai siga en aumento, consolidando a esta pequeña isla caribeña como un actor clave en el ecosistema digital.

La historia de Anguila nos recuerda que la innovación y la visión estratégica pueden transformar economías y abrir nuevas oportunidades en el mundo interconectado en el que vivimos.