Amazon sueña desde hace unos años con repartir bultos con drones que atraviesen los cielos. Ya lo hace en dos Estados de Estados Unidos —Texas y California— y asegura estar más cerca de su próximo objetivo: dar el salto a Europa. El gigante del comercio virtual ha anunciado este miércoles en un acontecimiento con cronistas internacionales en Seattle que tiene el visto bueno de las agencias reguladoras para empezar el reparto con drones en el Reino Unido e Italia a fines de dos mil veinticuatro.

“Hemos estado trabajando con los reguladores para traer ese servicio a los clientes”, ha afirmado David Carbon, vicepresidente de Amazon Prime Air, en un acontecimiento al que Forbes Hispano ha sido convidado por el gigante tecnológico. Además de a estos dos países, este programa asimismo va a llegar a “una nueva ciudad de Estados Unidos. Esperamos que las entregas con drones comiencen a efectuarse en estas tres nuevas localizaciones antes de que termine 2024″, afirman desde la compañía. El gigante del comercio electrónico no ha anunciado los nombres de las ciudades concretas en las que se implementará el servicio. Tampoco ha detallado si España está entre los países en los que próximamente se podría desplegar Amazon Prime Air.

“El futuro ha llegado a Italia”, ha afirmado Pierluigi Di Palma, presidente del Ente Nacional para la Aviación Civil (ENAC) de este país. Según señala, “Italia será la inspiración para el resto de Europa en la implantación de este servicio”. El objetivo de Amazon es que los clientes del servicio en las localizaciones escogidas puedan decantarse por las entregas veloces con drones para productos con un peso máximo de dos con veinticinco kilogramos. Carbon ha señalado que los clientes del servicio valoran la velocidad en el reparto. “Todavía no tenemos ningún cliente que diga: ‘Me encanta Amazon, pero ¿podrían entregarme el paquete un poco más lento?’”, ha bromeado.

Un dron de Amazon en el cielo de Texas.
Un dron de Amazon en el cielo de Texas.Amazon / AP

A día de hoy no todos y cada uno de los clientes del servicio de Amazon en Texas y California pueden percibir bultos con drones. De instante, el programa se ha implantado solamente en Lockeford, un dulce pueblo de tres mil doscientos personas en California, y College Station, una urbe de Texas. En este último sitio, el gigante del comercio virtual va a comenzar a repartir asimismo fármacos a través de estos aparatos. “Los clientes de Amazon Pharmacy [una farmacia en línea disponible en Estados Unidos], ubicados dentro del radio de entrega con drones, pueden seleccionar esta opción al completar su pedido y recibirlo en menos de una hora”, ha anunciado la compañía este miércoles.

Vin Gupta, directivo médico de Amazon Pharmacy, ha asegurado que “existe una ventana clave en la medicina clínica”. “Se trata del tiempo entre el instante en el cual un paciente se siente mal y el momento en el que puede recibir un tratamiento. Trabajamos arduamente en Amazon para reducir drásticamente dicha ventana entre el diagnóstico y el tratamiento, y el envío por drones marca un importante paso hacia el futuro”, ha afirmado.

Desafíos para expandir el reparto con drones

Expandir Amazon Prime Air a otros países de Europa, entre ellos España, no es una labor simple. Entre los obstáculos para conseguirlo, está el marco regulativo, como resalta Michael Fariello, responsable de marketing de producto de Amazon Prime Air. “Es importante entender cuáles son los límites, las reglas y las regulaciones tanto de la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) en Estados Unidos como de la Agencia de la Unión Europea para la Seguridad Aérea (EASA) en la UE”, comenta.

Para lograr la expansión y aceptación del servicio de drones, Fariello asimismo considera esencial la experiencia del usuario. “Es como cualquier tecnología nueva cuando la traes por primera vez. Al principio la gente no tenía mucha confianza en los ordenadores portátiles y hace 30 años ni siquiera se realizaban pedidos en línea. Es al desmitificar la tecnología cuando la gente se siente cómoda con ella y la ven de la misma manera que ven la furgoneta Rivian o cualquier otro vehículo terrestre”, asevera.

Los drones pueden representar un peligro para la seguridad si no se operan apropiadamente. Amazon es siendo consciente de que los clientes del servicio solo se van a sentir cómodos recibiendo entregas con drones si saben que el sistema es plenamente seguro. La compañía reconoce que “es imposible eliminar todos los riesgos de volar”, mas resalta que lleva prácticamente una década trabajando con un equipo de especialistas en el campo aeroespacial, la seguridad o la robótica para asegurar que Amazon Prime Air cumpla con los requisitos requeridos en la industria aeroespacial. Carbon ha asegurado que “se necesitan años para inventar, probar y aprender para desarrollar estas tecnologías innovadoras”.

“Cualquier automóvil que usted conduzca se prueba; así es como sabe que es seguro. Estamos desarrollando nuestros drones de la misma manera”, asevera la compañía. Sus drones están concebidos para volar a una altura de entre cuarenta y ciento veinte metros en un espacio aéreo sin apenas obstáculos. Han sido diseñados para advertir obstáculos por medio de sensores y cámaras y desplazarse entre personas, mascotas y tendidos eléctricos. Al llegar al domicilio del usuario, el dron desciende de manera lenta sobre un marcador de entrega. Cuando la zona de reparto está despejada, el aparato suelta el bulto, se eleva nuevamente y retorna a la estación de reparto.

Adrian Cano

Santander (España), 1985. Después de obtener su licenciatura en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, decidió enfocarse en el cine y se matriculó en un programa de posgrado en crítica cinematográfica. Sin, embargo, su pasión por las criptomonedas le llevó a dedicarse al mundo de las finanzas. Le encanta ver películas en su tiempo libre y es un gran admirador del cine clásico. En cuanto a sus gustos personales,  es un gran fanático del fútbol y es seguidor del Real Madrid. Además, ha sido voluntario en varias organizaciones benéficas que trabajan con niños.